Jonás es un personaje interesantísimo que aparece en 2 R 14:25 en el reinado de Jeroboam II donde le dice al Rey que debe extender sus fronteras y recuperar el territorio perdido.
Lo encontramos en el reinado del norte, el reinado más rico y poderoso de un reino dividido cuya capital en el Norte es Samaria.
Se lo describe como un profeta y su nombre Jonás hijo de Amitay, significa que es el hijo de la verdad.Diosle envía a predicarle a los Asirios conocidos por su maldad y crueldad, en este caso debe ir a Nínive. La orden es: “levántate, anda, ve a esa gran ciudad a predicarles” Jon 1:1-2
¿Que debía significar para Jonás ser un siervo de alcance local y global? ¿qué debería entender?
1- QUE DIOS ES DIOS DE TODAS LAS NACIONES (Sal 47:8)
Nínive no está excluida de su amor y compasión. Es interesante que Jonás que es el hijo de la verdad, que sabe y tiene la verdad;
cuando la verdad de Dios lo confronta lo que hace es huir. Se embarca a Tarsis, un lugar totalmente opuesto a Nínive.
Decimos que vamos a ir a todos lados pero en la práctica hay determinados campos que no queremos pisar. Nos negamos ir a Nínive y el resultado es que Nínive sigue andando por los caminos de destrucción.
Jonás declara “Soy hebreo y temo al Señor”, siempre y cuando ese Señorío se adapte a mis intereses.
Corremos el riesgo de limitar la acción de Dios a la esfera de la Iglesia. Estaactitud lleva a la desobediencia. Latentación de Jonás es la tentación de la Iglesia: ¡No te metas!
2 - QUE FUIMOS CREADOS PARA UNA MISIÓN
Creados para una Misión significa que debemos ser fieles a su llamado y no huir.
Algunos dicen: “La tarea de la iglesia es solo espiritual” pero
la misión también tiene que ver con la justicia, con los que no tienen voz, los desnutridos, enfermos y marginados. La Tarsis donde a veces huimos la llamamos él “bien de la iglesia”. Decimos: “¿Que tengo que ver con esa gente tan diferente a nosotros?”
¿Podrá la ciudad de Jope ayudarnos para entender que fuimos creados para una misión?, O ¿será el punto final para materializar nuestra desobediencia?
Esta ciudad ocupa un lugar central en dos relatos bíblicos, el de Jonás y el de Pedro (Hch 10:9-48). Los dos se enfrentan a llamados semejantes.
Uno debe ir a Nínive y el otro a Cesarea para visitar a un gentil. Los dos sienten rechazo hacia “otras etnias o gentiles”
(gentil viene de la raíz de la palabra que se traduce etnia, otras etnias que son diferentes a nosotros). A los dos se los llama a
una misión insólita en contra de sus principios culturales y religiosos. Uno acepta el llamado y el otro no.
Tenemos que decidir entre la fuga de Jonás o la obediencia de Pedro.
Jonás estaba muy agradecido por lo que Dios había hecho en su propia tierra y quiere desentenderse de las naciones.
Dios envía a su iglesia a todo el mundo, pero su iglesia muchas veces solo mira lo que ha logrado. Es como Jonás jactándose de las conquistas de Jeroboam y negándose de ir a Nínive.
En Jope, Jonás y Pedro están solos con su Dios. Muchas veces los siervos que Dios ha levantado pasan por la misma experiencia.
¿Tendrá la iglesia que dejar solos a quienes se ven obligados a tomar decisiones difíciles?
3 - QUE LA TEOLOGÍA SE DEBE MANIFESTAR EN LA OBEDIENCIA
La imagen que tenemos de Jonás es la de un patriota nacionalista. Es desobediente no por capricho o por falta de valor.
Su desobediencia tiene que ver con buscar beneficios únicamente para su “institución” o sea su Israel.
La obediencia no pasa por estar cerca del templo.
Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. Elpueblo de Israel fue religioso pero con un corazón lejos de Dios. Preferimos un Dios limitado a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo,
Dios no se queda ahí. Es el Dios que ama a todo el mundo.
4 – QUE DIOS NOS SALVA PARA COMPROMETERNOS CON SU MISIÓN.
Jonás tuvo una segunda oportunidad.
“Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y proclámale el mensaje que te voy a dar” (Jon 3:1-10)
Dios no salva a Jonás para Jonás mismo. No lo salva porque es Hebreo, elegido o especial.
La razón de salvar a Jonás no es para que continuara su camino a Tarsis o para que regrese a Israel.
Dios le salva para que cumpla su misión. Dios salva a su iglesia en el día de hoy no tanto por ella misma sino por su misión al mundo.
Nuestra elección tiene que ver con ejercer nuestra responsabilidad. Si nos salvo y preserva es para que seamos instrumentos de salvación a otros (Is 49:6).
Implica comenzar “procesos intencionales” de llevar todo el evangelio a todas las etnias. Nosotros necesitamos un arrepentimiento como la ciudad de Nínive. Es volver a Dios cuando hemos estado muy lejos de Él.
“Pero esto disgusto mucho a Jonás y lo hizo enfurecerse” Jon 4:1 ¿Por qué nos disgustamos?
“Así que oro al Señor de esta manera: -¡OH Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba en mi tierra?
La ciudad de Nínive se arrepintió, pero esto “disgusto mucho a Jonás y lo hizo enfurecerse”. Se irrito.
Uno de los problemas que tenemos es nuestro etnocentrismo.
1. No podemos tolerar un amor tan amplio
A partir de acá se revelan los sentimientos de Jonás y los motivos de su acción.
La queja del “siervo” Jonás no es porque duda del amor de Dios sino porque su amor es demasiado amplio. No quiso ir a Nínive porque conocía el amor de Dios y
la amplitud de ese amor le causaba disgusto. “Por eso me anticipe a huir a Tarsis, pues bien
sabía que tú eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, que cambias de parecer y no destruyes” (Jon 4:2 b). Cuando no aceptamos un amor tan amplio nos embarcamos en sentido contrario.
2. Dios no es como nosotros pretendemos
“Jonás salió y acampo al este de la ciudad. Allí hizo una enramada y se sentó bajo su sombra para ver que iba a suceder con la ciudad”.
Jonás conocía el amor divino y sospechaba que Dios perdonaría a Nínive. Su teología era correcta pero
la fórmula que él declara, se le vuelve a sí mismo como fórmula de acusación porque desobedece. Se escapa a la Tarsis teológica.
Dios quiere de nosotros, más que una buena teología, una correcta obediencia. Cualquier teología que lleve a la desobediencia o sirva para evitar la obediencia, es mala teología.
Corremos el riesgo de ser como Jonás, sentarnos a lamentarnos que Dios no es como nosotros pretendemos y usar la palabra de Dios para justificar la desobediencia.
3. Las cosas no salen como nosotros queremos.
“Jonás salió y acampo al este de la ciudad. Allí hizo una enramada y se sentó bajo su sombra para ver que iba a suceder con la ciudad” “Para aliviarlo de su malestar, Dios el Señor dispuso una planta. La cual creció hasta cubrirle a Jonás la cabeza con su sombra. Jonás se alegró muchísimo por la planta”. (Jon 4:5-6)
Jonás espera ver la destrucción de la ciudad y se sienta a esperar. La choza le da sombra pero no lo libra de su malestar.
Dios provee una planta que le dará sombra y el resultado es que “Jonás se alegró muchísimo” pero Dios todavía no está satisfecho con Jonás.
“Pero al amanecer del día siguiente Dios dispuso que un gusano la hiriera y la planta se marchito” “Al salir el sol, Dios dispuso un viento oriental abrasador. Además,
el sol hería a Jonás en la cabeza, de modo que este desfallecía”
“Con deseos de morirse, exclamo: ¡Prefiero morir que seguir viviendo! Pero
Dios le dijo a Jonás: ¿Tienes razón de enfurecerte tanto por la planta? – ¡Claro que la tengo!
Le respondió - ¡Me muero de rabia! El Señor le dijo: “Tú te compadeces de una planta que, sin ningún esfuerzo de tu parte, creció en una noche y en la otra pereció.
Y de Nínive, una gran ciudad donde hay... personas que no distinguen su derecha de su izquierda,... ¿no habría yo de compadecerme? (Jon 4: 6-11)
Muchas veces nos parecemos a Jonás en su enojo, testarudos y porfiados.
Si algo sale mal nos enojarnos mucho. Un proyecto que no se da, alguien nos falla, no logramos la posición que pretendíamos, una enfermedad, un problema en la familia o la iglesia, un desperfecto en la casa o un choque con el vehículo y nos enojamos.
4. Necesitamos experimentar la Gracia de Dios.
Dios nos da una lección por medio de su Gracia. Significa estar siempre
agradecidos, cuando crece la planta y cuando la planta se seca. A veces no somos “agradecidos” con todo lo que “ya tenemos”. Nos olvidamos de todas las bendiciones.
Cuando la planta se seca puede ser señal del cuidado de Dios y no es menor que cuando la planta crece. Las plantas secas pueden ser señales que Dios está trabajando en el proceso de la vida para que veamos otra dimensión.
Dios quiere llevarnos a un nivel más profundo de confianza en él. Que demos nuevos pasos de Fe y compromiso para hacernos solidarios con un mundo de necesidad, donde el sol abrasa y no hay calabaceras con que cubrirse.
La vida del cristiano debe ser una vida que siempre sé está ampliando.
Es ver la amplitud de su amor por los no alcanzados con el evangelio y actuar en consecuencia. Tal vez sentados frente a nuestras plantas secas Dios nos diga: “te dueles por esta dificultad
¿y no ves que yo me duelo por las grandes dificultades y dolores del mundo al que té envío? Si todo fuera alegría, paz y bienestar general nos olvidaríamos del resto del mundo.
Jonás “el profeta, pastor o siervo” se sentó esperando que Dios cediera en su manera de pensar, mientras tanto
Dios está esperando por miles de Jonases que cedan y que cambien en su manera de amar. Dios mira por los débiles e indefensos. Los israelitas se reservaban todos sus privilegios y derechos en su relación con Dios pero no se unieron a la misión de Dios en el mundo. A nosotros nos puede pasar lo mismo.
Ni una palabra se nos dice acerca de la respuesta de Jonás. Lo importante no es lo que Jonás respondió sino lo que hoy respondemos en situaciones semejantes.
El final de la historia está a nuestro cargo.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN
¿Qué actitud suelo tomar cuando me confrontan con la verdad?
Ante determinados temas y realidades ¿Tenemos la tentación de huir y decir
¡No te metas!?
¿Cuáles son las responsabilidades que más nos cuesta asumir? ¿Por qué?
¿Qué procesos intencionales estamos comenzando para llevar todo el evangelio a todo el mundo?
¿Qué es lo que me hace disgustar mucho? ¿Suelo quejarme y estar irritado?
¿Qué actitud suelo tomar con aquellas personas que son diferentes a mi manera de pensar? ¿Somos amplios y generosos en amar, aceptar y perdonar? ¿En relación con mis enemigos? ¿Soy bondadoso, compasivo y lento para la ira?
¿Solemos ser agradecidos con Dios y nuestro prójimo?
¿Cómo reacciono cuando las cosas no salen como pensábamos?
¿Cuál es la lección de la Gracia?
¿Qué espera Dios de nosotros?
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