Santo Domingo, República Dominicana. El conocido evangelista argentino Alberto Mottesi dijo que viene una segunda Reforma que no la encabezará un monje alemán sino que
“la encabezaran mujeres y hombres de América Latina, la encabezaran dominicanos con la sangre del Cordero de Dios y con la marca del plátano en la camisa”.
Expresó que si nos disponemos, vamos a cambiar nuestras naciones.
“Para mí es irreversible. Yo soy optimista como nunca antes”. Aunque puntualizó que
“si queremos un cambio en América Latina, tenemos que comenzar por las personas que están colocadas en las estructuras gubernamentales”.
“No quiero que la política entre en la iglesia (esto es una desgracia), yo quiero que la iglesia transforme la política. Mi única relación con la política es que quiero ganar a los políticos para Cristo”, expresó Mottesi, conocido como
“el pastor de los presidentes” por los frecuentes contactos personales que sostiene con mandatarios y funcionarios gubernamentales en toda América Latina.
No estamos haciendo bien las cosas
Mottesi, quien no desea que le den otro título que el de “evangelista”, lamentó que el crecimiento de la iglesia no esté en correspondencia con la verdadera transformación que necesitan nuestros pueblos.
“Lo que necesitamos en América Latina es que esta gran iglesia que llena edificios cada vez más, compra medios de comunicación y que se extasía con este crecimiento, ahora se vuelque en las vidas de nuestras naciones”.
El evangelista argentino dijo que lo primero que tenemos que reconocer es que no estamos haciendo bien las cosas, y que si seguimos con el sentido de éxito que tiene la iglesia evangélica nos podemos engañar a nosotros mismos.
“Alguien me llamó para decirme: ‘mi iglesia está cada vez mejor, cada vez más grande; mi país está cada vez peor, mi ministerio está teniendo éxito, mi nación está cada vez más llena de desgracias’”.
Manifestó que en Centro América más del cincuenta por ciento de los habitantes son cristianos evangélicos, pero están entre los países más violentos del mundo.
“¡Algo anda mal!”, dijo.
“Hemos simplificado el evangelio. Yo soy uno de los culpables. Hemos reducido todo a mi salvacion, mi milagro; y la cruz tiene dos palos, el vertical que me habla de mi relación intensa con Dios, pero tiene un palo horizontal, que me habla de mi relación con los demás. Un paso es reconocer que no estamos influenciando”.
La iglesia y la agenda liberal de América Latina
Mottesi recordó que cuando se votó el casamiento homosexual en Argentina, se encontró con Claudio Freidzon en la República Dominicana quien, con las manos en la cabeza, le pregunta:
“¿Cómo puede ser que decimos que estamos en avivamiento, nuestras iglesias están llenas, y nuestro Congreso vota a favor del casamiento homosexual?”. Esto es porque, afirma Mottesi, solo teníamos una sola cristiana en el Congreso.
“Mientras nosotros llenábamos los templos y nos extasiábamos en la presencia de Dios, los pervertidos tomaban las decisiones que afectarán a nuestros nietos”.
Mottesi comentó el caso de Brasil, donde la iglesia comenzó a preocuparse por el avance de la agenda liberal: homosexualidad, aborto, divorcio, las cortes supremas cada vez más liberales. Entonces los líderes de las iglesias cristianas se reunieron y tomaron una decisión de que en cada estado de Brasil se apoyara a un cristiano. El primer esfuerzo logró ubicar 86 cristianos evangélicos en el Congreso. Y recientemente formaron dentro del Congreso el Bloque Evangélico que no vota por partido.
“Cuando llegan asuntos candentes al congreso se reúnen como hijos de Dios sin separación partidista a clamar y a ponerse de acuerdo. Si lográramos ponernos de acuerdo podemos gobernar nuestras naciones”.
Consideró que debemos capacitar a nuestra juventud para que sean escogidos en los puestos desde donde se toman las decisiones, que sean sujetos en una iglesia llenos del Espíritu Santo.
“Nuestra lucha no es contra carne y sangre, es una lucha ideológica, la ganamos en las calles, la perdemos en las cortes; la ganamos en los barrios bajos, la perdemos en los congresos de las naciones”.
La juventud
“Yo siento entre la juventud un hartazgo de la pachanga evangélica, un cansancio del entretenimiento religioso. Están hartos de religiosidad, están listos para que les demos un desafío radical de una vida cien por ciento dedicada a Jesús en el arte, en la ciencia, en la política, en el púlpito, en los medios masivos”.
Dijo que para que ocurra una verdadera transformación hay que redescubrir el papel de las vocaciones.
“Nosotros tenemos que dar espacio a los que quieran servir a Dios a través de la política, de la jurisprudencia, de los negocios, y entender la cosmovisión bíblica. Si entendemos que las vocaciones son amplias, y que se le puede servir a Dios desde el mundo de la política, si entendemos que el Reino no solo es la iglesia -la iglesia es solo una pequeña parte-, podemos ver una gran de transformación”.
Reiteró, finalmente, que la transformación viene de cualquiera manera.
“Con nosotros o sin nosotros. Preparémonos porque viene. La juventud la está empujando. Si entendemos el Kairos de Dios, el momento estratégico poderosísimo que estamos enfrentando, podríamos transformarnos en el elemento vital de cada nación. Si nosotros perdemos este momento de Dios, la iglesia evangélica podría estar relegada a un lindo club religioso sin influencia”, concluyó.
Estas declaraciones las ofreció el evangelista argentino en una visita que hizo República Dominicana, en la que compartió con un grupo de líderes evangélicos locales.
Tomás Gómez Bueno - Pastor - República Dominicana
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