Entrevistamos a Julia Doxat-Purser, representante socio-política y coordinadora de Libertad Religiosa de la Alianza Evangélica Europea (
www.europeanea.org).
Anteriormente ejerció como representante de la AEE en Bruselas, donde su trabajo se centró en conseguir que la Directiva de Trabajo Europea del 2000 se modificara para garantizar la flexibilidad esencial para los grupos religiosos.
El papel de Julia es ahora el de ayudar a los evangélicos a comprometerse en el espacio público de manera efectiva y “cristiana”. Disfruta, sobre todo, de animar a la siguiente generación de evangélicos, en colaboración con IFES (universitarios cristianos evangélicos).
Enseña, escribe, ofrece apoyo legal y servicio de consultoría, y pone a especialistas en contacto. También convoca de manera conjunta el Foro Europeo de Libertad Religiosa, aglutinando a la comunidad cristiana de libertad religiosa.
Colabora con Os Guinness y otros muchos socios para promover la Carta Global de la Libertad de Conciencia (
www.charterofconscience.org). Desarrolla la Red Europea por la Libertad, uniendo diferentes ministerios que trabajan contra el tráfico ilegal de personas y la prostitución (
www.europeanfreedomnetwork.org ). Está casada con Alistair.
Pregunta.- ¿Qué logros han alcanzado en el foro público, en estos últimos años, los evangélicos europeos en cuanto a participación en la vida pública? ¿Podría darnos ejemplos concretos?
Respuesta.-Muchos, aunque eso es difícil de responder porque los mejores y más claros ejemplos que me vienen a la mente ahora mismo son confidenciales. Lo siento.
P.- ¿Se ha logrado que los políticos evangélicos oren conjuntamente con los políticos que no lo son? ¿Oran las iglesias por los políticos de su país?
R.-Sí. Hay reuniones de oración, grupos de oración privados y desayunos de oración en Bruselas, Estrasburgo, Londres y, sin duda, en otras partes, que incluyen creyentes evangélicos, católicos y ortodoxos. El pasado mes de septiembre, junto con IFES, organizamos el Foro Estudiantil Europeo dirigido a estudiantes y recién graduados Evangélicos que se sintieran llamados por Dios a servir en el espacio público. En el programa incluimos un desayuno de oración para ellos en el Parlamento Europeo, organizado por un eurodiputado evangélico, pero al que acudieron eurodiputados y funcionarios de otras denominaciones.
Fue un evento para dar testimonio, compartir y orar muy profundamente. Al final del mismo, me emocioné cuando una católica me dijo que nunca había asistido a algo así en su vida; estaba verdaderamente conmovida y sabía que necesitaba y quería reevaluar su relación con Dios. Algunos amigos evangélicos aceptaron continuar reuniéndose con ella.
P.- ¿Cómo debe ser un político creyente que quiere ser luz y sal en la sociedad?
R.-Debe pedir a Dios que le ayude a ser un/a auténtico/a embajador/a de Cristo, reflejando a Jesús en todo lo que son, hacen y dicen, en la medida de lo posible.
Se pueden mirar las directrices socio-políticas de la EEA que resaltan los principales valores a tener en cuenta.
P.- Hace algunos años los políticos evangélicos ingleses habían conseguido hacer cambios sustanciales en cuanto a temas como el aborto, por ejemplo… ¿Ha habido progresos al día de hoy?
R.-Es cierto, pero para información actualizada la forma de obtenerla es poniéndose en contacto con CARE, que es la fuente más fiable (
www.care.org.uk)
P.- ¿Cree que la Alianza Evangélica Española puede ser un instrumento eficaz a la hora de actuar como catalizador de las iniciativas de sus miembros, teniendo en cuenta que nos encontramos en un país con una democracia reciente, los evangélicos conformamos un grupo minoritario y los recursos económicos y humanos son reducidos?
R.-¡Creo que ya lo es! Me consta que la AEE, a través fundamentalmente de personas voluntarias, está logrando tener un buen impacto, que es mucho mayor de lo que uno pudiera esperar teniendo en cuenta sus recursos humanos o económicos. Un buen ejemplo sería el mismo Protestante Digital, o la buena influencia política que desarrollan en Madrid y Barcelona.
P.- Somos conscientes de que constituimos una minoría. Aun así, ¿los cristianos tenemos la responsabilidad de intentar influenciar en la sociedad? ¿De clamar contra la injusticia y la opresión de los más débiles?
R.-Por supuesto. La Biblia está llena de pasajes que indican claramente que Dios no está interesado especialmente en la religión, sino que espera y desea que el fruto de la fe de los creyentes sea estar buscando defender a los débiles o enfrentándose a la injusticia.
Y en cuanto a ser una minoría es irrelevante. Ser una minoría sólo significa que hay que usar nuestra imaginación para lograr un impacto en la sociedad, pero también simplifica las cosas –no tenemos ningún interés establecido que defender, y tenemos menos procedimientos complicados a la hora de tomar decisiones.
Me alegra y me siento animada por cómo los evangélicos españoles están expresando su opinión en la vida pública y se están involucrando para ayudar a aquellos atrapados en la explotación sexual (tráfico de personas / prostitución), o su lucha para establecer y mantener sus lugares de culto, de la misma manera que lo hacen otras comunidades como los musulmanes.
P.- ¿Es compatible la democracia con una religión de Estado?
R.-Podría serlo. Depende fundamentalmente de si en esa democracia todas las comunidades religiosas son libres para practicar su fe de manera plena, tanto en privado como en público. La Ley Europea de Derechos Humanos exige a los estados que maximicen los derechos de todos sus ciudadanos sin discriminación ni prejuicios.
P.- ¿Cuál su visión de España desde una óptica religiosa?
R.- Mi percepción es que los evangélicos tienen un papel fundamental para ayudar a curar las heridas del pasado consecuencia de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco, construyendo puentes allí donde las comunidades todavía estén polarizadas y enfrentadas.
P.- ¿Es necesario que haya independencia entre la Iglesia y el Estado? ¿Debe la iglesia recibir recursos del Estado para su sostenimiento y para la ejecución de proyectos y actividades eclesiales?
R.-Hay diferentes posturas entre los propios evangélicos. Por ejemplo, los anabautistas y los anglicanos tendrían una visión muy diferente, así que EEA no tiene una postura oficial sobre este tema concreto. Recibir dinero puede ser importante y útil, especialmente para proyectos de acción social, pero sólo mientras esto no impida que las comunidades religiosas puedan seguir siendo una voz profética, independiente, pudiendo criticar si es preciso al gobierno cuando las cosas se hacen mal, sin limitaciones en tener una actividad auténticamente evangélica y evangelística, pudiendo compartiendo la Palabra libremente.
Finaliza la entrevista. Gracias, Julia, por acercarnos el pensamiento de la Alianza Evangélica Europea sobre los temas abordados en esta entrevista, que nos atañen a los evangélicos de España o de otras latitudes. Gracias por el tiempo que nos has brindado, pues sé que tienes que atender numerosos frentes.
Traducción: Miriam Borham
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