En los últimos 20 años nuestra forma de pensar y vivir ha cambiado de una forma que nunca antes lo había hecho. Los menores de 25 años iniciaron su educación cuando el concepto de verdad ya era algo histórico, incluso, a decir de muchos, hasta pintoresco, extraño. Como resultado, el último cuarto de siglo ha tenido tierra fértil para el crecimiento de un pragmatismo amoral que ha ido ganando aceptación fácilmente en numerosas áreas de la vida. Por ello, la iglesia necesita líderes expertos en discernir los tiempos que nos han tocado vivir, líderes como los hombres de Isacar (1º Crónicas 12:32).
Este abandono de la verdad que hemos mencionado se ha producido en un punto excepcional de la historia. Hace 20 años apenas podíamos imaginar la era digital como la conocemos ahora. Además de los cambios que esto ha traído, también hemos visto increibles avances en biotecnología y nuevas posibilidades en el ámbito de la nanotecnología. Juntas, estas tres áreas abren la puerta a todo lo que el hombre apartado de Dios puede desear, ya que todo está ahora a nuestro alcance.
La palabras “…Y seréis como Dios” (Genesis 3:5) empiezan a tener sentido. El pecado de Babel es minúsculo en comparación con la situación actual.
Además están surgiendo nuevas preguntas, cuestiones distintas a las habituales. Incluso las antiguas y clásicas interrogantes, con las que ya estábamos familiarizados, están adquiriendo ahora una nueva forma, un nuevo planteamiento. Piensa, por ejemplo, en los problemas relacionados con el crecimiento masivo de movimientos migratorios durante los pasados cincuenta años, en la tendencia a la urbanización, y en la penetración de otras creencias religiosas. Por todo ello, los cristianos debemos hablar y los problemas mundiales necesitan conversaciones globales.
¡HABLEMOS!
Aunque ha habido reuniones, congresos, … para la discusión de grandes problemas desde el concilio de Jerusalén (Hechos 15), el tipo de reunión que está siendo planeado para CP2010 va a ser muy distinto: El movimiento de Lausana extiende una invitación a los evangélicos de todo el mundo para comprometernos juntos con los problemas más críticos de nuestro tiempo relacionados con la evangelización del mundo. ¿Te unirás a nosotros de octubre en adelante?
Tenemos que unir fuerzas y trabajar juntos –escuchar, aprender y aconsejarnos unos a otros. Por primera vez en la historia ésta es una posibilidad real, mediante el acceso a Internet desde tu casa, o desde la universidad o en locutorios. Hay países en los que nuestros hermanos y hermanas tienen acceso limitado a la red a causa de los regímenes políticos: no nos olvidamos de ellos.
El Señor dio dones a la iglesia para que los compartiésemos, y mediante “Lausana” los hermanos en la fe africanos podrán compartir su gozo y perseverancia, los indios su sabiduría para vivir en un contexto pluralista, la iglesia perseguida su preciosa confianza en lo que significa compartir en el sufrimiento de Cristo, los convertidos de otras creencias sus experiencias para poder alcanzar a aquellos cuya fe compartieron en otro tiempo.
De maneras inimaginables, podemos compartir estos dones a pesar de los diferentes idiomas, a través de herramientas de traducción automática, que no son perfectas, pero mediante un compromiso firme en la autoridad de las Escrituras, y disponibilidad para escuchar y aprender, conseguiremos entendernos. El trabajo y el esfuerzo que dediques en la conversación global será enormemente recompensado.
¿QUIÉN MODERARÁ LA CONVERSACIÓN GLOBAL?
El movimiento de Lausana está trabajando en asociación con instituciones de todo el mundo para proveer 12 artículos claves que guíen a los teólogos para afrontar los problemas de la iglesia global.
Los artículos serán publicados mes a mes, con el objetivo de esparcir los temas de manera global. Cada uno de estos artículos tiene cuatro responsables de diferentes lugares del mundo que responderán y moderarán el diálogo que se produzca en todo el mundo, y que estará acompañado online con videos, foto-reportajes y aportaciones de personas como puedes ser tú mismo. Para unirte a la conversación en Octubre sólo tendrás que
visitar la página web.
¿CÓMO FUNCIONARÁ?
A través de blogs, forums de discusión y otras herramientas interactivas como Twitter y Facebook, la conversación global permitirá que se oigan las voces de todos.
Ya que “hierro con hierro se afila” (Proverbios 27:17) y sabiendo que hay sabiduría en el consejo de muchos, confiamos que el Señor utilizará esta discusión para estimular no solamente el diálogo, sino también estrategias y acción.
¿DE QUÉ VAMOS A HABLAR?
Los artículos mensuales que se vayan publicando nos llevarán a reflexionar sobre los temas propuestos y sobre otras áreas y temáticas que surjan, de tal manera que ninguno de ellos quedará en un compartimento estanco, aislado del resto de los problemas y cuestiones que nos planteemos.
Christopher Wright, erudito del Antiguo Testamento y Presidente de “Langhman Partnership International” (Minsterio de John Stott en EE.UU.) será quien escribirá el artículo inicial centrándose en el tema-motivo del pacto de Lausana:
“Toda la iglesia llevando todo el evangelio a todo el mundo”. Para que sea efectivo, él expone que deberíamos leer toda la Biblia, cosa que los evangélicos muchas veces no hacen. La conversación global se centrará en el último mandamiento del Señor Jesucristo, un mandamiento que nunca ha sido anulado: llevar el glorioso evangelio a todo el mundo y en toda área del trabajo y de la sociedad.
El siguiente artículo continuará con el “evangelio de la prosperidad” y seguirán artículos sobre el medioambiente, el siglo biotecnológico, la urbanización y los nuevos problemas surgidos a raíz de los movimientos migratorios que tienen lugar alrededor del mundo, …
Por favor, piensa y ora para unirte a esta conversación global. Deja que “el hierro afile al hierro” de una manera muy real. Pon a tu iglesia local y a tus compañeros cristianos al corriente. Lo que pase será, con toda seguridad, una bendición de Dios para su Iglesia en la tierra.
Julia Cameron
Ciudad del Cabo 2010 Director de Relaciones Externas
Traducción y adaptación de Irene Pérez (y ProtestanteDigital)
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