Humano y finito

Me encanta el que se sabe igual, ni mejor ni peor, cuando mira a los ojos.

MIRAD@ZUL AUTOR Pedro Tarquis 18 DE DICIEMBRE DE 2014 23:15 h

Soy feliz con la gente sencilla que sabe ser a la vez profunda.

Disfruto con el abrazo de quien no espera lograr nada a cambio, salvo el aprecio de sentirnos cerca.

Me encanta el que se sabe igual, ni mejor ni peor, cuando mira a los ojos.

Valoro y admiro al que ama a Dios aunque por ello pueda perderlo todo, e intenta ser consecuente con su prójimo.

Me asombro ante el hombre y la mujer justos, que temen más su conciencia que el poder de los hombres y las instituciones.

Algo danza en mi interior cuando escucho palabras espontáneas y risa que brota como el manantial de la montaña, sin burdas imitaciones.

Creo en quienes se esfuerzan y planean, pero sobre todo en el impulso de la inspiración irracional y la locura meditada.

Me encanta la gente imperfecta, porque me siento cómodo entre los míos.

Y me llena el sentirme humano y finito, porque en mi anhelo de lo sobrenatural y eterno noto el latido de Dios en las arterias de mi espíritu.

Por eso prefiero estar solo a medrar en sociedad, ser íntegro a ser correcto, sufrir la prosperidad de los malos de lejos que vivir el lujo a precio de mi alma.

No quiero cambiar, al menos en eso (sí en muchas otras cosas), porque en esto que deseo, me gusta y anhelo, veo a un niño pobre en un pesebre, que me tiende la mano, me abraza y me mira a los ojos siendo Él Dios.

VALORA EL ARTÍCULO (0)

TAGS

COMENTARIOS

Si quieres comentar o

Respondiendo a

Alfonso Chíncaro (Perú)

25/12/2014

16:17 h

Saludos. Disculpe Pedro que meta mi cuchara en este comentario. Solo que me hace gracia ver al director de P+D usar los signos de admiración incompletos. Eso sí que es espontáneo! Se me hace cálida su reflexión. Feliz Navidad.

Respondiendo a Alfonso Chíncaro (Perú)

sergio de lis

22/12/2014

10:34 h

Siento no traer mi ramillete de flores -aunque vea aceptable, agradable esta suerte de credo, o confesión-, pero el juicio de mi conciencia es demasiado exigente. El más importante tropezón lo constituye el subtítulo: si me siento igual que al que miro a los ojos, probablemente sea el hombre viejo quien lo esté haciendo. Valoremos, y admiremos, lo que sabemos del otro, con lo que, de facto, estaremos un poco por debajo de él. No es falsa modestia: lo dice Jesús. Pero, ¡muchas bendiciones Pedro!

Respondiendo a sergio de lis

Asun

20/12/2014

13:29 h

Lo más bonito que he leído esta Navidad....precioso!! Yo también soy del club de los imperfectos,:) pecadores que se arrepienten por la Gracia de Dios. Y a tu lado..siempre.

Respondiendo a Asun

Pedro Tarquis

20/12/2014

10:46 h

Gracias Pablo! Tu eres referente y exponente de todas estas cosas que sueño en Jesús, gracias siempre por tu amistad y apoyo, que el Señor os bendiga a ti y los tuyos ahora y siempre, un fuerte abrazo!

Respondiendo a Pedro Tarquis

Pablo Martínez Vila

20/12/2014

10:41 h

Muchas gracias, querido Pedro, por abrirnos una pequeña ventana de tu corazón y compartir estos pensamientos y sentimientos. El eco de Jesús palpita en cada frase. ¡Son un excelente regalo de Navidad! Dios siga bendiciendo tu vida y tu ministerio que tanto apreciamos.