El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Durante una semana, políticos y agentes sociales cristianos de 37 países se reunieron en Ginebra para trabajar juntos. Un documento final entregado en la ONU denuncia la “discriminación y persecución por causa de fe” y pide su inclusión entre los Objetivos de Desarrollo.
Despidieron al alcalde calificando de chistosa su participación.
¿Se puede hablar de desarrollo humano ante ese escándalo que es que el ochenta por ciento de la humanidad esté en pobreza?
La Integración Mundial es una perspectiva y una práctica, para la forma en que vivimos y trabajamos en nuestro mundo como seguidores de Cristo.
Es alentador ver a cristianos adoptar una postura firme, positiva y directa sobre el tema de la inteligencia artificial.
Desde la comida al transporte, pasando por las vacaciones. Comportamientos que durante décadas no se habían cuestionado, ahora son vistos como antinaturales.
El organismo busca “inspirar y empoderar a los creyentes”. Entre las prioridades de actuación se incluyen “la participación en los procesos globales de formulación de políticas, la mitigación del cambio climático y la sostenibilidad”.
Seguimos hablando todavía de ablación, de matrimonios forzados; de niñas sometidas a la violencia física y sexual, de niñas-sodados; o víctimas de trata y explotación.
Más de 50 niños y niñas se reúnen a diario en el Centro Social Integrado de Macia Sekeleka, en Mozambique, para jugar, estudiar y aprender. Un proyecto de inclusión y oportunidad ante historias de vulnerabilidad y riesgo de exclusión.
La campaña “invita a los cristianos de todo el mundo a unirse en la oración y la acción para responder a las consecuencias negativas del cambio climático.”
Los niños son una prioridad en la nueva agenda de desarrollo 2015-2030 en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Algo está pasando en nuestras sociedades. Estamos forzando a que las preadolescentes y adolescentes no “quemen” sus distintas etapas del crecimiento humano tan necesarias para un sano desarrollo integral.
Igual que en el pasado, también hoy en día la oración, la protesta y el cambio de estilo de vida pueden acelerar los cambios en las políticas gubernamentales.
Voces autorizadas de todo el mundo en urbanismo, planificación, desarrollo y arquitectura debatieron en Palma sobre el modelo urbano y retos actuales.
En París se discute el futuro del planeta. Los cristianos tenemos algo que aportar, pero debemos empezar por la autocrítica, explica el experto en desarrollo sostenible Oscar Margenet.
El ciclo de vida es parto, destete, niñez, adolescencia, juventud, tercera edad y muerte. Hay sufrimiento en el desarrollo humano. Frente al hedonismo materialista el climax de nuestra vida es desarrollarnos en Cristo.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible proponen una "visión absolutamente ambiciosa y transformadora", según el propio texto, para lograr un mundo sin pobreza, hambre, enfermedades o violencia.
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