GINA CAMPALANS
Todos seguimos conmovidosy conmoviéndonos a medida que pasan las horas y los días, por el trágico accidente ferroviario ocurrido el pasado Miércoles 24 de julio en Santiago. Mientras escribo estas líneas lasvíctimas mortales identificadas ascienden a 78, tres siguen sin identificar, y hay ingresados más de 140 heridos. Todo esto se traduce inevitablemente en cientos de historias desgarradoras, en sueños truncados y en familias en estado de shock, que han quedado destrozadas igual que el tren que transportaba a las víctimas.
Todavía hay familiares que aguardan,impotentes y resignados
,en el edificio municipal Cersia.
"Veníamos para un bautizo y nos quedaremos para un funeral", afirmaba una pareja en TVE. En ese lugar no reina precisamente la esperanza. Todos los heridos han sido identificados por lo que tan solo les queda esperar la llamada que les comunique que pueden reconocer visualmente el cadáver de su ser querido. Suelen entrar en grupos de cuatro personas y están en todo momentoacompañados por un equipo de psicólogos, que junto a médicos y trabajadores sociales, procuran sin tregua calmar la angustia y la ansiedad que sufren en estos momentos de incertidumbre, según ha declarado la directora nacional de Salud de Cruz Roja, Carmen Martín.
El Ayuntamiento de Santiago de Compostela ha acordado declarar en un Pleno extraordinariosiete días de luto oficialasí como colocar crespones negros en las banderas de su sede en el Pazo de Raxoi. El luto que simboliza “la desolación y la tristeza", se ha instalado en las calles que estaban engalanadas para celebrar el día de Galicia, pero el resto de España, se suma también a esta tristeza como demuestran las innumerables muestras de cariño, apoyo y solidaridad.
EN EL DUELO, DUELE TODO
En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es total: es un dolor biológico
(duele el cuerpo), psicológico
(duele la personalidad), social
(duele la sociedad y su forma de ser), familiar
(nos duele el dolor de otros) y espiritual
(duele el alma).
En la pérdida de un ser querido duele el pasado, el presente y especialmente el futuro. Toda la vida, en su conjunto, duele.
( J. Montoya Carrasquilla)
LA INTERVENCIÓN DEL PSICÓLOGO EN ESTAS SITUACIONES
En mi anterior artículo,
Acompañando en el Duelo, ofrecía una serie de consejos que todos podemos aplicar en momentos críticos como estos, todos podemos ser “psicólogos”, ya que lo que verdaderamente necesita una persona que acaba de sufrir la pérdida de un ser querido es que la sostengan, llorar profundamente sobre un hombro y escuchar palabras suaves y tranquilizadoras que le transmitan que no está solo en medio de todo su dolor.
Muchos pensamos que en el momento en que se produce una catástrofe, el psicólogo acude para“hacer terapia”a las víctimas de una manera inmediata. Pero en realidad no es así. También se tiende a creer que cuando una persona ha estado expuesta a una situación tan dura va a sufrir un Trastorno por Estrés Postraumático inmediato. Hay que decir que este trastorno no aparece inmediatamente después de sufrir una situación traumática, sino que se diagnosticará meses después y no todo el mundo lo desarrolla.
En situaciones en las que se ha perdido a un ser querido de manera súbita e inesperada como en este terrible suceso ocurrido hace apenas unos días, el psicólogo acude principalmente paraayudar o acompañar como ha explicado Jorge Carballido, psicólogo del Ayuntamiento que lleva varios días ayudando en lo que puede, junto a un gran equipo de profesionales, y reconoce que “sencillamente les acompañamos”.
UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA MOSTRAR EL AMOR DE DIOS
Pero ayudar, acompañar, consolar, escuchar y permitir el desahogo; serenar, tranquilizar, abrazar y mostrar cariño e interés, lo podemos hacer todos. Y deberíamos hacerlo todos y cada uno de nosotros y en cada momento que surja una oportunidad. Y esta es una gran oportunidad para servir a los demás, -
porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos-; y es que cientos de familias en Galicia y en otros lugares de España
acaban de iniciar su duelo y necesitarán mucha ayuda para recomponer sus vidas y para hallar un sentido a lo ocurrido.
Salgamos ahora a su encuentro, brindémosles nuestro apoyo y nuestras casas para alojar a tantos familiares desplazados, y sobre todo, no olvidemos, que cuando este suceso
“ya no sea noticia”, cuando los medios de comunicación abandonen sus emplazamientos a la puerta de tanatorios y hospitales, nosotros no debemos abandonarles, sino que debemos permanecer a su lado acompañándoles en su proceso de restauración y sanidad y así podremos mostrarles el amor de Dios que es en definitiva el único que tiene poder para sanar a los quebrantados de corazón y vendar sus heridas
(Salmo 147:3).
Desde esta plataforma de Protestante Digital, quisiera expresar mi más profunda admiración al pueblo gallego y mis condolencias a todos los familiares y amigos de las víctimas y ofrecer mi ayuda a todos aquellos que la necesiten.
Gina Campalans es fundadora de la Asociación de Ayuda al Duelo: “Decir Adiós” en Ibiza
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