domingo, 24 de noviembre de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
2
 

Ordenar libreros

He pasado jornadas lumínicas entre libros apilados que, tengo la esperanza, algún día tengan su espacio en un librero.

KAIRóS Y CRONOS AUTOR Carlos Martínez García 07 DE ENERO DE 2018 11:30 h

En mi calendario es tiempo de ordenar los libreros de casa. Aunque tengo varios miles de libros, al conjunto no me atrevo a llamarlo biblioteca. Tal vez algún día lo haga y, entonces, le pondré el nombre de algún personaje que contribuyó a que deviniese en devoto de la lectura.



Me invitaron a participar como conferencista en un simposio sobre los 500 años de la Reforma Protestante, a celebrarse en la tercera semana de enero en una universidad cercana a la ciudad de México. Los organizadores me pidieron que les enviara un curriculum para ser presentado el día de mi participación. Mi corta respuesta les tomó por sorpresa, ya que referí sobre mi persona lo siguiente: “Un lector que escribe”. Volvieron a requerirme mayor información, y reiteré que prefería usar mi tiempo haciendo la exposición solicitada en lugar de que el presentador o presentadora tuviese que leer una larga lista de pretendidos logros académicos y/o una luenga lista de artículos y libros publicados. 



Soy un lector que escribe o, también, podría decir de mi vocación y oficio lo que alguna vez mencionó Fernando Savater acerca de sí. “Como por leer no pagan, me tuve que poner a escribir”. La frase la leí en alguno de los volúmenes escritos por el filósofo, tal vez en una de las múltiples entrevistas dadas a publicaciones periódicas. En su momento no tomé nota de dónde me topé con la máxima savateriana y espero volverla a hallar para citarla como debe ser.



Mis libreros contienen obras que están ordenadas en algunos sitios por temas y en otros por autor o género literario. Cuando estoy trabajando en la redacción de algún libro el relativo acomodo de los libros es alterado porque tomo de los distintos anaqueles un diccionario, o bien una obra que tiene cierta relación con la temática en turno, otras veces los libros sacados de los estantes son para hecerme de información acerca del contexto histórico/cultural del tópico sobre el que estoy redactando. Al paso de días y semanas en los alrederores de la computadora (ordenador en España) hay pilas de libros que no he regresado de donde los tomé y postergo el momento de hacerlo. Para cualquier otra persona los montones acumulados reflejan un caos de papel encuadernado. Para mí es un desorden necesario y me posibilita tener al alcance la obra que requiero sin tener que estarme levantando de la silla incontables veces para tomar/devolver los volúmenes usados en la redacción. En ciertos momentos los libros se apilan y apenas queda un estrecho pasillo para transitar de una habitación a otra.



Días pasados me he ocupado de regresar los volúmenes que se enciman en columnas que amenazan con desbordarse y recolocarlos en los entrepaños que con antiguo o nuevo criterio decido. La verdad es que no avanzo mucho. En lugar de reacomodar el cúmulo libresco, me detengo para repasar líneas de ciertas obras, releo lo marcado en anterior lectura, en ocasiones rememoro dónde y cuándo compre o me obsequiaron el libro que tengo ante mis ojos. Pasan las horas y los avances en ordenar los libros no auguran que vaya a lograr siquiera terminar con el pilar de volumenes que pensé podría regresar a los libreros en cuestión de minutos.



Además de regresar a los libreros las obras utilizadas en meses pasados, están los libros que no han tenido un espacio en los entrepaños. Ya sea porque son compras recientes, mayormente novedades adquiridas en las excursiones a librerías o compradas en línea, que van engrosando la lista de lecturas pendientes. Considero que si las novedades son puestas en la repisa temática correspondiente muy posiblemente no voy a leerlas y mejor las dejo en montón aparte, junto al espacio donde habitualmente escribo. El inicial ánimo reordenador ha sido derrotado porque no quiero dejar a las novedades apiñadas huérfanas de lectura.



De buena fe y para solucionar que los libreros ya no pueden contener más libros ni puestos en doble fila, me han recomendado que me deshaga de los volúmenes que ya no necesito. El consejo siempre me ha llevado a preguntarme, ¿y cómo sé que no voy a necesitar los libros que descatalogue de mis libreros? También hay buena cantidad de libros que poseo pero no he leído, y tal vez no leeré. Sin embargo me parece que lo estimulante de esos libros no leídos es tenerlos cerca, ya que al formar parte de mi inventario la posibilidad de leerlos es real. Es mejor tener libros que no he leído a querer leer alguno y no poder hacerlo por no tenerlo. Los libros en espera son una posibilidad de poder iniciar la conversación con ellos en cualquier momento.



No faltan quienes me encomian a que ya no me haga de libros impresos, que mejor entre decididamente a la era de las obras electrónicas o digitales. Comentan que en los dispositivos que almacenan e-books caben miles de ejemplares. Lo sé bien. Es más, tengo el lector Kindle de Amazon, que simula hojas de libros. Pero solamente he comprado libros electrónicos cuando no tengo a mi alcance la versión en papel. El libro impreso me cautiva, lo considero fascinante y un logro tecnológico cuya historia traza magistralmente Elizabeth L. Eisenstein en La imprenta como agente de cambio. Cumunicación y transformaciones culturales en la Europa moderna temprana (México, Fondo de Cultura Económica, 2010).



Las vacaciones están llegando a término, comienzan los días de regresar a las tareas que me harán posponer para otros momentos la posibilidad de tener un poco más ordenados mis libros. Además de celebraciones disfrutadas en familia, encuentros con amigos y hermanos entrañables, he pasado jornadas lumínicas entre libros apilados que, tengo la esperanza, algún día tengan su espacio en un librero. Otra vez el soneto de Francisco de Quevedo ilustra mi experiencia:




Retirado en la paz de estos desiertos, 



con pocos, pero doctos libros juntos, 



vivo en conversación con los difuntos, 



y escucho con mis ojos a los muertos.



 



Si no siempre entendidos, siempre abiertos, 



o enmiendan, o fecundan mis asuntos; 



y en músicos callados contrapuntos



al sueño de la vida hablan despiertos. 



 



Las grandes almas que la muerte ausenta, 



de injurias de los años vengadora, libra, 



¡oh gran don Joseph!, docta la imprenta. 



 



En fuga irrevocable huye la hora; 



pero aquélla el mejor cálculo cuenta, 



que en la lección y estudios nos mejora.



 

 


2
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 
Respondiendo a

marco
09/01/2018
02:12 h
2
 
hace muchos años estuve en tu casa y vi tu librero toda una estancia enorme al pasar de los años seguramente eso es otra dimensión, lo que sigue en ti mi hermano es tu sencillez y sensibilidad en tu don, es agradable darnos ese sabor a la labor de leer y de escribir
 
Respondiendo a marco

Tomas Gomez
07/01/2018
02:42 h
1
 
Carlos me encantó tu articulo, es muy revelador de una persona dedicada a la lectura, sin dudas que quienes aspiramos a escribir conseguimos en el mismo algunos secretos y claves muy útiles. Bendiciones,
 



 
 
ESTAS EN: - - - Ordenar libreros
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.