El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Se hace imprescindible, si en verdad queremos comprender el significado integral de la Navidad, visualizar el pesebre a la luz de la cruz y viceversa.
Este año podremos desterrar la superficialidad, las vanidades que muchas veces han acompañado estas fechas.
Fue la entrañable y de corazón misericordia y compasión de Dios lo que objetivó el milagro de la encarnación que se anuncia en el tiempo de Adviento.
Dios se atrevió a visitarnos a pesar de nuestra incredulidad, desconfianza y rebeldía, a pesar de todas las maravillas que vemos a nuestro alrededor, todo puesto para nuestro disfrute, y con toda libertad incluso para destruir como lo estamos haciendo.
Cronos y kairós, remiten a la idea de que la historia humana alcanzó su madurez para albergar la Encarnación divina o, de que estaba grávida y fue capaz de alumbrar la llegada extraordinaria del Hijo de Dios.
El villancico «Noche de Paz, Noche de Amor» nació hace más de 200 años.
Es un clamor revolucionario para transformar el establishment y sustituirlo por el orden de cosas que proclamó Jesús como característico del Evangelio del Reino.
El soberano, el que tenía toda la gloria, se dignó a bajar en humildad, en calidad de siervo, sin traerse toda la infraestructura de acuerdo a su grandeza
¿Qué nos enseña Mateo sobre la Navidad?
El proyecto redentor de Dios alcanza en Jesús la plenitud y, por ende, la comunidad de los redimidos en Cristo recibe un nuevo corazón.
¿El árbol es un símbolo pagano?, ¿Es Santa Claus el anticristo?, etc.
La idea de la encarnación de Jesús sigue siendo algo tan extraordinario que ha marcado no sólo la historia de Occidente, sino la de toda la humanidad.
De poco nos habla la Navidad cuando el resto del año Dios no significa nada para nosotros.
Él es el que debe tener el lugar principal en nuestra mesa.
Jamás conoceremos realmente a Dios como un Dios compasivo si no logramos comprender, con el corazón y la mente, que puso su morada entre nosotros,
Cuando Jesús adoptó lo insignificante, abiertamente expuso la relativa insignificancia de aquellos que buscaban presentarse como grandes.
Al igual que otros escritores del Nuevo Testamento, Juan estaba convencido que Jesús el Cristo era el cumplimiento de las promesas mesiánicas contenidas en el Antiguo Testamento.
Es la idea más brillante y bonita de la historia: ese niño nació para todos, para transformarlo todo.
Hacia una teología de la Navidad.
¿Qué nos enseña la Biblia sobre la Navidad?
Su concepción sobrenatural puso a Jesús en una clase única, porque es el único que ha existido como Dios y hombre a la vez.
La encarnación del Verbo nos propone un modelo indispensable para una misionología integral.
El cantante y actor venezolano revela sufrir una enfermedad incurable. “Por supuesto hay un sólo Dios: el de judíos, católicos, cristianos, musulmanes, budistas…”.
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