Vida y muerte. La jovialidad frente a los desechos de un cuerpo raído por el tiempo.

Prendidos a la existencia, cuesta doblegarse a la triste idea de desprendernos de las herramientas de trabajo rutinario y poner punto final a la trayectoria que llamamos vida.

Cuando nos encontramos en los momentos más difíciles necesitamos confiar en Él, sentir su mano junto a la nuestra y vivir de una manera diferente.

Entre pensar que “ha muerto” y “me lo han matado” hay diferencias que pueden complicar el duro duelo ante la pérdida de seres queridos.

La ciencia médica es eficaz pero limitada para conocer qué ocurre en la mente de ciertas personas que desarrollan patologías delirantes.

Lluchamos con la tristeza de no poder ver otra vez a quien significaba tanto para nosotros, y con la amargura de no haberle dedicado el tiempo que debíamos haberle dado.

Vale más el buen nombre que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre y los que viven debieran tenerlo presente. (Eclesiastés 7:1-2)

“Es común que las parejas enfrenten conflictos tras la pérdida de un hijo. Las razones son variadas y complejas” (Gina Campalans).

Tendiendo puentes hacia la sociedad: alguien dijo una vez: Jesús es la respuesta… ¿pero cuál es la pregunta?

En una carta transmiten su preocupación por la tragedia ocurrida en Santiago de Compostela, y se unen al mensaje de duelo y de cercanía espiritual de la Alianza Evangélica Mundial.

Galicia está de luto, y “en el duelo, duele todo”, dice Gina Campalans (fundadora de la Asociación de Ayuda al Duelo: “Decir Adiós”).

¿Qué hacer con quien sufre la pérdida de un ser querido? ¿Cómo podemos ayudarle? ¿Cómo hemos de comportarnos?

El pastor de la iglesia Saddleback habló sobre lo que está aprendiendo durante el duelo por la muerte de su hijo Matthew.

Poner palabras al dolor ayuda a empezar a curarlo. A muchos padres les costará meses pronunciar las palabras: “mi hijo está muerto”.

El 12 de Septiembre del año 2003, murió nuestro hijo mayor David, mientras practicaba submarinismo frente a la isla de Es Vedrá en Ibiza, a la edad de 29 años.

El pastor evangélico agradece los miles de mensajes de apoyo y lamenta los ataques de algunos críticos.

José Luis Fernández Díaz

Un estudio psicológico analiza la incidencia de los atentados en aquellos que perdieron familiares cercanos, hijos o amigos íntimos en los atentados.

En poco tiempo, España ha encerrado en un cajón la muerte y casi todo lo que la rodea. En vez de los tradicionales velatorios en casa, hoy se celebran ceremonias rápidas en tanatorios instalados a las afueras de las ciudades. En lugar de los camposantos de estatuaria se impone el modelo anglosajón de cementerio-jardín y lápidas casi invisibles.

El duelo tras la pérdida de un ser querido es un proceso que suele durar entre seis y doce meses. Pero, en algunos casos, se prolonga en el tiempo y se intensifica apareciendo síntomas cercanos a la depresión que incluso impiden la vida normal de las personas.

En breve, Publicaciones Andamio sacará a la luz un nuevo libro, “Más allá del dolor, superando las pérdidas y el duelo”. El autor del mismo es Pablo Martínez Vila, médico especialista en psiquiatría, conferenciante internacional en diferentes foros así como actual presidente de la Alianza Evangélica Española, y presidente honorario de los Grupos Bíblicos Universitarios (GBU).

El fin de semana pasado se celebró en la iglesia protestante de Marín la II Xornada sobre Inmigración, que reunió a personas comprometidas con labores de apoyo, expertos en el tema y, lógicamente, hermanos inmigrantes. Todos enfatizaron la urgencia y necesidad de que los cristianos sean cauces del amor de Dios para los emigrantes.