Natanael responde como una persona prejuiciosa “¡De Nazaret!, ¿Acaso de allí puede salir algo bueno?”.Tenía dificultades para aceptar la propuesta. Nazaret era un pueblo sin importancia por su pequeñez y señalado en la ruta de las caravanas, lugar impuro, mezcla de gente y costumbres.
La periferia genera duda, desconfianza, riesgo e inseguridad.Quizás, algunas veces nos parecemos a Natanael. No estamos abiertos a otros y colocamos a las personas en determinadas categorías, como Natanael en principio lo hacía con Jesús.
Entre la gente y los religiosos de esa época estaban aquellos que no supieron identificar a Jesús.Algunos decían que no sabían de donde vendría el Cristo mientras que otros decían que vendría del linaje de David y de Belén (7:25-27 y 41-44). Había contradicciones entre ellos y algunos se mantuvieron cerrados ante la presencia de Jesús.
El Hijo de Dios está abierto para todos los que tienen fe pero permanece escondido para aquellos que lo rechazan.
Jesús mostró su apertura y revelación. Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba comento: “Aquí tienen a un verdadero israelita en quien no hay falsedad” (Jn 1:47). Esto fue una invitación a la reflexión.
”Los israelitas tomaban su nombre del patriarca Israel. Al nacer se lo llamo Jacob, “el que suplanta” aunque el sentido más antiguo de la palabra es “que Dios proteja”. Jacob vivió engañando. Génesis presenta a Jacob no como alguien a quien Dios protege, sino como una persona que vive por su astucia y el engaño. El cambio de su conducta aparece cuando lucho contra Dios y recibió el nombre de Israel (Gn 32:22-32).
El saludo de Jesús a Natanael podría parafrasearse como, “un verdadero descendiente de Israel, en quien no hay Jacob.
Natanael se quedó sorprendido y pregunto ¿De dónde me conoces? Jesús le contesta “antes que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto”. Todo esto puede ser un símbolo de la piedad de Natanael.
Si estaba orando y si oraba por la venida del Mesías entonces las palabras de Jesús habrían dado con su verdadera situación interna.
Natanael confiesa “¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!”. Jesús lo cuestiona con una pregunta, “¿Lo crees porque te dije que te vi cuando estabas debajo de la higuera?” Lo confronta en vez de felicitarle por esta declaración.Es como si le dijera no basta con esto.
Lo cierto es que Jesús cuestiona nuestras confesiones y creencias.
Jesús desafía a Natanael a tener una visión más amplia: “¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!” y añadió “Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre” (Jn 1:49-51). Lo acontecido tiene relación con la visión de Jacob (Gn 28:10-22).
Jesús se identifica como el único y verdadero vínculo entre el cielo y la tierra, entre Dios mismo y toda la humanidad.
Jesús es el Dios vivo, encarnado entre los hombres para que su bendición llegue a todas las familias de la tierra.
No es solo para un determinado grupo étnico. Es para toda lengua, pueblo y nación (Ap. 5:9). El evangelio es de alcance universal y transforma toda la existencia humana. No alcanza con tener un concepto correcto de Jesús. Dios nos invita a vivir el evangelio en lo cotidiano y experimentar su poder.
Natanael tuvo un encuentro con el Señor. Cuando buscamos vivir bajo la protección de Dios comienza una nueva vida. Las autoridades de la época fueron desafiadas a rechazar la astucia, el engaño y doblez. Debían vivir con humildad y no declararse como la máxima autoridad de sabiduría y control.
Natanael era una persona que buscaba con sinceridad y honestidad a Dios.Estuvo abierto a lo que Jesús podría hacer en su vida y supero el prejuicio.
Se nos llama a ser amplios y abiertos. Vivir la sorpresa y esperanza. Ver cosas más grandes. La invitación está presente: “Ven a ver”. Implica no quedarnos con lo ya aprendido.
Dios seguirá cuestionando nuestro seguimiento porque no es el final del camino.
Todo tiempo es oportuno para ver algo más grande. Llegar al sentido y propósito de la vida. Unirnos a su misión
.Te invito a ver a Jesús con los ojos de la fe y tener esta experiencia que nos lleva a vivir lo sobrenatural.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN
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¿Solemos tener prejuicios? ¿Sobre qué cosas y personas? ¿Cómo podemos superarlos?
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¿Estamos abiertos a seguir aprendiendo de otros hermanos con diferentes trasfondos y culturas? ¿Soy una persona amplia y abierta para recibir a otros?
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¿Cómo encarnamos y vivimos a Jesucristo en el servicio a la comunidad local y global? ¿En qué manera Dios cuestiona nuestro seguimiento y nos confronta? ¿Qué significa estar abierto a ver cosas mayores que vienen de Dios?
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¿Qué implicación práctica tiene para la iglesia local el que “todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y tu descendencia”? (Gn 28:14)
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