Alex Tylee (un seudónimo) sabe de lo que habla, porque puede hacerlo en primera persona. Es cristiana y experimenta tendencias homosexuales.
Desde su posición,
se ha marcado como objetivo concienciar a las comunidades cristianas sobre la realidad de las personas que luchan con su orientación sexual. En Inglaterra, su libro “Walking with gay friends” ha tenido mucha repercusión, por el acercamiento realista y honesto que la autora hace al tema. Ahora se ha traducido al español, bajo el título
“Mi amig@ es homosexual” (Publicaciones Andamio, 2010)*.
Tylee ha accedido amablemente a responder a nuestras preguntas. A continuación, la primera parte de sus reflexiones. La segunda parte la podrán leer la semana que viene.
Pregunta.- Da la sensación que damos por asumido en nuestras iglesias que todo el mundo es heterosexual. ¿A qué apunta esto? ¿Puede ser que se esté ignorando o tapando la realidad de la homosexualidad entre los cristianos?
Respuesta.-Creo que hay algunas razones por las que las personas homosexuales no son muy visibles en nuestras iglesias. Una sería el hecho de que hay una minoría de cristianos que creen equivocadamente que temas como la atracción por personas del mismo sexo desaparecen cuando alguien se convierte al cristianismo. Por ello, no esperan encontrarse personas homosexuales en su comunidad.
Otra razón para esta invisibilidad es que aquellos que son homosexuales tienen miedo de ser abiertos en cuanto a ello porque temen la forma en la que responderían otros cristianos. Por tanto, si las personas homosexuales se mantienen en silencio, es más fácil para todo el mundo pensar que simplemente no existen.
No sé si las iglesias españolas se parecen a las británicas, pero si fuera así, la cuestión de la homosexualidad no es ignorada, ¡se habla y se debate sobre ello muy a menudo! El problema es la forma en la que se habla de ello. Se debe tener en cuenta que algunos de nuestros hermanos y hermanas que están escuchando están directamente afectados por ello y muy posiblemente estén muy sensibles a todo lo que se diga.
P.- Si un amigo cristiano viene a hablar conmigo, y me dice que es gay, ¿cómo deberíamos reaccionar? ¿Qué es lo que deberíamos hacer para ayudarle a expresar su situación? ¿Qué tipo de cosas no ayudan, por nuestra parte?
R.-En primer lugar, alégrate de que alguien ha confiado en ti lo suficiente como para hablar de esto. Reconócele a esa persona que se necesita una buena dosis de valor para afrontar el tema, y ten en cuenta que esta persona se siente muy vulnerable en este momento. Escucha su historia, posiblemente no la hayan explicado nunca antes. Muéstrales gracia. Sé honesto en tu reacción, pero a la vez sé sensible. Haz preguntas, si es necesario. Deja que sea un tema que pueda salir otra vez en conversación, más adelante (de hecho, posiblemente tengas que tomar la iniciativa tú, la siguiente vez).
Si te sientes bien con ello, comparte con este amigo alguna de tus propias luchas de tipo sexual, esto significará que ambos habéis sido honestos y vulnerables, y puede ayudar a tu amigo homosexual a sentirse menos solo. Cosas que
no ayudan sería decir, por ejemplo, que las tendencias homosexuales sólo son una fase y que ya se pasarán, o que si uno ora suficientemente, desaparecerán. Es muy importante sacar el tema una segunda vez, y seguir hablando con este amigo sobre el tema.
P.- Hay un eslogan muy común: “Dios odia el pecado pero ama al pecador”. ¿Es este esta frase adecuada para alguien que está luchando con su tendencia homosexual?
R.-El problema de esta frase es que para muchas personas homosexuales, su sexualidad es intrínseca a su identidad. Así que lo que un cristiano común vería como pecado, esta persona gay lo ve como algo esencial de sí misma. Así que si le digo a una persona homosexual que le quiero, pero no acepto su sexualidad, verá mi amor como algo condicional, porque condena algo que siente que le define como persona. Imagínate como te sentirías si la misma persona te contestara “te quiero, pero odio tu fe cristiana”. Tus creencias permean todo lo que eres como persona, así que si odian esto, odian también todo lo que eres. Así es como a menudo se siente una persona homosexual…
P.- Hay personas con tendencias homosexuales que se consideran cristianas, pero que han intentado “adaptar” las enseñanzas de la Biblia a su identidad sexual o a su comportamiento. ¿Por qué crees que algunas de estas iglesias han reinterpretado lo que la Biblia dice sobre el tema?
R.-Es importante recordar que a menudo estas personas no creen que hayan retocado la Biblia, sino que creen sinceramente que su punto de vista interpretativo es el correcto. El debate sobre la homosexualidad ha polarizado la iglesia y ha dado la sensación al mundo que nos observa que es un tema central del cristianismo, cuando lo que deberíamos mostrar como centro de nuestra fe es a Jesucristo. Es importante para nosotros, como evangélicos, que mostremos gracia a cristianos de diferentes visiones, de la misma forma que debemos hacerlo con no creyentes que chocan con nuestros puntos de vista.
P.- ¿Qué recomendarías a un iglesia que quiere ser más sensible hacia los miembros de la comunidad que son homosexuales, o hacia personas gays que acuden a las reuniones?
R.-Es muy importante ir con cuidado en la forma en la que describimos la homosexualidad. Si decimos “la homosexualidad está mal”, alejaremos a estas personas, tanto las de dentro como las de fuera de la iglesia, y de paso estarás deformando la Biblia. Si, en cambio, explicamos que “la práctica homosexual está mal”, un cristiano homosexual que no tiene relaciones sexuales se continuará sintiendo bienvenido, y cualquier otra persona homosexual podrá entrar en una conversación, en lugar de sentirse excluido sólo por ser quien es.
También es realmente importante ser una iglesia que valora a las personas solteras. En el Reino Unido, la familia y el matrimonio a menudo reciben un status superior al de los solteros, o por ejemplo, hay muy poco apoyo para solteros que están por encima de los 40 años. Crear una cultura de iglesia en la se incluya personas solteras en la vida de la familia cristiana hace mucho más fácil para cristianos homosexuales el sentirse menos solos y ver que son parte de la familia de Dios de una forma real, no sólo de palabra.
P.- Joel Wentz dice en un artículo que una de las peores cosas que se puede decir a un cristiano homosexual es: “Si no eres heterosexual, necesitas leer más la Biblia o orar más sobre ello”. Dice que es totalmente inapropiado porque normalmente estas personas ya lo han leído todo sobre el tema y han estado orando en cuanto a ello por muchos años…
R.- ¡Bueno, creo que aconsejar a alguien que lea la Biblia y ore es un consejo genial para cualquier cristiano! En lo que no estoy de acuerdo es que se deduzca que esto será una ‘solución mágica’ para cambiar la orientación de la persona. Porque se asume con esto que la orientación sexual es una elección, un pecado del que hay que arrepentirse
. Comportamientos sexuales que son pecado pueden cambiarse orando y con la ayuda de buenos amigos, pero la orientación sexual es algo diferente. Muchos cristianos han hablado de un cambio en su orientación sexual, pero muchos, muchos más, sobrellevan su tendencia por el resto de sus vidas, sin que se llegue a dar un cambio. Decir que esto es porque no son suficientemente buenos cristianos es algo hiriente y que no ayuda, y muestra una falta de comprensión por las luchas a las que se enfrentan muchos de nuestro amigos homosexuales que son creyentes.
La segunda parte de esta entrevista, en el próximo número de Magacín.
* “Mi amigo es homosexual”, de Alex Tylee, se puede conseguir poniéndose en contacto con Publicaciones Andamio: [email protected]. También puede conseguir el libro en la página web de la editorial o en su librería cristiana más próxima.
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