Fraternidad Teológica Latinoamericana: 45 años

Han dado inicio las jornadas de celebración y reflexión por los 45 años de la Fraternidad Teológica Latinoamericana. Estrictamente los 45 años de la fundación de la FTL se cumplen el próximo diciembre. En 1970, se reunieron en Cochabamba, Bolivia, treinta y siete jóvenes teólogos para dialogar sobre la autoridad e interpretación de la Biblia en las comunidades evangélicas, después las exposiciones fueron compiladas en un libro, El debate contemporáneo sobre la Biblia (Ediciones Evangélicas Europeas, 1972).

Reunidas en Sao Paulo, Brasil, varias generaciones de integrantes y personas cercanas a la FTL están analizando varios aspectos del ser y hacer del movimiento frente a los desafíos de las fronteras teológicas contemporáneas. Están aquí tres de los fundadores de la FTL: Samuel Escobar, René Padilla y Pedro Arana. Junto con estos bien conocidos teólogos evangélicos, participan en el evento mujeres y hombres de entre 20 y 30 años. A la sesión inaugural asistieron cerca de 300 personas.

Después de las palabras inaugurales a cargo del presidente de la FTL-Brasil, Lyndon de Araújo Santos, dio inicio la primera conversación, que desarrolló René Padilla. Inició recordando los objetivos que nuclearon la FTL, a saber: 1) Promover la reflexión en torno al Evangelio y a su significación para el ser humano y la sociedad en América Latina. Con este fin estimula el desarrollo de un pensamiento evangélico atento a los interrogantes que le plantea la vida en el mundo latinoamericano. Para tal reflexión se acepta el carácter normativo de la Biblia como la Palabra de Dios, escuchando bajo la dirección del Espíritu Santo el mensaje bíblico en relación con las relatividades de la situación concreta. 2) Construir una plataforma de diálogo entre pensadores que confiesen a Jesucristo como Salvador y Señor y están dispuestos a reflexionar a la luz de la Biblia a fin de comunicar el Evangelio en medio de la situación concreta. 3) Contribuir a la vida y misión de las iglesias evangélicas en América Latina, sin pretender hablar en nombre de ellas ni asumir la posición de su vocero en el Continente latinoamericano.

El doctor Padilla evocó a José Míguez Bonino, particularmente hizo referencia a una obra seminal del teólogo metodista, Los rostros del protestantismo latinoamericano. Citó un párrafo de la obra de Míguez Bonino, con el cuál se identificó y, consideró, refleja bien la identidad de la FTL: “ He sido catalogado diversamente como conservador, revolucionario, barthiano, liberal, catolizante, moderado, liberacionista. Probablemente todo eso sea cierto. No soy yo quien tiene que pronunciarse al respecto. Pero si trato de definirme en mi fuero íntimo, ‘lo que me sale de adentro’ es que soy evangélico. En ese suelo parecen haberse ido hundiendo a lo largo de más de setenta años las raíces de mi vida religiosa y de mi militancia eclesiástica […] Si en verdad soy evangélico o no, tampoco me corresponde a mí decirlo. Ni me preocupa que otros afirmen o nieguen. Lo que en verdad soy corresponde a la gracia de Dios. Pero al menos eso es lo que siempre he querido ser.”.

En su charla, René Padilla, subrayó la necesidad de continuar con el principio efeteliano conocido como hermenéutica bíblica contextual. Si se toma en su integralidad el principio escritural de la encarnación, entonces una teología que aspire a ser bíblica tiene que ser contextual, en diálogo con las condiciones sociales, históricas, culturales y políticas de iberoamérica.

El autor de Misión integral, hizo un breve recorrido por las consultas continentales de la FTL, para mostrar cómo el movimiento se ha esforzado por estimular el pensamiento bíblico contextual en torno a temas de urgente posicionamiento evangélico.

Para resumir el rol de la hermenéutica contextual en el seno de la FTL, René Padilla consideró que el uso de ella “tanto en los encuentros como en las publicaciones vinculados a la FTL a lo largo de su itinerario justifica el calificativo de la teología efeteliana como una teología contextual. Rolando Gutiérrez la describió atinadamente como una teología evangélica que ‘da por sentado que sólo es posible cuando los cristianos toman en serio la situación socioeconómica, política y cultural en que viven, y se esfuerzan por encarnar los valores del Reino de Dios en su propio contexto. En línea con esta convicción, la reflexión auspiciada por la FTL, ha mantenido un énfasis iterdisciplinario y varios de los miembros del movimiento son profesionales que, sin tener una capacitación teológica formal, quieren pensar teológicamente’”.

La FTL ha organizado el Congreso Latinoamericano de Evangelización más o menos cada diez años. El primero bajo su asupicio fue el número II, en 1979, en Lima, Perú., y el más reciente el V en 2012, en San José Costa Rica. Padilla mencionó la centralidad que en esas reuniones tuvo la reflexión bíblica contextual, y las iniciativas de acción y servicio que tal pensamiento ha estimulado. Diversos ministerios, hoy bien consolidados por toda Latinoamérica, nacieron en buena medida como formas de implementar lo imaginado en la reflexión bíblica contextual.

Al final de su exposición, el doctor Padilla señalo que las fronteras teológicas de hoy son básicamente las fronteras que “plantea la globalización socioeconómica, política y cultural promovida por los centros de poder imperial dominados por la corrupción moral y espiritual. Son fronteras que en el campo teológico exigen el desarrollo de una ética social fundamentada en las premisas teológicas implícitas en los objetivos de la Declaración de Cochabamba que hemos citado al comienzo de esta ponencia”.

La riqueza de este tipo de encuentros está en seguir con atención exposiciones plenarias como la de René Padilla, pero se acrecienta en los encuentros y conversaciones en grupos espontáneos, en los intercambios cognitivos/afectivos con nuevos y antiguos compañeros y compañeras de brega. Es también refrescante el intercambio de nuevos libros, ejemplares a los que difícilmente se tendría acceso si no hubiera la oportunidad de asistir a eventos excepcionales como este.