La coincidente posición de algunos sobre la conveniencia de usar
Agentes para el Cambio en lugar del propuesto:
Agentes de Cambio me hizo ver la necesidad de responder a los lectores, de modo de ir mostrando que estamos por un diálogo abierto y feraz.
Por tal motivo me aboqué a analizar un poco más acerca del uso y costumbres de ciertas palabras o frases de nuestro riquísimo idioma. Pero no me atreví a responderles directamente sino a enviarte el resultado de mi pequeña investigación.
Me fui al diccionario online de la Real Academia Española y llegué a estas definiciones:
agente.
(Del lat.
agens, -entis, part. act. de
agĕre, hacer).
1. adj. Que obra o tiene virtud de obrar.
2. adj.
Gram. Dicho de una palabra o de una expresión: Que designa a la persona, animal o cosa que realiza la acción del verbo. U. m. c. s. m.
3. m. Persona o cosa que produce un efecto.
4. m. Persona que obra con poder de otra.
~ de bolsa, ~ de cambio, o
~ de cambio y bolsa.
1. m. Funcionario que intervenía y certificaba las transacciones de valores cotizables, y otras operaciones de bolsa.
Mi comentario es el siguiente:
El énfasis de la opción
Agentes de cambio como nombre para el blog está puesto en
agentes.
Relacionando los cuatro primeros conceptos de la RAE, podemos afirmar que nosotros, como cristianos comprometidos con nuestro Señor Jesucristo y nuestro prójimo,
somos personas que obramos, o tenemos la virtud de obrar -de manera directa o por delegación de otra persona- para producir un efecto.
En el caso que nos ocupa, es el de
producir un cambio; romper con el status-quo.
Me parece estar comprendiendo mucho mejor lo que significa el mandato del Señor Jesucristo de ir y hacer discípulos a todas las naciones.
Un discípulo de Cristo es una persona que produce cambios allí donde vaya, sea la cultura que fuere; porque, en realidad, en Cristo ya no hay diferencias entre judío o gentil, entre circuncisos e incircuncisos. ¡Maravilloso cambio ese, el de hacer discípulos!
Respecto de la connotación -muy real- con el funcionario de cambio (monetario) es interesante descubrir que la RAE se refiere a esa persona en tiempo de verbo del pasado indefinido; es decir, como si ya no se le llamase así a quienes hacen hoy la misma tarea.
En efecto, la RAE define:
"Persona que intervenía y certificaba...". No dice: que interviene y certifica, en tiempo verbal presente; con lo cual podemos asegurar que esa referencia pareciera haber caído, o estuviese cayendo, en desuso.
Conclusiones:
1. El éxito del blog consiste en que sea permanentemente interactivo.
2. La participación de los lectores nos ayuda a mejorar la calidad del blog, como en el caso de la elección del nombre.
3. Los temas que enfocaremos desde el blog necesitan claridad conceptual y práctica. Los lectores deben marcar el rumbo con sus preguntas, inquietudes y aportes.
4. Nadie es dueño absoluto de la verdad; lo somos sólo en aquello que se nos ha permitido llegar a conocer. Ese motivo nos hace ser más humildes, abiertos y comunicativos. Nos necesitamos unos a otros. Somos un edificio de piedras vivas colocadas en el sitio correcto por nuestro gran Arquitecto. Descubrir nuestro sitio seguramente nos hará cambiar el medio en el que vivimos.
Gracias por tomarte tiempo en leer este pensamiento. Un fraternal saludo en el amor de Cristo.
Si quieres comentar o