El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los reformadores pusieron a flote el principio del sacerdocio universal del creyente: Cristo es nuestro sumo sacerdote y esto nos otorga, por la gracia de Dios, el derecho a ser sacerdotes ante Dios y ante el mundo.
Los seguidores de Jesús poco a poco fueron descubriendo y conociendo en la práctica otros rostros de la naturaleza divina que había disminuido u opacado la ley, hasta que se encontraron con el Dios de la gracia.
El sufrimiento humano es el trago amargo que desearíamos no beber. Idealizamos un mundo perfecto, ajenos a su presencia. Buscamos ganarle la partida, pero aunque la ciencia haya logrado mitigar algunos de sus embates, frente a la vida y a la muerte, el sufrimiento sigue floreciendo.
La Navidad es el recordatorio, es la promesa, es el cumplimiento: aquel niño-Dios dejaría la cuna y se convertiría en el Dios-hombre que se abraza a la cruz por amor a la humanidad.
Solo así entendemos como esos discípulos que estaban atemorizados cobraron fuerza, vigor y esperanza, porque comprendieron que la palabra era verdadera, que su resurrección era más que necesaria: era la esperanza frente a la vida y a la muerte.
“¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes”
Algo está pasando en nuestras sociedades. Estamos forzando a que las preadolescentes y adolescentes no “quemen” sus distintas etapas del crecimiento humano tan necesarias para un sano desarrollo integral.
Diálogo con una experta en cultura y religión islámicas
Ante la encarnizada violencia producida por la corrupción, la maldad, el egoísmo, la ambición de los grupos organizados, la tarea comienza por reconocer que la unidad del cuerpo de Cristo es clave.
Todas aquellas barreras que cortan los sueños detienen la justicia, oprimen a nuestros semejantes, promueven la indiferencia. Son muros que nacen en lo recóndito de nuestros corazones. De allí a cristalizarse en bases de hormigón hay tan solo un paso.
¿Qué conocemos del rostro de la indignación? La indignación, sobre todo por una causa justa, requiere cierto nivel de sacrificio y de entrega.
Ya tengo semanas de estar escuchando que algunas personas están hablando de un eminente “rapto” o “arrebatamiento” de la iglesia. Además, se dice que éste ocurrirá en el mes de setiembre del presente año.
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