Jesús dijo: “Pero quiero que sepan que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y también en los lugares más lejanos del mundo” (Hechos 1.8). En esta misión se encuentra involucrada nuestra entrevistada de hoy: Ana Giménez, presidenta de Aglow.
Pregunta.- ¿Qué es Aglow?
Respuesta.- Una organización de mujeres cristianas renovadas y dedicadas a Jesucristo como su Señor y Salvador.
Grupos de mujeres de distintos entornos y de diferentes denominaciones que se reúnen regularmente para adorar a Dios, alabarle y compartir acerca de Jesús y lo que Él significa para ellas. Un ministerio que Dios está utilizando para tocar la vida de miles de mujeres en todo el mundo, presentándoles a Jesús y alentándolas a vivir en el poder del Espíritu Santo. Una mano extendida al mundo que por medio de estudios, grupos de apoyo y grupos de oración intercesora, comparte el evangelio de Jesucristo. Un canal de amor y del poder de Dios para hogares, iglesias y comunidades de mujeres.
P.- Estás al frente de una organización cuyo nombre significa “fervientes en el espíritu”. ¿Cómo mantenerse así y lograr al mismo tiempo que otros conozcan a Jesús?
R.- La palabra ferviente, que viene de fervor, significa: Calor intenso. Devoción y piedad ardiente y Eficacia. Con la ayuda de Dios cada una de las que formamos parte de este ministerio intentamos vivir con fervor el mensaje de Jesús y llevarlo a cada persona que Dios trae a nuestras vidas, tanto a nivel personal o cuando llegan a nuestras reuniones en los grupos pequeños que se reúnen en diferentes ciudades de España, o también cuando vienen a nuestra conferencia anual que tenemos cada Febrero.
P.- La oración juega un papel muy importante en vuestro ministerio. ¿Crees que los evangélicos estamos descuidando la oración, que dialogamos menos con Dios?
R.- Sí, en nuestro ministerio la oración es fundamental, cada grupo tiene una responsable de oración, la cual trasmite las necesidades y convoca a la oración en sus zonas. También recibimos motivos de oración desde la oficina Internacional en Seattle-USA, que compartimos con todos los grupos y también los colgamos en nuestra página web cada mes.
Desde el principio, el Señor transformó el pequeño ministerio de Aglow en una red mundial de mujeres de oración, que unen sus fuerzas con las de Dios para establecer su Reino por toda la tierra. Cuesta aceptarlo, pero, si miramos nuestras iglesias, la reunión de menos asistencia es la de oración, en ocasiones lo impide el trabajo y en otras el letargo; sin embargo, espero que en nuestras vidas personales sea prioridad nuestro tiempo de conversación diario con nuestro Dios. Si somos fieles veremos cambios y respuestas tanto en nuestra vida como en nuestro entorno.
P.- Para febrero está previsto vuestro retiro anual, donde se concentran normalmente cerca de mil mujeres. ¿Por qué son cada vez más importantes los retiros para las mujeres? He asistido a muchos eventos de este tipo, y nunca he percibido diferencia de colores, lenguas, acentos… denominaciones.
R.- Por la gracia de Dios llevamos años teniendo una media de 1.500 mujeres o más en dos fines de semana. El año pasado lo hicimos en un solo fin de semana y tuvimos 1.300 y estábamos muy justas; este año hemos dado un salto de fe y nos trasladamos al Hotel Auditorium de Madrid, donde podremos estar 2.200 mujeres juntas en un teatro precioso. Podéis ver la información en nuestra web:
www.aglowes.com
En cuanto a que cada vez son más importantes los retiros para las mujeres, creo que siempre lo han sido, ya que eventos de mujeres se llevan realizando por casi 50 años, por ejemplo, el de la UDME.
El hecho de poder apartar un fin de semana para una mujer es una forma de desconectar de la vida cotidiana y dedicar esos días a estar tan sólo alabando a Dios, recibiendo nuevo ánimo y nuevas fuerzas para continuar con la visión o llamamiento que ha recibido. Para algunas, significa ver que son importantes y necesarias para Él y para la extensión del Reino. También es hermoso observar a las que llegan por primera vez a una reunión como la nuestra y conocen a Dios de una forma personal como Señor y Salvador. También es muy animador estar juntas y tener comunión con mujeres de diferentes denominaciones y de diferentes partes de España y del extranjero, siempre salimos reforzadas y animadas para lo que Dios quiere con nosotras y a través de nosotras, en el hogar, iglesia y ciudad.
Nos alegra que digas que nunca has percibido diferencia de colores, lengua, acentos… denominaciones; eso es lo que intentamos, que cada una sienta que está reunida con la familia de Dios, que es muy diversa y que tiene diferentes formas de expresarse.
P.- Una de las ponentes de este encuentro es Rut Conard, escritora y fundadora del Ministerio internacional “Diseñadas para ser pilares”. ¿Qué mensaje piensas que dejará?
R.- Hace pocos días tuve la oportunidad de estar con ella y me dio los temas. Os los paso, es una primicia. El lema de nuestra conferencia de este año es: EL SONIDO DE TU VOZ, Daniel 10:9, y los títulos de las charlas de Ruth son los siguientes: 1- El precio de escuchar. 2- El privilegio de escuchar. 3- El porvenir y tu parte. También contaremos con Graciela Giménez, ella es una gran conferencista internacional, escritora y consejera; estamos seguras que nos traerá buenos temas de parte de Dios, no los tenemos aún porque no se los hemos pedido. Lo sentimos.
P.- Tú también formas parte de la organización del proyecto Mi Esperanza. ¿Podrías hacernos un balance estimativo de esos tres días de mensaje y testimonios televisivos?
R.- No he sido parte de la organización. Al ser de la Junta de Aglow, la organización nos pidió si podíamos apoyar el proyecto y convocar reuniones en algunas ciudades de España junto con diferentes asociaciones que trabajan con mujeres. Así que, una servidora, junto con Ana María Huck, de UDME, acompañamos a Ruth Conard quien animaba y compartía cómo abrir un hogar Mateo.
Para mí ha sido de gran bendición ver los testimonios televisivos, y ver que todas las denominaciones de nuestro país se han unido para presentar el evangelio es un hito histórico y esto en el ámbito espiritual ha hecho mella. Los programas han sido de gran calidad y la presentación del evangelio extraordinaria. Estos días, al oír de tantos testimonios y de tantas decisiones, tan sólo puedo decir:
Gracias, Señor, este proyecto ha sido pensado por Ti y para Ti, ya estamos viendo fruto y aún veremos más.
P.- ¿Piensas que España está preparada para recibir esta forma de evangelización?
R.- España debe ser evangelizada y me parece bien este tipo u otros. La televisión es un gran medio y nos encantaría tener más oportunidades y más programas de buena calidad como lo ha sido Mi Esperanza.
P.- ¿Qué papel tiene la mujer cristiana en la Iglesia y en la sociedad de este siglo XXI?
R.- Primordialmente, creo que el papel de la mujer es el mismo que el del hombre: “llevar a toda criatura a conocer a Dios como Señor y Salvador de sus vidas, alentar a buscar la dirección de Dios en sus vidas diarias, darles ánimos, ofrecerles compañerismo y ayudarles a madurar espiritualmente a través del conocimiento profundo de la Palabra de Dios”.
P.- ¿La Evangelización y la Compasión deben ir de la mano? ¿Nos dejó Jesús un mensaje claro al respecto?
R.- Sí, van de la mano. Compasión significa: Sentimiento de lástima motivado por la desgracia o mal que otro padece.
Nos debe llevar la compasión a evangelizar, sin duda, ya que todos sabemos que si el hombre no se arrepiente de sus pecados y se entrega a Dios, su fin es la condenación eterna, y si nosotros hemos llegado a conocer una salvación tan grande no podemos callar. Jesús nos dejó el mensaje muy claro, en Mateo 9:36 leemos: “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas…”; y al final de los evangelios nos habla de la Gran Comisión: “Id y haced discípulos a todas las naciones… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…” (Mateo 28:19 -20).
P.- ¿Necesitamos, en nuestro país, diseñar nuevas estrategias para llegar a una sociedad cada vez más secularizada, posmoderna y relativista?
R.- Creo que estrategias hay muchas y pueden haber aún más y mejores.
La iglesia debe adaptarse a los tiempos que le toca vivir sin perder nunca “el mensaje que Jesús nos trajo”. Me encantaría ver aún más presencia cristiana de la que hay en todos los ámbitos sociales. Seguimos avanzando. La mejor manera en que llegamos e impactamos a los que nos rodean es vivir conforme a los principios de la Palabra de Dios, no hay peor efecto que decir “soy cristiano” y vivir con un estilo de vida totalmente distinto. Me encanta el pasaje en el cual las gentes les decían a los discípulos de Jesús: “se nota que han caminado con Él”.
P.- ¿Cómo llegó Jesús a tu vida?
R.- A los trece años de edad. Un compañero de la escuela fue atropellado por un coche y murió, a partir de ese momento descubrí la muerte. Me daba terror pensar en ella y durante mucho tiempo sufrí con la idea de que mi vida iba a acabar en un agujero oscuro.
Mi tío materno, que vivía en Canadá como emigrante, conoció el evangelio allí y sintió la necesidad de volver a España a traer las “Buenas Nuevas a su familia”. Un día nos acompañó a una conferencia donde Juan Antonio Monroy predicaba utilizando para ello el pasaje de Juan 11:25 “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto vivirá”. Con 14 años, y sin conocer nada, le dije a Jesús: No sé quién eres ni dónde estás, pero ven a mi vida”. Ha sido la mejor decisión de toda mi vida, ya que al conocerle me ha librado de tantas y tantas cosas que actualmente puedo decir alto y fuerte: TÚ ERES, OH DIOS, LO MÁS HERMOSO DE MI VIDA.
Vivo y viviré sirviéndole en lo que me pida, hasta que me lleve a su presencia.
Finaliza la entrevista. Gracias, Ana. Deseamos que el Señor siga bendiciendo vuestra relevante tarea de compartir el evangelio de Jesucristo.
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