Jesús ejemplificó lo que es el discipulado cristiano. Marcos registra el primer elemento en esta preparación: Jesús, tomando la iniciativa, llamó a sus discípulos para que "estuviesen con él" (Mr. 3:14 R-V).
Aquí se encuentra la característica básica de su modelo de discipulado: la relación interpersonal entre el maestro y su discípulo.
Compartía con sus discípulos no sólo sus ideas, sino también su persona, su carácter, su ser mismo. Revelaba su ternura, su preocupación por la gente, su identificación con los que sufren. Un mensaje de arrepentimiento, perdón y restauración: las buenas noticias, el evangelio (Mr. 1:14-15).
"Todo el que está bien formado será como su maestro" (Lc. 6:40 BJ). La meta del seguimiento de Jesús es ser como él. Compartir la vida con Jesús y acompañarle por todas partes apuntaban a la transformación del discípulo: la transformación de su carácter, sus valores, sus prioridades en la vida, su acercamiento a la gente.
Los nombró "apóstoles" (Mr. 3.14), personas enviadas para cumplir sus instrucciones, ser sus testigos y ser sus misioneros. Marcos resume las palabras de Jesús en pocas palabras: "...y para enviarlos..." (3.14). Ser "pescadores de hombres" (Mr. 1:17) ilustra bien la obra de Jesús acerca de involucrar a sus seguidores. El tiempo de aprendizaje en contacto íntimo con Jesús, por importante que fuera, no podía ser un fin en sí. "Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes" (Jn. 20.21). "Salieron y exhortaban a la gente a que se arrepintiera", expulsando demonios y sanando enfermos (Mr. 6:12-13). La misión que inició Jesús apela a la persona entera y se dirige a resolver necesidades en todas las áreas de su vida: su relación con Dios, su estado espiritual y psíquico, su bienestar físico. ”
¿QUE IMPLICA ESTE LLAMAMIENTO?
El llamado es una invitación y lo nuestro debe ser una respuesta. Somos llamados a ser discípulos de Jesucristo, Mateo 11: 28-30, Efesios 4: 1-3.
•
1- Es un proceso que dura toda la vida, comienza, continua y no tiene fin. No dice: ¡ya llegue! Dura toda la vida y nadie puede decir ya me gradué.
•
2- Es un modo de vida. Un modo de pensar distinto. Es la mente de Cristo en contraposición con la mente del mundo secular sin Dios.
•
3- Es la calidad de la relación. Jesús y yo, con nosotros mismos y la relación con otros seres humanos.
•
4- Es la profundidad de la entrega y el compromiso bien pensado. Es profundo, no superficial. Afecta todo nuestro ser y distingue quien es discípulo de aquel que no lo es.
“Todos pueden entrar en la profundidad de este compromiso. No se necesita tener un título de grado, ser sabio, intelectual, culto, profesional, pastor o misionero. No hace diferencia entre pobres y ricos, joven o adulto, el que tiene mucha educación y el que no la tiene. Es una invitación abierta para todos y no excluye a nadie. Nunca se llega a ser demasiado viejo para comenzar el proceso. Dios sea alabado por todo esto.”
Son pocos los que comienzan este proceso. Es una demanda grande. Es pensar diferente a la sociedad secular. Es el llamado a ver las cosas de una manera diferente; a la manera de Jesús. El Rey de Reyes y Señor de Señores se acerca y se abre hacia nosotros. Nos dice “yo te amo como un estudiante”, “ven y yo te voy a formar”, nos capacita y ser discípulo es el único requerimiento o respuesta. Cualquier persona en cualquier lugar puede entrar en la profundidad de este compromiso. Jesús nos invita a estar con él, andar con él y aprender de él. Es un requerimiento que debe durar toda la vida.
El discipulado no es un medio para un fin. Es el objetivo final. Se basa en estar respondiendo cada día. Muchos son llamados, se hacen “cristianos” pero pocos califican como discípulos. Muchos comienzan y pocos siguen. Muchos responden pero son pocos los que aceptan las condiciones y experimentan poder. Un discípulo es una persona que da respuesta a ese llamado siguiendo a su maestro (Mateo 11:28). Es saber que hay futuro. Ser discípulo es confiar en Dios en toda situación por las perspectivas del futuro. Las cosas dependen de Él y no de nosotros. Un discípulo es alguien que conoce su identidad; nuestra historia puede cambiar.
¿Cuáles son algunas características de este discipulado?:
•
1- Es alguien que acepta las condiciones o “el yugo”. “Carguen con mi yugo” (Mateo 11:29). El yugo implica estar unido a otro. La idea que se describe es aceptar “las condiciones”. No es una tontería. La tontería es rechazar las condiciones.
•
2- Es alguien que aprende. “Aprendan de mí”, dice el Señor (Mateo 11:29). Es alguien que se somete a la enseñanza. En este aprendizaje el Señor nos enseña las cualidades o el modelo a seguir (Filipenses 2:5-8):
- Él fue un siervo por lo tanto me transformó en siervo. Es “servir” a otros hombres pero no dominarlos y controlarlos.
- Es tener unanimidad con los planes del Padre y que Dios sea exaltado en “todo”. Es vaciarse de uno mismo para estar presente ante otros. Rebajarnos, humillarnos, ser obedientes.
- Es alguien que sale buscando a la gente. Llama a otros para que conozcan al Señor.
•
3- Es alguien que reacciona como Él. Ser mansos y humildes. “Yo soy apacible y humilde de corazón” (Mateo 11:29). No siempre lo somos.
•
4- Es alguien que experimenta poder. “Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana” (Mateo 11:30). Cuando me doblego ante el maestro las condiciones se transforman en suaves y la carga es liviana. Somos llamados a experimentar el poder sobrenatural de Dios en nuestras vidas.
Preguntas para la reflexión:
¿Qué entiendo por vocación y ocupación? ¿Qué es ser discípulo?
¿Cuál es nuestra respuesta a la voluntad del Padre?
¿Cómo esta nuestra relación con Jesucristo y la comunidad del reino de Dios?
¿Cómo es nuestro seguimiento?
¿Seguidores de quién?
Si quieres comentar o