En la noche oscura

Cae la noche. El sol fenece en el horizonte ,la oscuridad va tejiendo su manto sobre el cielo que poco a poco va tornándose oscuro, intrigante.

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En la oscuridad se tiende a dudar de la luz, emerge la incertidumbre, los temores.

Es la noche ese espacio de tiempo en el que por norma general desconectamos, descansamos y nos preparamos para despertar a un nuevo día, digo “por norma general” porque no siempre la noche es sinónimo de descanso ,es en muchas ocasiones tiempo de trabajo, de vigilia, de cuidados.

No soy nada noctámbula; contrariamente me encanta el día, me alegra disfrutar de la mañana, despertarme muy temprano cuando el resto aún duerme, en ese espacio de tiempo es cuando más productiva soy, las ideas vienen, se derraman en mi mente y deambulan en un proceso creativo que me hace madurar y crecer.

A veces, los caminos se bifurcan para mostrarte un sendero desconocido, un tramo diferente y doloroso.

Ahora me toca vivir un espacio de tiempo en el que la oscuridad forma parte de mi rutina.

Cuidar de alguien enfermo, estar junto a él mostrando cariño y apoyo es la tarea que desde hace dos semanas estamos desempeñando mi familia y yo. Durante el día las horas pasan veloces, muchas actividades a realizar: aseo, comidas, cambios posturales, toma de medicamentos... el día avanza sin tregua entre diferentes rutinas que colman las horas, sin embargo, la noche se eterniza. La ausencia de luz te llena de miedos, de dudas, de vulnerabilidad. Pensamientos desfavorables inundan tu cabeza para crear confusión. Deseas que llegue la mañana, que irrumpan los sonidos de la vida. el rumor de la costumbre de los quehaceres comunes.

La noche trae consigo la duermevela intranquila, alterada y frágil que llena de desasosiego las pausadas agujas del reloj. Acarrea el pesaroso discurso emitido por tu cabeza que multiplica los sinsentidos cuajados en horas bajas.

¡No quiero la noche! Grito para mis adentros concibiendo lo absurdo de dicha exclamación.

Con abnegación y apelando a mi sensatez admito que es en la oscuridad de la noche cuando más he de creer en el poder de la Luz.