Desayuno con diamantes

El mes de los “te quiero” y los días especiales, también se que se acabó el mes de mucho marketing y publicidad; si, San Valentín ha pasado a mejor vida un año más.

Muchos lo celebran a lo grande, apartando un fin de semana especial en un buen hotel, otros se conforman con una esmerada cena romántica, otros -los más- lo celebran regalando una rosa roja o una deliciosa caja de bombones y son muchos los que dicen que el amor se demuestra día a día y pasan por esta fecha sin pena ni gloria.

En realidad, cualquiera de estas opciones tiene su razón de ser, pero ¿a quién no le encanta una caja de bombones sobre la mesa del desayuno bien preparada o una deliciosa rosa roja sobre la almohada?.

Pensándolo bien, ¿qué es el amor?...

Amor es quererlo a él por encima de todo en este mundo.
Amor es extrañarlo cuando no está y estallar de emoción cuando lo reencuentras.
Amor es considerar cada uno de sus dones o talentos como los mejores que existen
Amor es conocer todos sus defectos y, aun así,seguir amándole.
Amor es vibrar de emoción cuando sus ojos se clavan en los tuyos.
Amor es felicitarle cuando hace algo bien y perdonarlo cuando se equivoca.
Amor es pasar toda una vida queriéndole, sin que un solo día disminuya el amor; sino
todo lo contrario.
Amor es que ninguna otra persona,, signifique tanto para ti como él.
Amor es, como cantaría Demis Roussos, querer “morir al lado de mi amor”.

Algunos pensaréis que soy una romántica empedernida y, otros, que soy una cursi de esas que hacen historia, pero ya lo dice la Biblia...

El amor es sufrido.
El amor es bondadoso.
El amor no tiene envidia
El amor no es jactancioso.
El amor no se envanece.
El amor no actua indebidamente.
El amor no busca lo suyo.
El amor no se irrita.
El amor no tiene en cuenta el mal.
El amor no se alegra en la injusticia
El amor se regocija con la verdad
El amor todo lo sufre,todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser

El año que viene, si Dios lo permite, no te olvides de una rosa roja sobre la almohada o, si puede ser, amarilla, son mis favoritas o de una deliciosa caja de bombones sobre una mesa de un “Desayuno con diamantes”.