Seguimos hablando todavía de ablación, de matrimonios forzados; de niñas sometidas a la violencia física y sexual, de niñas-sodados; o víctimas de trata y explotación.
El próximo 11 de octubre ¿celebraremos?, nuevamente, el ‘Día Internacional de la Niña’. Y continuamos hablando de los mismos temas que atañen a las niñas, adolescentes y jóvenes, especialmente de los países del Tercer Mundo.
Según datos de la ONU, existen 1,1 mil millones de niñas en el mundo, que merecen tener una oportunidad para trabajar en la construcción de un futuro prometedor para sí y para los demás.
Son criaturas con todo un potencial para hacerlo, pero los obstáculos los ponemos seres que han sido creados en las mismas condiciones que ellas.
Hablamos todavía de ablación, de matrimonios forzados; de niñas sometidas a la violencia física y sexual en lugares donde hay conflictos y desastres naturales, de niñas-sodados; o víctimas de trata y explotación.
De discriminación en cuanto a la educación, a la formación, que luego le abrirán las puertas al mercado laboral, proveyéndoles de una vida más digna a la que tienen todo el derecho. Esa dignidad que se les ha otorgado al ser hechas a la imagen del mismísimo Dios.
Importante información nos encontramos en ‘ONU Mujeres’, una organización, que desde Las Naciones Unidas “actúa para empoderar a las mujeres y las niñas en todos sus programas y actividades de promoción. La intensificación de las medidas en materia de igualdad de género en todas las partes del mundo permitiría avanzar hacia el desarrollo sostenible para 2030, sin dejar a nadie atrás”.
Os transcribo una declaración que hicieron el 9 de octubre del 2017, donde de forma resumida nos ofrecen un diagnóstico de la situación de las niñas en el mundo, así como las posibles vías de solución de las problemáticas existentes:
“A lo largo de 2017, hemos visto cómo ha aumentado el conflicto, la inestabilidad y la desigualdad, y se espera que este año 128,6 millones de personas necesiten asistencia humanitaria como consecuencia de amenazas a la seguridad, el cambio climático y la pobreza.
Más de tres cuartas partes de las personas que se han convertido en refugiadas o que se han tenido que desplazar de sus hogares son mujeres, niñas y niños. Entre estas personas, las mujeres y las niñas son las más vulnerables en tiempos de crisis.
Las mujeres y las niñas desplazadas y vulnerables hacen frente a mayores riesgos de sufrir violencia sexual y de género, y de ver sus medios de vida perjudicados; las niñas tienen 2,5 más probabilidades de no acudir a la escuela durante los desastres en comparación con los niños; y las niñas desplazadas a menudo se ven forzadas a casarse en un esfuerzo por garantizarse la seguridad.
Una evaluación de 2013 estimó un aumento en el porcentaje de las niñas sirias refugiadas en Jordania que se habían casado antes de cumplir los 18 años de edad, desde una cifra inferior al 17 por ciento antes del conflicto hasta más del 50 por ciento después de este.
“Desde ONU Mujeres, trabajamos para garantizar que las niñas que atraviesan crisis tengan opciones positivas que les permitan crecer y desarrollar habilidades sociales y económicas. Junto con organizaciones locales de mujeres, apoyamos a las mujeres y a las niñas refugiadas mediante nuestra iniciativa insignia mundial sobre el liderazgo, el empoderamiento, el acceso y la protección de las mujeres en la respuesta ante crisis, que impulsa la participación cívica y el liderazgo promoviendo la participación política y social de las mujeres en los planos local, nacional e internacional.
Esta iniciativa insignia también crea centros de empoderamiento donde las mujeres pueden conseguir contactos y acceder a servicios y capacitación fundamentales. Además, proporcionan puestos de trabajo, iniciativas de efectivo a cambio de trabajo y capacitación para crear negocios.
“Los programas de este tipo pueden convertir las situaciones de desplazamiento en oportunidades para el empoderamiento de las niñas y las mujeres jóvenes, alejarlas de situaciones potencialmente violentas, y servir de vía hacia la seguridad económica para que no se vean forzadas a casarse con hombres más mayores que les procuren bienestar físico y económico.
“Cada 10 minutos, en algún lugar del mundo, una adolescente muere como consecuencia de la violencia. En las emergencias humanitarias la violencia de género a menudo aumenta, y las niñas se ven sometidas a la violencia física y sexual, al matrimonio infantil, la explotación y la trata.
Las adolescentes que se encuentran en zonas de conflicto tienen un 90 por ciento más de probabilidades de no acceder a la escolarización en comparación con las niñas de los países sin conflictos, poniendo así en peligro sus perspectivas de futuro laboral y su independencia financiera una vez alcanzada la edad adulta.
En todo el mundo, las niñas que han sido empoderadas están alzando su voz para luchar por sus derechos y su protección en todos los ámbitos. Trabajan para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, para que se reconozcan los derechos indígenas, para construir comunidades pacíficas y cohesionadas”.
Solo quiero ofrecer información proporcionada por una organización con amplia trayectoria en esta tarea de trabajar con los más necesitados y vulnerables, no lo digo yo.
Y que, cuando nos hablan de empoderamiento de las niñas, dejan claro que todo ello está relacionado, sobre todo, con uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible-ODS, el Objetivo 5, “sobre igualdad de género, cuyo propósito es mejorar el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones para promover el empoderamiento de las mujeres”.
(Os recuerdo que los Objetivos de Desarrollo Sostenible-ODS son los que han venido a sustituir a los Objetivos de Desarrollo del Milenio-ODM que estuvieron vigentes hasta 2015 y solo se cumplieron en parte.
En 2015, la Asamblea General de la ONU adoptó la ‘Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible’, “un plan de acción a favor de personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”).
Para completar la información, reproduzco las metas de dicho objetivo 5:
1. Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo.
2. Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
3. Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.
4. Reconocer y valorar los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico no remunerado mediante la prestación de servicios públicos, la provisión de infraestructuras y la formulación de políticas de protección social, así como mediante la promoción de la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país.
5. Velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública.
6. Garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos, de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen.
7. Emprender reformas que otorguen a las mujeres el derecho a los recursos económicos en condiciones de igualdad, así como el acceso a la propiedad y al control de las tierras y otros bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales.
8. Mejorar el uso de la tecnología instrumental, en particular la tecnología de la información y las comunicaciones, para promover el empoderamiento de la mujer.
9. Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a todos los niveles.
Al leer la información que nos proporcionan, me doy cuenta que otros objetivos de desarrollo sostenible están interrelacionados con el objetivo 5; por ejemplo, su meta de “poner fin a todas las formas de violencia contra mujeres y niñas, incluidos los matrimonios infantiles, precoces y forzados”, contribuye al Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 y a su propósito de poner fin a la violencia infantil.
Y tiene que ver con el Objetivo 4, que aborda el tema de la educación, pues existe desigualdad en el acceso a la educación y a las oportunidades. Y así sucesivamente. Por lo tanto, no podemos dejar de entusiasmarnos en luchar para que los países implicados los cumplan, aunque sea poco a poco, ya que sabemos que estos temas no lo tienen nada fácil.
En otros artículos ya he mencionado a los ODS, y recalco que deberían importarnos, pues si a la periferia le va mal, el centro se verá afectado. Vemos que tratan temas que son ventajosos para todos y que, si los materializamos, las personas y la tierra dejarán de gemir ante tanto ‘azote’.
¿Cómo no nos vamos a preocupar por lo que sucede en el mundo que habitamos? ¿Por su buen funcionamiento en todos sus estamentos en beneficio del amplio contingente de seres humanos, o por lo menos de gran parte de ellos?
Que cada uno, según sus posibilidades y dones, colabore, allá donde esté. Dependemos de salarios, alimentos, medicamentos, leyes, agua, aire… Y todo ello está contenido en el globo terráqueo en el que, por algún motivo, fuimos colocados.
Las niñas del mundo (en realidad, todos los niños) quieren que escuchemos su voz, su llamado de auxilio pidiendo que velemos por sus derechos para que sigan siendo niñas.
En los países en vías de desarrollo cada año 15 millones de niñas, menores de 18 años, son obligadas a casarse, perdiendo muchos de sus derechos y siendo sometidas a la violencia, a ser analfabetas, madres antes de tiempo. ¿Podemos imaginar a nuestras hijas en esta situación?
Leo datos de vértigo en la página de ONU Mujeres: cada día, más de 20.000 niñas menores de 18 años dan a luz en los países en vías de desarrollo. Cada 10 minutos en el mundo muere una adolescente a causa de la violencia.
Todavía no hay leyes y políticas destinadas a preservar y defender a nuestras niñas del mundo para que no sean víctimas crónicas de estas lacras. Lacras que no debemos verlas lejanas pues pueden estar muy cerca. Menos, pero están.
¿Acaso en nuestro país no hablamos de trata, abusos, bullying…? ¿Pensamos que las mujeres que sufren violencia doméstica no vienen padeciéndola por los siglos de los siglos? Todo empieza en la infancia, pues ellas pueden llegar ser las mayores que hoy son maltratadas o asesinadas por sus maridos u otros, las que sufren las desigualdades en los salarios y los puestos de trabajo…
Y por la infancia debemos empezar ya a sensibilizar en lo que a estos asuntos se refiere. Debemos eliminar las leyes discriminatorias, las antiguas costumbres contrarias a los derechos justos...
Esperamos que los niños y niñas de esta generación reciban los beneficios de los ODS. Damos gracias por las organizaciones que, en España, ayudan a este colectivo más vulnerable, de dentro y de fuera; por citar algunos, Misión Urbana (Programa Da Vida), Alianza Solidaria, Cruz Roja, Cáritas, CercÁfrica, Emsimision, Compassion, Nueva vida, World Vision España, Proyecto Ana, etc…
Y recuerdo también que, en un documento resultante del último encuentro del Movimiento Lausana realizado en Sudáfrica el año 2010, llamado Compromiso de Ciudad del cabo, también se abordan, entre otros temas, los relacionados con los niños y toda esta problemática, esperando que sean de sumo interés para las iglesias.
Jesús dejó dicho: “… De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25.40).
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o