El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Profundo poema-confesión de un autor religado a Cristo y a su ciudad amada: Salamanca.
Empecé a repartir folletos en el horario que tenía para salir de paseo por causa de la pandemia.
Aunque creamos en la salvación por gracia, en nuestra relación con el mundo nos guiamos por la ley del mérito.
Packer comprendió que no hay tarea más fundamental para la teología que definir en qué consiste la inspiración y autoridad de la Escritura.
El carácter nutricio de la Biblia para los escritores, considera Sergio Pitol, se debe a que “literariamente, la Biblia es la madre de todos los libros”.
El desprecio puede ser algo tan oculto que se puede cubrir hasta con el lenguaje religioso.
Para él la teología no era un nombre, sino un verbo. La definía como la actividad de preguntar y responder a la realidad de Dios como se ha revelado en la Escritura.
Un estudio novelado de Mt 9:18-26, Mr 5:22-43 y Lc 8:40-55.
Respecto a traducciones de las Escrituras, “la disponibilidad de biblias impresas en el idioma del pueblo común contribuyó a producir la que ha sido llamada una revolución copernicana en la historia de la espiritualidad”.
Peligro de todas las idolatrías: Querer convertir en dioses cosas terrenales.
Packer acabó siendo “culpable por asociación”, para ambos lados. Para unos era un fundamentalista, para otros demasiado abierto.
Es claro que la noción sacralizadora y clericalista se ha filtrado, tal vez hasta el grado de ser el rostro predominante en el neoevangelicalismo latinoamericano.
Quizás los que ahora lloran, serán los que finalmente van a poder reír con una risa liberadora y sana.
Para Packer, la clave de toda paradoja es que hay que mantener los dos por igual, sin hacer ninguna concesión al respecto.
Contextualizar no debe ser sinónimo de acomodar el Evangelio al gusto de las personas y culturas.
La psicóloga Lidia Martín publica un libro escrito durante los meses de confinamiento.
Los religiosos de la parábola del Buen Samaritano, estaban condicionados por el cumplimiento del ritual. Cumplidores religiosos que no entendían nada de lo que podría ser el Evangelio.
La Biblia muestra la locura de confiar en nuestro entendimiento. ¿De dónde creemos que salen todos esos cristianos ufanos de su santidad que juzgan a otros creyentes, poniendo en duda incluso su salvación?
Como sociedad somos egoístas porque como individuos lo somos. Ahí está la base de todo: en el corazón humano.
Debemos tomar con responsabilidad las críticas a la adulteración del cristianismo que desde distintos lugares se nos hacen.
Textos seleccionados del poemario Tiempo de Cruzar el Umbral, recientemente editado por Tiberíades.
Quien ama a Dios debe amar todo lo que viene de Dios. Y María fue el don de Dios para dar a luz al que sería el don del mundo.
Tenemos un peligro si nos dejamos moldear por los valores sociales de hoy, que se viven en las sociedades modernas de bienestar individualista, en contracultura con los valores del Reino.
Si Packer se refiere tanto a la santidad, no es porque viera simplemente falta de ella, sino porque creía que había un concepto equivocado de santidad.
Un estudio noelado de Mateo: 9:20-22; Marcos 5:25-34; Lucas 8:43-48.
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