El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Un relámpago de gracia inusitada, un latido en la hora del milagro, un confluir el todo con la nada.
Cuando calla adormecido el pueblo son los malvados quienes reinan.
Y el padre de mentiras celebraba el triunfo total de la serpiente.
Mi alma en Ti siempre descansa porque en mí has fijado tus ojos.
Cansado de manos inmersas en guantes de hierro y de barro, fuertes cuando al débil golpean pero sumisas siempre al tirano.
Ciegos y guías de ciegos, con música de tamboriles para bailar entre el cieno.
Poema inspirado en Lucas 13:34.
Paráfrasis poética del Salmo 139: “Vieron tus ojos mi embrión, y fue mi ser misterio y poema”.
Un poema al hermano/a que no dejaron nacer.
La justicia y la paz se besaron.
La flor que el Señor ha cortado aún permanece, toda apariencia, orgullosa sobre su verde tallo
Tu no habitas tras los muros del Templo...
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo (MAteo 4:1-11).
A lo bueno llaman malo y a lo malo dicen bueno ideólogos de rebaño, intelectuales gregarios que nunca miran al cielo.
No me dan nombre mis obras; aunque entre los surcos queda el fruto y cosecha de mis horas, de mi labranza y mis poemas.
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo (Génesis 11:4)
Y tus manos poco a poco van tensando las promesas, el futuro y los versos...
Fui inmoral por tocarme la prostituta, traidor mi abrazo al recaudador Zaqueo. Irreverente defender a la mujer adúltera, y fanático con los mercaderes del templo.
Pronunciaste mi nombre como nadie lo ha pronunciado. Sonó como un vuelo de alondras en un campo de trigo.
Una adaptación libre, en poema, de la oración universal.
Un poema inspirado en la parábola del Buen Samaritano.
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo (Romanos 15:13)
Una sola cruz de madera, vacía, eternizó todos los amaneceres, cumplió todas las profecías, brotó en la roca ríos y fuentes.
Toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto (Romanos 8:22)
Y he aquí, ante mí calzada recta donde el torpe no se sale del camino; donde aún el cojo, y el que tropieza, reencuentra siempre su destino.
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