domingo, 29 de septiembre de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
 

Conocer vs. Creer

El apóstol Juan nos indica claramente su motivación para escribir el mensaje de Jesús en su evangelio. Su interés no era describir cada uno de los milagros o contar los más espectaculares, sino que diseña su mensaje con un único objetivo: que creamos en Jesús.

MARCELO RIQUELME MÁRQUEZ Chile 03 DE MARZO DE 2016 04:28 h

El apóstol Juan nos indica claramente su motivación para escribir el mensaje de Jesús en su evangelio. Su interés no era describir cada uno de los milagros o contar los más espectaculares, sino que diseña su mensaje con un único objetivo, que “creamos” en Jesús.



Utiliza este verbo 99 veces, es el verbo más utilizado en este evangelio. De hecho ninguno de los otros escritores bíblicos utiliza con tanta frecuencia este concepto. Y no es una coincidencia sin importancia, evidentemente había un deseo del apóstol de remarcar esta acción como vital en la vida del hombre. Somos llamados “creyentes” porque la acción inicial para ser cristiano es “creer”.



Tampoco se trata de creer en cualquier cosa, como si el acto fuese el virtuoso. No somos positivistas.



El verbo “creer” viene del latín “credere”, que significa “poner confianza en, confiar en…”. Se dice que esta palabra se formó de dos palabras: “kerd”, que significa “corazón” y  “dhe”, que significa “poner, colocar, arreglar”, quedando entonces el resultado final como “poner en el corazón”.



Todas las palabras a través de la historia han visto una adecuación de su significado, producto de las nuevas épocas y la racionalidad de las personas. Por eso mismo el mensaje bíblico revitaliza el sentido del verbo creer, superando la barrera de lo racional visto como un acto simple de lógica.



Para nosotros hoy “creer” significa ser persuadido a algo, y por supuesto se refiere a poner en el corazón algo, la seguridad de una idea o un concepto. La acción de creer  contiene elementos emocionales, por eso utilizamos la precisión de la frase “creer con el corazón”, que habla no solo de una certeza racional voluntaria, sino que esa idea me agrada, me estimula, me desafía, me compromete.



Creer es un requisito



La Biblia dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Creer es el requisito inicial, es el primer paso, nadie lo puede saltar u obviarlo, es indispensable creer para ser hechos hijos de Dios.



Creer no es simplemente conocer. Por ejemplo: puedo conocer un lugar, pasar por fuera de una ciudad y decir que la conozco, puedo conocer personas sin jamás haber cruzado con ellas una palabra; puedo conocer oficios sin tener la habilidad para desarrollarlos, puedo conocer los deportes y sus reglas, sin haberlos practicados ni siquiera una vez. Conocer no es saber, ni menos creer.



Puedo conocer la Biblia, conocer los himnos, haber visto milagros y hasta recitar de memoria salmos o trozos de la Biblia, pero eso no me hace cristiano, tampoco son indicadores de que he creído en Cristo como mi Salvador.



El conocer es un acto básico del pensamiento humano, es un proceso inicial. Pero para creer primero debo comprender, debo entender racionalmente. Porque cuando realmente creemos de corazón, poniendo en el centro de nuestra vida al Señor Jesús, nuestra vida ya nunca más será la misma, el Espíritu Santo se apodera de la misma, hay frutos espirituales, hay renovación, transformación, el viejo hombre muere, hay un deseo de apartarse del pecado, de buscar a Dios.



 



La incredulidad de Tomás



Hubo un hombre que caminó con Jesús, fue testigo presencial cuando Jesús sanaba los enfermos, vio la multiplicación de los panes, hasta comió de ellos, escuchó cada palabra del Señor, incluso le preguntó a Jesús cuál era el camino al Padre y escuchó las palabras de vida eterna. Pero cuando Jesús resucitó no lo creyó posible.



Tomas conocía a Jesús, pero aún era incrédulo. ¿Cuántos incrédulos existen hoy en la Iglesia? Que llevan años asistiendo a la Iglesia, hasta han ocupado cargos, hablan como cristianos, visten como cristianos y hasta levantan sus manos al cielo, pero nunca han comprendido y mucho menos creído en Cristo como Salvador personal.



La escritura añade que Jesús se presentó frente a sus discípulos de forma sobrenatural, desafiando las leyes de la física, mostrando que Él es Dios.



“Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan 20:27-28). La incredulidad de Tomás no estaba relacionada con los milagros, ni con el poder sobrenatural de Cristo, se refería a la salvación.



¿Era posible que Cristo hubiera resucitado? Ese era el asunto en cuestión, pero era tan vital la respuesta a esta pregunta que Tomás dudó. Porque si Jesús era un simple profeta que hacía milagros, no iba a resucitar. No obstante, si Jesús realmente era el Hijo de Dios que vino a morir por nuestros pecados, la muerte no lo detendría. Por eso al ver las señales en su maestro, Tomás grita: “¡Señor mío, y Dios mío!”. Porque estaba frente al Salvador del mundo, Dios mismo que había descendido a morir por nuestros pecados y que, además, resucitó para darnos vida.



El apóstol Juan conoció la incredulidad de Tomás, estuvo presente cuando Jesús cruzó la pared y se mostró a todos sus discípulos resucitado, y al escribir su evangelio estaba empeñado en mostrar lo verdadero de Cristo. Por eso declara: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:30-31). Su deseo era que el hombre crea, entendiendo que este es el paso fundamental para que el hombre alcance la salvación.



Estimado, ¿es posible que Cristo muriera por tus pecados? ¿Es posible que Cristo resucitara para darte una vida nueva? Deja de ser un religioso, alguien que simplemente conoce, que ha escuchado y desde ahora transfórmate en un creyente que pone a Cristo en su corazón, que cree con toda su mente, con todo su corazón y con todas sus fuerzas que Cristo es su Señor y grita hoy mismo, como lo hizo Tomas: “¡Señor mío, y Dios mío!”. Haz tuyo el evangelio, créelo, vívelo, anúncialo hoy mismo.



 



Marcelo Riquelme Márquez - Pastor y Profesor - Paillaco, Chile


 

 


0
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 



 
 
ESTAS EN: - - - Conocer vs. Creer
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.