¿Cuántos libros ha escrito César Vidal? Yo calculo unos 50, y creo que me quedo corto. Con su abultada producción literaria está a punto de superar a Pérez Galdós y a Menéndez y Pelayo.
Este que comento es un libro distinto a otros suyos. Para que el lector conozca la investigación llevada a cabo por Vidal al emprender la redacción de este secretismo católico en España, he de decir que ha consultado obras de 366 autores, según he contado con paciencia en las páginas 929 a la 949.
Según los editores, “tras largos años de silencio y distorsión provocados por el inmenso poder de la Iglesia, Vidal aporta por fin un relato riguroso, lleno de datos hasta ahora desconocidos y secretos”. En entrevista con Pedro Tarquis, el director de PROTESTANTE DIGITAL señala que César Vidal acude a
“un soporte documental inmenso, que es fundamentalmente católico”.
A fin de que el lector tenga una idea del contenido de este magistral libro transcribo aquí
los principales puntos del sumario:
· De la conversión en religión estatal a la “solución final” del problema judío.
· De religión sometida a religión sometedora.
· La España de la contrarreforma.
· De la supresión de la Ilustración a la oposición al Estado liberal.
· El Régimen de la Restauración.
· De la segunda República a la guerra civil.
· De la victoria al distanciamiento del franquismo.
· De la transición a la era Zapatero.
Si tuviera que decir qué es esta obra de Vidal diría que
es una inmersión en la historia de lo que ha sido la Iglesia católica en España desde que implantó sus dominios en nuestro país hasta el día de hoy.
@MULT#IZQ#67118@Vidal “ofrece la primera historia completa y nunca contada de la Iglesia católica en España”.
La historia tiene el número de páginas suficientes para enseñarnos dos cosas: que esta Iglesia ha hecho lo posible y lo que en principio parecía imposible para instalarse en las alturas políticas del país. Y que ha tratado de llevar lo más lejos posible los secretos de sus operaciones internas. Si Schiller dijo que la historia universal es el tribunal del mundo, ante este tribunal sienta Vidal a curas y obispos, a cardenales y papas quienes “aprovechando su fuerza sobre el poder civil quedaron como única fuerza espiritual” en España.
Como escritor protestante me interesa especialmente la tercera parte del libro, donde el autor escribe a lo largo de 140 páginas sobre la España de la Reforma y la Contrarreforma.
Para Vidal, “la Reforma del siglo XVI significó un deseo decidido, ferviente y entusiasta de regresar a la cosmovisión de la Biblia”. Citando a Ángel Alcalá, profesor de la Pontificia de Salamanca, concluye que “España nunca fue, para desgracia suya, un pueblo de la Biblia”. Ahora si lo es, pero tal vez la apertura del texto bíblico haya llegado tarde. Los españoles de este siglo XXI no leen la Biblia, la mayoría no la conoce, les resulta un libro extraño.
La inquisición no solamente quemaba hombres, también quemaba Biblias.Antes de la Reforma, el 1 de enero de 1478 una bula del papa Sixto IV autorizaba el establecimiento de la inquisición en España. El 13 de julio de 1834 un decreto de la reina María Cristina, viuda del rey Fernando VII, suprimía definitivamente el horrendo tribunal. Su última víctima fue el protestante Cayetano Ripoll, maestro de escuela. En 1824 fue encarcelado. Al no conseguir sus verdugos que se retractara de la fe que profesaba, la audiencia de Valencia lo condenó a la horca. Su cadáver fue encerrado en un barril pintado con llamas rojas y enterrado en un lugar profano.
César Vidal afirma que la Iglesia católica actuaba con fiereza en contra de los grupos protestantes“que se reunían en las casas para leer la Biblia y orar”.
Documenta varios casos de exterminio en la segunda mitad del siglo XVI.En diciembre de 1560 quince protestantes fueron arrojados a las llamas. El 26 de abril y el 28 de octubre del año siguiente dieciocho más “fueron arrojados a la hoguera, encontrándose entre ellos cuatro sacerdotes del convento de San Isidoro”, en Sevilla, quienes habían abjurado de la Iglesia católica y convertidos a la fe que proclamaba la reforma.
Sigue Vidal: “entre 1559 y 1562, en seis autos de fe, habían sido quemadas o sometidas a otras penas más de dos centenares de personas cuyo único delito era amar la Biblia”. Juan Antonio Llorente, que fue secretario general del llamado Santo Oficio asegura que la inquisición actuaba en España desde finales del siglo XII. Afirma que el primer documento de la Inquisición en Cataluña data de 1194. El mismo Llorente, autoridad indiscutible en esta materia, dice que la inquisición en España, liderada por la jerarquía católica, causó en el país 341.021 víctimas. De estas, 31.912 perecieron quemadas en persona; 17.659 quemadas en estatua y 291.450 fueron castigadas con penas graves. En LA INQUISICIÓN Y LOS ESPAÑOLES, edición de 1967 en Editorial Ciencia Nueva, Llorente continúa: “si añadiésemos los castigados en los tribunales de Méjico, Lima, Cartagena de Indias, Sicilia, Cerdeña, Orán, Malta y las galeras del mar, el número sería incalculable”.
Este ha sido, a lo largo de la Historia, el macabro rostro secreto de la Iglesia católica en España, apoyada siempre en el brazo secular del poder político y que César Vidal denuncia en el espléndido libro que estoy comentando.
Aquellos llamados reyes católicos, inquisidores de judíos y musulmanes, que iniciaron el descuartizamiento de la nación española, cosían “sólo con el hilo de la Iglesia católica”. La política de Felipe II, de funesta memoria, enemigo acérrimo del protestantismo, fue “un fiel trasunto de los deseos de la Santa Sede… y significó el fin de las libertades”.
Una de las constantes de la Iglesia católica ha sido el rechazo de la libertad religiosa, incluso hasta tiempos recientes.“Hay un informe del Nuncio –embajador del Vaticano en España- cuando está muy cerca la Segunda República, que se refiere a las iglesias evangélicas como “la peste evangélica”. Y allí –continúa César Vidal- habla de cómo hay que utilizar a los gobernadores civiles, por el hecho de que son católicos, para expulsar a los evangélicos de donde están”.
Tampoco hay que retroceder tanto en el tiempo. Cuando el Gobierno español proyectaba en 1966 un estatuto de libertad religiosa que aliviara un poco la situación asfixiante que vivían los protestantes españoles, los eternos discípulos de Torquemada anunciaban un fuego de azufre sobre el país. En el libro EL VOTO DE LA HISTORIA Y DE LA BIBLIA SOBRE LA LIBERTAD RELIGIOSA, el jesuita José Álvarez decía que “con la libertad religiosa los protestantes minarían el terreno a la verdadera fe y hundirían España”. Otro pájaro de mal agüero, Antonio Pildain y Zapíain, por entonces obispo de Canarias, publicó en abril de 1964 una carta pastoral en la que decía: “el proyectado reglamento sería gravemente nocivo para el catolicismo en España y habría de dar origen, entre nosotros, a una espantosa guerra espiritual”.
LA HISTORIA SECRETA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN ESPAÑA. Con esta obra César Vidal se confirma como uno de los grandes estudiosos europeos del drama católico. En cada nuevo libro se supera al abordar distintos géneros. Las diferentes obras de su prolija producción son criterios de identificación, instrumentos circunstanciales y transitorios de su brillante personalidad como escritor.
He aquí un libro muy importante, y en muchos aspectos esencial y novísimo sobre el poder que la Iglesia católica ha ejercido aquí, desde que España es España.
Lo que ella ha querido que se conozca y los secretos que se ha guardado.
César Vidal ha escrito un libro clarísimo, profundo, poniéndonos al corriente de hechos que otros historiadores del mismo tema jamás han dicho, bien por ignorarlos o porque no se atrevieron a publicarlos.
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