El arzobispo de Canterbury anuncia su dimisión como cabeza de la Iglesia anglicana

El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, líder espiritual de la Comunión anglicana, anunció este viernes que dejará su cargo a finales del año después de una década luchando para evitar un cisma por los matrimonios homosexuales y el ordenamiento de mujeres obispos en el seno de las iglesias anglicanas.

Williams, que fue nombrado en el puesto en 2002, renunciará a finales de diciembre y asumirá un nuevo papel académico en enero. Ejercerá como decano en el Magdalene College, en la Universidad de Cambridge. En el pasado ya enseñó teología en las universidades de Cambridge y Oxford. La edad normal de retiro para los obispos de la Iglesia de Inglaterra es 70 años.

"Ha sido un inmenso privilegio servir como arzobispo de Canterbury en la década pasada y dejarlo no ha sido una decisión fácil", dijo en un comunicado.

Williams, que celebró el matrimonio del príncipe Guillermo con Catherine Middleton en Londres en abril pasado, se quedará en su puesto para presidir el jubileo de diamante de la reina Isabel, que celebrará sus 60 años en el trono.

UN LIDERAZGO LLENO DE TENSIONES
La Iglesia anglicana, que cuenta con 80 millones de fieles de todo el mundo, se ha visto amenazada durante años con una división formal, ya que liberales y conservadores se niegan a plegarse a sus intentos de hacer valer su autoridad y la búsqueda de consenso. Por ello su mandato atravesó uno de los tiempos más turbulentos de la Iglesia anglicana.

"Creo que es un trabajo de inmensa exigencia y yo espero que mi sucesor tenga la constitución de un buey y la piel de un rinoceronte", dijo en una declaración divulgada a la prensa, no exenta de realismo optimista: "Pero creo que tendrá que mirar con ojos positivos y de esperanza en una iglesia que, con todos sus problemas, es para mucha gente un lugar al que se recurre en momentos de necesidad y crisis, un lugar donde encontrar inspiración", añadió.


De hecho, en julio, su Parlamento -o Sínodo General- votará sobre la consagración de mujeres obispos. La propuesta (que apoya Williams) es un compromiso que permitirá la existencia de mujeres obispo pero eximirá de someterse a su autoridad a quienes reniegan del obispado femenino.

Pero es aún mucho más complejo y tenso el debate sobre la ordenación de obispos homosexuales y la ética de las uniones entre personas del mismo sexo que se realizará en este mismo Sínodo. En este campo de tratará una propuesta de un histórico acuerdo anglicano propuesto por Williams, que busca evitar el choque de las iglesias liberales (la mayoría en Norteamérica y Canadá) enfrentadas con las conservadoras (con enorme peso en África y Latinoamérica y en el conjunto de la Comunión anglicana) .

Al final, Williams promovió una fórmula por la que, sin referirse directamente a la cuestión homosexual, establece que toda medida que pueda provocar controversia ha de tener el apoyo de la mayoría de las 44 grandes grupos de congregaciones anglicanas en el mundo. La oposición de los liberales a un acuerdo semejante hace pensar que no llegará a ser aprobado, aumentando la posibilidad de cisma real a corto o medio plazo.

LOS POSIBLES SUCESORES
La llamada Comisión de Candidaturas de la Corona (CNC, por sus siglas en inglés) será la encargada de seleccionar a los posibles candidatos para sustituir a WilliamsI.

El favorito para sucederlo es el segundo máximo cargo actual de la Iglesia de Inglaterra, el arzobispo de York John Sentamu. Fue abogado y juez; y podría convertirse en el primer arzobispo negro de Canterbury.

Sexto de trece hermanos y de ideología conservadora, Sentamu llegó al Reino Unido en 1974 procedente de su país de origen, Uganda, donde era crítico hacia las posturas del dictador Idi Amin y su popularidad motivó que fuera nombrado "hombre del año" en el condado de Yorkshire (en el norte de Inglaterra) en 2007.

Sentamu se ha manifestado públicamente contra los banqueros, a quienes culpa de la crisis financiera; ha apoyado a las fuerzas armadas y se ha mostrado en contra del matrimonio homosexual. Casado y con dos hijos, el aspirante favorito fue designado para el arzobispado de York en 2005 en una ceremonia amenizada con música africana contemporánea, en la que él mismo tocó los tambores.

Como obispo del área de Stepney, en el este de londres, ha hecho campaña contra las pistolas, los cuchillos, las drogas y las bandas callejeras.

Además del arzobispo de York, los otros candidatos principales son los obispos de Londres, Richard Chartres; de Bradford, Nick Baines, y de Leicester, Tim Stevens.

Chartres, de 64 años, fue el encargado de leer la homilía durante el enlace real entre el príncipe Guillermo y Catalina el pasado 29 de abril en la Abadía de Westminster y es conocido por sus campañas en asuntos medioambientales. Amigo del príncipe Carlos, sus probabilidades podrían haberse reducido por el modo en que la Catedral St. Paul manejó el campamento de cuatro meses del movimiento anti-capitalista "Occupy London" cerca de sus instalaciones.

En cuanto a Nick Baines, de 54 años y apodado "el obispo bloguero", aúna su entusiasmo por la tecnología con una gran formación académica.

Finalmente, Tim Stevens, de 65 años, lidera en la actualidad a los obispos de la Iglesia de Inglaterra en la Cámara de los Lores.