El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
¿Qué es la avaricia? Para San Pablo, no sólo bloquea la entrada al reino de Dios, sino que está también entre los vicios que descalifican para ocupar cualquier oficio en la iglesia.
Las personas tenemos trascendencia, el dinero no. Si no lo tenemos en cuenta, caemos en la idolatría.
No debemos silenciar líneas bíblicas de acusación y denuncia contra los necios que sólo piensan en agrandar sus graneros.
Se nos olvida muy fácilmente que según el Nuevo Testamento los pecadores sexuales y los borrachos no son los únicos que “no heredarán el reino de Dios”.
Un poema de Alencart contra ‘la sordidez del corrupto lumpen ataviado de dinero, orgullosamente ajenos a la más elemental práctica cristiana, aunque mencionen a Dios’.
Lo que Dios pagó por ti y por mí es de un valor infinito.
El dinero tiene muchos adoradores en nuestras sociedades de consumo insolidario.
Aunque Jesús fue muy claro al respecto, nos gusta mucho más el dinero de lo que pensamos.
La felicidad no está en el poseer cosas que, una vez poseídas, se desvanecen en nuestras manos.
El dinero brinda el potencial para marcar una diferencia, no simplemente para ganarnos la vida.
Andrés Panasiuk considera que la iglesia tiene un mensaje relevante con respecto a la economía para el mundo actual.
Pablo nos dijo que pusiéramos nuestra esperanza en Dios, reconociendo que el dinero es un sustituto tentador pero terriblemente inadecuado.
El contentamiento no trata acerca de la autosuficiencia sino de la suficiencia en Cristo.
Si eres un hijo o una hija de Dios, ¡Disfruta de lo que eres! Llevas contigo la imagen de tu Padre. Él es tu Dios, ¡El dueño del Universo!
Ladrones que están negando la vida y la solidaridad entre los hombres, niegan el amor y la preocupación por el prójimo.
Kong Hee y varios colaboradores han sido hallados culpables de apropiarse de forma indebida de fondos de la iglesia, los cuales se utilizaban para promocionar la carrera musical de su esposa.
Hay otras idolatrías en las que podemos estar cayendo, aun cuando estemos en iglesias sin imágenes ni ídolos de leño.
El dios Mamón no ha muerto. Hoy el hombre sigue construyendo ídolos a este dios de las riquezas, al dios del dinero.
Seríamos malos ciudadanos si exigiéramos al Estado una cantidad de lo que damos.
Jaime Fernández considera que el negocio “suele pasar por encima del deporte”, algo que muchas veces daña a los mismos deportistas.
Dios es un Dios justo que no separa la espiritualidad de la ética, de la moral y del recto comportamiento en relación con el prójimo apaleado y tirado al lado del camino.
Como dijo Luther King “No me preocupa tanto lo que hacen los malvados, sino el espantoso silencio de los hombres buenos”.
Europa Laica en su informe “Opacidad y Financiación de la Iglesia Católica” denuncia un "paraíso fiscal" “mientras aumenta la pobreza y se privatizan servicios públicos”.
El Tribunal de Cuentas nunca ha controlado el uso de dinero público por la Iglesia católica, amparada en el Acuerdo España-Vaticano (1979) en contra de la ley de Transparencia.
Las Escrituras dan mucha importancia al cómo administrar fielmente todo lo que Dios nos ha confiado, sin tener en cuenta la cantidad. El mayordomo fiel es responsable de lo que tiene, ya sea mucho o poco.
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