John Knox incendia Escocia

Los protestantes escoceses pidieron el retorno de John Knox a su país.

HISTORIA AUTOR Mario Escobar Golderos 02 DE DICIEMBRE DE 2011 23:00 h

El año 1557 fue un muy feliz para John Knox. Tras una feliz estancia en Ginebra, donde tuvo una intensa vida familiar, académica y pastoral, tiene su primer hijo y vive dedicado arduamente al estudio. Recibe entonces la invitación de los pastores escoceses de retornar a su patria.

Al principio se sintió reacio y pidió consejo de Juan Calvino. Éste le animó a regresar y Knox partió para Escocia en septiembre de 1557.

Una vez en la ciudad de Dieppe, donde debía recoger su barco a Escocia, los nobles escoceses le pidieron que se quedara en Francia. Knox se enfadó muchísimo. Había dejado a su familia en Ginebra y estaba en territorio peligroso, no podía esperar mucho en aquellas condiciones.

Tras dos meses en la ciudad esperando respuesta, Knox se convenció de que las dos enemigas más feroces de Escocia eran la reina de Inglaterra y la regenta de Escocia; la primera perseguía ferozmente a los protestantes y la segunda impedía su retorno a su patria.

Escribió un pequeño panfleto contra las dos mujeres. El título del librito no puede ser más elocuente: El primer toque de trompeta contra el monstruoso gobierno de las mujeres.

En el libro e condenaba la actuación de María Tudor, reina de Inglaterra. Los crímenes y torturas que los protestantes habían sufrido bajo su reinado. Pero Knox generalizaba su rechazo, al negar a la mujer la posibilidad de gobernar un reino o estar por encima del hombre. Las descalificaciones hacia las mujeres en general son tremendas, pero por desgracia responden al espíritu machista de la época, no a la visión particular del reformador.

El libro se imprimió en Ginebra y fue enviado a Inglaterra sin el conocimiento de Calvino. En cuanto comenzó a distribuirse, armó un enorme revuelo. La reina prohibió su lectura y amenazó con la pena máxima a los que lo compraran o leyeran.

Las consecuencias del libro fueron nefastas para la causa protestante. La princesa Isabel escribió airada a Calvino y muchos líderes criticaron las palabras del escocés.

Pero a pesar de la polémica levantada, Knox se convirtió en el líder inspirador de la revuelta en Escocia y consiguió prender la llama de la lucha por la libertad religiosa en toda la Isla.

Las incendiarias palabras de Knox habían conseguido lo que muchos años de lucha no habían conseguido, unir al pueblo escocés y organizar la rebelión contra la regenta.

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Alfonso

11/12/2011

21:02 h

Knox fue un teocrata intolerante. En Escocia, Knox aprobó la siguiente legislación: fue prohibida la Misa así como asistir a ésta, bajo la pena de perder todos los bienes y el azotamiento si es la primera infracción, para la segunda, el destierro; si la tercera, la muerte. (Hughes, 300) Knox, como casi sin excepción todos los fundadores protestantes, fue persuadido de que “todo lo que nuestros adversarios hacen es diabólico”. Él se regocijaba en creer que “es perfecto el odio que engendra el Espíritu Santo en los corazones de los elegidos de Dios, en contra de los condenados por sus santos estatutos” (John Knox, History of the Reformation in Scotland, New York: 1950, Introduction, 73)

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Antonio

04/12/2011

20:11 h

Señalar este incidente con la labor de reforma de Knox es descabellado, sería bueno enfatizar quienes eran estas dos mujeres (sobre todo maria la sanguinaria) y su poder politico. Si tomamos este hecho aislado para ensuciar la vida de Knox, es porque no hemos considerado su historia.

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Kino

04/12/2011

15:59 h

'Las descalificaciones hacia las mujeres en general son tremendas, pero por desgracia responden al espíritu machista de la época'. Sr. Escobar, qué comprensivo es Vd. con este 'reformador', según su criterio podemos justificar a todos los personajes históricos, por qué no, a Nerón,a Stalin,a Hitler,.. por citar algunos. Todos actuaban según el espíritu de la época. Yo pensaba que los verdaderos líderes espirituales iban, precisamente, contra el espíritu de su época, de ahí que ofrecieran hasta su propia vida. Y por ello la humanidad avanzó a épocas más de acuerdo con la razón y la verdadera religión. Cuidadito con los falsos reformadores, pues se parecen más a los talibanes de hoy día.