Manuel Velasco Coello
Gobernador de Chiapas:
Usted está enterado del reciente caso sucedió en el ejido Los Llanos, municipio de San Cristóbal de Las Casas. De todas maneras resumo el suceso al consignar que en días pasados 31 indígenas tzotziles evangélicos intentaron regresar a su hogares, los cuales debieron abandonar los primeros días de enero del 2010. En ese entonces la salida de ellos y ellas se debió a los ataques en su contra perpetrados por autoridades católicas tradicionalistas, quienes les expulsaron por no compartir las particulares creencias religiosas en las que se imbrican los llamados usos y costumbres con elementos del catolicismo romano.
El exilio al que se vieron forzados los evangélicos de los Llanos tuvo lugar para salvaguardar sus vidas. Sus pertenencias y viviendas fueron arrasadas por los intolerantes, éstos incendiaron las humildes viviendas de la pequeña comunidad protestante del poblado. Los perseguidos se refugiaron en San Cristóbal de Las Casas, donde les dieron alojamiento correligionarios en la fe. Al paso del tiempo el gobierno de quien le antecedió a usted en el cargo, Juan Sabines Guerrero, alojó al grupo en una casa. Las condiciones del lugar eran denigrantes para la dignidad humana, así como la ayuda alimentaria que de forma inconstante se le hacía llegar a los desplazados. Un sector de la comunidad evangélica de San Cristóbal de Las Casas contribuyó a paliar las necesidades de las cuatro familias desplazadas.
El caso de Los Llanos llegó, por propia denuncia de los afectados, a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). El organismo, tras analizar las evidencias, concluyó que se trataba de intolerancia religiosa por parte de los tradicionalistas contra los evangélicos. Este no es el lugar para glosar el documento de la CNDH, que consta de 15 páginas a renglón cerrado (
disponible en internet) pero sí es el espacio para recordar que
dicha instancia del Estado mexicano emitió las siguientes recomendaciones al gobernador Sabines Guerrero:
PRIMERA.
Se tomen las medidas necesarias, con objeto de garantizar el retorno de los desplazados al ejido Los Llanos, municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, así como la pacífica convivencia, el respeto a su patrimonio y a profesar la religión que elijan, y se informe a esta Comisión Nacional sobre el resultado.
SEGUNDA.
Se brinde asistencia humanitaria a los agraviados que continúan alojados en las instalaciones del templo evangélico “Alas de Águila”, ubicado en San Cristóbal de las Casas, en esa entidad federativa, y se remitan a esta Comisión Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento.
TERCERA.
Se giren instrucciones, a quien corresponda, a efecto de que, en coordinación con la instancia municipal, se implementen las acciones tendentes a solucionar el conflicto religioso en el ejido Los Llanos, municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y se informe a esta Comisión Nacional sobre el resultado.
CUARTA.
Se instruya, a quien corresponda, a efecto de que se disponga lo necesario para llevar a cabo cursos de capacitación para los servidores públicos del gobierno de Chiapas, respecto de las funciones que tienen encomendadas en la legislación vigente, en materia de salvaguarda de los derechos a la libertad de creencia; y, realizado lo anterior, se dé cuenta a esta Comisión Nacional.
QUINTA.
Se instruya, a quien corresponda, para que, en términos de lo dispuesto en el artículo 28 de la Ley de Derechos y Cultura Indígenas del estado de Chiapas, se implemente un programa para dar a conocer las leyes vigentes, el funcionamiento del sistema judicial, así como las instancias que lo integran, y la armonización de estos con los usos y costumbres de las poblaciones indígenas y, realizado lo anterior, se informe a esta Comisión Nacional.
Del incumplimiento de las disposiciones de la CNDH da cuenta que a dos años y medio de que el organismo emitió sus recomendaciones (30 de noviembre de 2010), los expulsados de Los Llanos siguen refugiados en San Cristóbal de Las Casas, y que cuando creyendo que contaban con la protección del gobierno de Chiapas para retornar al ejido ellos y sus acompañantes solidarios fueron dejados en el desamparo y el resultado es que fueron duramente golpeados, amarrados y amenazados de ser quemados por sus antiguos perseguidores.
Funcionarios que laboran en el gobierno que usted preside, en lugar de ofrecer garantías a quienes continúan exiliados para que pudiesen regresar a Los Llanos, simplemente permanecieron inactivos y uno de ellos declaró al experimentado reportero de
La Jornada, Elio Henríquez, que “se le avisó al pastor Esdras [Alonso], que no había condiciones para que se intentara el regreso de los evangélicos, pero no hizo caso”.
¿Y qué no es obligación de usted y los funcionarios gubernamentales de Chiapas hacer que esas condiciones existan? ¿Cuanto más tendrán que esperar los expulsados para que haya condiciones que hagan posible su regreso? Llevan tres años y medio en un refugio lacerante, ¿será que por ser indígenas, y además protestantes, el destino de ellos y ellas carece de importancia para el gobierno de Chiapas?
Las responsabilidades que evadió solventar el gobernador Juan Sabines Guerrero, le corresponde a usted cumplirlas y hacerlas cumplir. Usted, al tomar, posesión del cargo gubernamental que tiene hizo juramento de cumplir y hacer cumplir las leyes de la Constitución mexicana y la del estado de Chiapas. Los evangélicos de Los Llanos tienen derechos reconocidos por los instrumentos legales citados, derechos que han sido flagrantemente violentados, y es su deber darle solución a tan indignante situación.
La inacción de las autoridades abona el terreno para que los intolerantes sigan por el camino que niega a otros sus derechos. Por desgracia conflictos como el de Los Llanos acontecen en otras partes de la geografía chiapaneca. La Coordinación de Organizaciones Cristianas ha dado a conocer que son al menos 21 comunidades las que presentan conflictos religiosos y en todos esos casos los agredidos son indígenas evangélicos.
Señor gobernador, termino con una pregunta:
¿va usted, o no, a solucionar el caso Los Llanos, y otros semejantes, en el marco de las leyes o van a seguir las componendas con los reiterados agresores en detrimento de los derechos de los agredidos?
Atentamente
Carlos Martínez-García
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