El papel lo aguanta todo

Pero la realidad sigue a su paso.

Han pasado doscientos años desde la abolición de la esclavitud y hay veintisiete millones de esclavos —hombres, mujeres y niños— en el mundo.

Cuando se cumplen sesenta años de la aprobación de los derechos humanos por parte de la Asamblea General de la ONU el tráfico de personas sigue como si nada y con posibilidades de incrementarse con motivo de la crisis mundial.

El consejo de ministros ha aprobado recientemente “El Plan Integral de Lucha Contra la Trata de Seres Humanos (en su mayoría mujeres) con Fines de Explotación Sexual”. Está previsto que entre en vigor a principios de 2009 por un plazo de tres años y con una dotación económica de cuarenta y cuatro millones de euros.

Pretende el decomiso express de los bienes de los traficantes y dedicar su patrimonio a un fondo para la lucha contra la trata de personas.

Las mujeres traficadas tendrán alojamiento, protección, recursos y asistencia médica y psicológica durante treinta días; tiempo en que deben decidir si denuncian o no a sus traficantes. Este tiempo es imprescindible para que pierdan el miedo a los mafiosos y sean conscientes de sus derechos.

Se les dará asistencia letrada gratuita y en su idioma así como protección a los familiares en sus países de origen ya que el noventa por ciento son extranjeras.

Si los dueños de clubes de alterne lo ven bien con la sola salvedad de que se eviten denuncias falsas y las organizaciones de mujeres rechazan el documento por considerarlo insuficiente e inútil, algo induce a poner en duda la eficacia del plan. Ojalá —Dios lo quiera— nos equivoquemos.

Habrá que concienciar a la sociedad de lo que llegan a sufrir las mujeres en esas situación y sensibilizarnos todos sobre su desgracia.

Habrá que combatir esta lacra por la parte de los clientes y usuarios sin los cuales todo el negocio se les viene abajo a los explotadores.

Habrá que exigir a los periódicos que se decidan de una vez por todas a eliminar la publicidad de sexo de sus páginas —aunque les produzca grandes ingresos— sabiendo como saben que se paga con dinero procedente en gran medida del tráfico humano.

Habrá que hacer algo más que expresar las cosas negro sobre blanco en un papel. El papel lo aguanta todo, pero las personas…