Siempre el amor

Para el verdadero amor deberían ser todos los meses, todos los días, todas las horas. El amor siempre debe hablar, incluso con la boca cerrada.

Escribir sobre el amor es escribir sobre lo inagotable. En tanto que exista una estrella brillando en el firmamento existirá el amor. Y cuando la tierra perezca por fuego, cuando dejen de nacer niños, cuando los cielos se plieguen y los abismos celestiales abran sus puertas, el amor seguirá su ciclo, porque amor es el mismo corazón de Dios habitando en las alturas.

En su precioso libro ESTUDIOS SOBRE EL AMOR, Ortega y Gasset afirma que “el amor es el más grande de los misterios. Incluso más grande que el misterio de Dios, porque a Dios no lo vemos, pero al amor lo tenemos entre nosotros”.

Cualquier Diccionario o Enciclopedia nos dirá que misterio es todo aquello que no podemos comprender ni explicar. Así, Dios es misterio. Y la vida. Y la muerte. Y el alma. Y la Trinidad. Y la encarnación. Y el más allá.

Vivimos rodeados de misterio, por el misterio, porque misterio somos nosotros mismos. Como Pablo, hacemos lo que no queremos. Dejamos de hacer lo que queremos. No nos comprendemos ni podemos explicarnos.

En la historia de la literatura antigua existen tres grandes libros sobre el amor. Uno es EL CANTAR DE LOS CANTARES, incrustado entre las páginas de la Biblia como una gozosa sorpresa. Este libro no menciona ni una sola vez a Dios, pero enaltece Su obra, sublimiza el amor. Otro libro es EL BANQUETE, de Platón. Otro EL ARTE DE AMAR, de Ovidio.

Salomón escribió Cantares unos mil años antes de Cristo. Platón, filósofo griego, compuso EL BANQUETE cinco siglos antes de la venida de Cristo a la tierra. Y Ovidio, poeta latino, nació en Roma 43 años antes de hacerlo nuestro Dios y Señor Jesucristo, el Galileo, en Belén.

A todo esto, ¿qué es el amor? He aquí algunas definiciones:

“El amor es la fuerza estremecedora que empuja el mundo hacia adelante, la potencia cósmica que todos llevamos dentro” (Susana March, escritora española).

“El amor es una especie de perfume. La flor que exhala este perfume es la más bella de la creación: la mujer” (Alfredo de Musset, poeta francés).

“¿Quieres saber qué es el amor? Eso que abrigas en el alma. Siéntelo para ti, pero no me lo preguntes” (Gustavo Adolfo Bécquer, poeta español).

“El amor es la poesía de la persona que no hace versos, la idea de la persona que no piensa, la novela de la persona que no escribe” (Edmund Goncourt, escritor y poeta francés).

“El camino más excelente” (San Pablo).

Un sentimiento eterno: “Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciaría” (Salomón).

El mar, con sus muchas aguas, no puede apagar el fuego del amor. Los ríos, por muy impetuosos que corran, no logran ahogar los anhelos de amor que brotan del alma. Todas las fortunas de la tierra, reunidas en tesoros tentadores, no son suficientes para comprar el amor.

Esto es amor. Quien lo vive lo sabe.