Yo diseñaría una cruz diferente

A pesar de que titulo este artículo “Yo diseñaría una cruz diferente”, no es que yo quiera, pueda o desee cambiarla. Lo hago solamente a efectos didácticos y para entendernos, como argucia santa para transmitir un mensaje. No es que yo desee cambiar las cruces que pueblan el mundo. Simplemente lo hago en torno a estas fechas de Semana Santa, tiempo de reflexión sobre la cruz, sobre el sacrificio del Maestro en nuestro lugar. Quiero diseñar una cruz dando rienda suelta a la imaginación y sin pretender hacer teología, sino reflexión que nos ayude a lo largo de la vida, mientras pensamos o miramos este nuevo diseño de la cruz que yo quiero hacer hoy.

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A pesar de todo, yo creo que en el mundo y en vuestros ambientes habéis ya visto diferentes diseños de la cruz. Pueden diseñarse brazos horizontales diferentes, más o menos altura en el brazo que señala al cielo, más o menos largo el que baja hasta el suelo internándose en las entrañas de la tierra. Algunos acortan el brazo que se quiere elevar hacia el cielo y puede que algunas, para buscar originalidad, presenten los brazos horizontales de diferente longitud. Todo es posible. Todos buscan hacer cruces bonitas para iglesias, joyas o diseños para adornar.

A veces me causa extrañeza que el brazo que se eleva hacia el cielo sea el más corto. No entra esto en mi diseño imaginario de la cruz. Yo, si pudiera, ese brazo vertical que se eleva hacia el cielo lo haría infinito. Como el infinito es imposible dibujarlo lo alargaría todo lo que pudiera y en su extremo pondría el símbolo de infinito que ya todos conocemos. No está mal que la cruz esté elevada con su brazo vertical que se eleva hacia arriba como buscando tocar el cielo como si allí se sumergiera en un río de aguas vivas pudiera transmitir espíritu a todo el resto de la cruz.

Quizás es que para algunos la cruz se podría invertir poniendo el brazo vertical más corto hacia la tierra y dejar el largo hasta el punto omega, hasta el infinito, aunque el brazo que se arraiga en la tierra no es, para nada, secundario. Me lo imagino enraizándose en el mundo quizás buscando una mejor comprensión de la projimidad.

Brazo vertical que se enraíza en la tierra como algo imprescindible en el mensaje de la cruz. Lo imagino como si la horadara para que nadie pueda arrancar de la cruz esta dimensión tan importante. Pienso que, quizás, nos comunica que el amor a Dios y el amor al prójimo están en relación de semejanza, aunque el amor de Dios o a Dios tienda hacia el infinito. Que nadie arranque la cruz de la tierra. Yo la diseñaría de manera que se viera la cuz enraizada, agarrada al mundo, al hombre, objeto de salvación por el sufrimiento de Jesús en nuestro lugar. La cruz con una base de tierra en su base, o con el globo terrestre como lugar en donde está echando raíces para que nadie pueda moverla de ahí.

En mi visión de este diseño de la cruz, si el brazo vertical de la cruz que se eleva al cielo es crucial, importantísimo y esencial, aunque con sus diferencias, no es menos tener en cuenta un brazo que se ancla en la tierra. Cielo y tierra unidos por la cruz de Jesús. Lo divino y lo humano que se tocan, que, de alguna manera, se interrelacionan y se funden en una unidad indisoluble.

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¡Qué decir de los brazos horizontales! Yo, en mi idea de este nuevo diseño, los haría curvos dando la idea de que estarían abrazando al mundo. Brazos horizontales que proclaman la horizontalidad de un Evangelio tan importante en relación con el prójimo. Brazos curvos capaces de dar el mayor abrazo jamás dado en nuestro mundo. Brazos de la cuz que acogen, que nos esperan como a hijos pródigos.

Los brazos horizontales de la cruz deben ser iguales. Lo mires desde la perspectiva que los mires. Quizás nos da una lección a aquellos cristianos que nos enfrascamos entre las izquierdas o las derechas de los partidos de turnos. En la igualdad de los brazos de la cruz desde todas las perspectivas no hay ni izquierdas ni derechas políticas. El cristianos debe estar por encima de todo partido político mirando desde la misma perspectiva de Jesús, desde la perspectiva de unos brazos horizontales de la cruz que quieren abrazar a todos los pródigos del mundo. 

Bonita y mensajera cruz la que imagino. Termina su brazo vertical hacia el cielo en un símbolo de infinito y su brazo vertical hacia abajo arraigado en una imagen del mismo mundo en el que habitamos. Brazos horizontales curvos que nos quieren abrazar a todos sin distinción de edad, sexo, raza, religión o cultura. Cruz completa, cruz salvadora a la que recordamos en esta Semana Santa. Gracias, Señor, por tu cruz.