La misión integral de los menonitas kekchí

Los pueblos originarios latinoamericanos están construyendo su presente y futuro de formas diversas. Y lo hacen porque en su seno tienen lugar distintos ritmos y formas de diversificación social, cultural, económica y espiritual/religiosa.

Los kekchí, en Guatemala, son un pueblo de origen maya. Tuve la oportunidad de visitar y conocer el trabajo que realizan los indígenas de aquella etnia que se identifican como menonitas. Están agrupados en la Iglesia Nacional Evangélica Menonita Guatemalteca (INEMGUA), y la organización que coordina sus labores de servicio y acción social es la Fundameno (Fundación Menonita Kekchi de Guatemala).

La vida de INEMGUA, sus objetivos y formas de alcanzarlos, los determina la asamblea general anual, a la que asisten pastores, diáconos, ancianos, unión femenil, integrantes de la junta directiva y los representantes de cada uno de los programas del organismo. Es decir, son regidos por ellos mismos, y aunque cuentan con ayudas fraternales externas, los menonitas kekchi son quienes toman las decisiones y la responsabilidad de lo que deciden.

La INEMGUA está conformada por 114 iglesias, que se distribuyen a lo largo de seis regiones: Carchá (45), Chicojl (12), Colaj (16) Fray Bartolomé de las Casas (14), Monte Cristo (18) y Canlech (9). El liderazgo de cada una de las congregaciones locales está en manos de los kekchí.

En su reciente asamblea general (8-9 de enero) se dio a conocer que INEMGUA tiene 9,189 miembros bautizados, y casi otro tanto de asistentes, por lo cual la población kekchí identificada con el anabautismo menonita es poco más de 18 mil personas. Es importante recordar que como sus correligionarios en la fe de todo el mundo, los menonitas kekchí practican el bautismo de creyentes, instruyen a la niñez en que si bien forman parte de una comunidad de fe, es necesario que en cierto momento, y de forma personal y consciente, se tome una decisión de seguir a Cristo, dando testimonio público de la decisión por medio del bautismo.

Los menonitas kekchí tienen bien diseñados programas educativos para cada grupo que conforma sus iglesias. Entre ellos y ellas la educación teológica es para todos y todas. Los pastores deben asistir a un seminario anual de capacitación para, como consigna un material que me obsequiaron, “reforzar sus conocimientos sobre la Santa Biblia”. El seminario más reciente estuvo basado en el libro El reino al revés, de Donald B. Kraybill. La versión castellana está disponible en el siguiente link.

El Instituto Bíblico Menonita Berea se localiza en el municipio de San Pedro Carchá, y es el espacio en el que se forman los pastores menonitas kekchí de Alta Verapaz. El informe que me compartieron menciona que en el Instituto Berea “se imparten los cursos del Nivel Instituto Bíblico, el cual se divide en primer y segundo nivel y el Nivel de Bachillerato. En la Asamblea General 2014 se graduaron 8 estudiantes de Primer Nivel, 7 de Segundo Nivel y 1 de Bachillerato. Nos sentimos muy contentos de trabajar de la mano con Semilla [Seminario Bíblico Latinoamericano, con sede en la capital guatemalteca], ya que ellos nos proporcionan mucha ayuda con los maestros y los materiales”.

El Instituto Bíblico de los kekchí se llama Berea, en alusión a unos habitantes de tal lugar, quienes “tenían una mentalidad más abierta que los de Tesalónica y escucharon con entusiasmo el mensaje de Pablo. Día tras día examinaban las Escrituras para ver si Pablo y Silas enseñaban la verdad”, (Hechos 17:11, Nueva Traducción Viviente).

Los materiales para la Escuela Dominical los redacta, en kekchí, el director del programa educativo de INEMGUA. Los cuadernos son distribuidos en cada una de las iglesias menonitas. Inicialmente su periodicidad fue trimestral, actualmente es semestral y el proyecto es que llegue a ser anual.

El Comité Unión Femenil lo componen mujres líderes de cada una de las seis regiones en que se divide INEMGUA. Las líderes se reunen bimestralmente para compartir experiencias y ayudar a reforzar el trabajo donde sea necesario. Hoy seis mujeres están estudiando en el Instituto Bíblico Berea, y el número de ellas va a crecer en las próximas generaciones.

En cuanto a la Fundación Menonita Kekchí de Guatemala (Fundameno), esta tiene una librería y papelería, donde se expenden materiales para apoyar los procesos educativos de los menonitas kekchí, pero también de la población en general.

Son 133 alumnos, sumados mujeres y hombres, quienes se preparan en el Centro Educativo Menonita Kekchí Bazaleel como peritos contadores, unos a nivel básico y otros como carrera más especializada. Les proveen de herramientas educativas que van a incidir en mejoría para sus vidas, las de sus familiares y de su comunidad. Como preparación adicional el Instituto Bazaleel “imparte clases vocacionales en las cuales los alumnos pueden formarse en actividades productivas, como carpintería, herrería, panadería, sastrería y cocina”.

Enseñar a leer, alfabetizar, abre nuevos horizontes de comprensión y Fundameno desbroza el camino “en seis comunidades de San Pedro Carchá y San Juan Chamelco, haciendo un total de 118 alumnos de 15 años en adelante inscritos en las tres fases de estudio del nivel primaria para adultos. El 80 por ciento de estos son mujeres. Cada comunidad cuenta con su alfabetizador”. En el Colegio Menonita de Nivel Básico Plan Sabatino Saraxoch están inscritos 43 alumnos de 15 años en adelante en los tres niveles básicos de estudio, el 98 por ciento de estos son de las áreas rurales.

En Fundameno también impulsan el Curso de Auxiliar de Enfermeria Comunitaria (CAEC), en e cuall están “30 alumnos estudiando, el proceso tiene una duración de 18 meses. Las cuotas son accesibles para la gente rural. Este programa fue creado con el fin de dar oportunidad a la gente pobre de prepararse académicamente para mejorar su futuro. Además se les apoya con hospedaje y alimentación, los estudiantes tienen la opción de elegir entre permanecer como internado o externado”.

En la Farmacia Fundameno se cuenta con el servicio de venta de medicamentos y dan consultas generales en kekchí. El precio de las medicinas “se acomoda al alcance de la gente de las áreas rurales”.

Hasta fines del 2014, Fundameno tenía un convenio con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social del gobierno de Guatemala. Las autoridades gubernamentales guatemaltecas proveyeron hasta entonces fondos que Fundameno administraba para dar servicios de salud a población en general. Fue así, que según el reporte del año pasado lograron atender médicamente a 180,669 personas, lo que hicieron con “205 empleados en 14 jurisdicciones, de las cuales 5 sonde Baja Verapaz y 9 de Alta Verapaz”. Su objetivo lo definen con claridad: “llevar la salud a los lugares más arriconados de nuestro país”.

El gobierno guatemalteco decidió concluir el convenio que tenía con Fundameno y organizaciones no gubernamentales similares, para hacerse cargo directamente de los servicios de salud. Por el bien de los kekchí es deseable, y exigible, que lo haga con la misma dedicación y gran capacidad que la realizada por Fundameno.

La misión integral realmente existente practicada por los menonitas kekchí demuestra que han comprendido muy bien la integralidad del Evangelio, que es servir a los seres humanos en la totalidad de sus necesidades.