El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Nadie hubiera esperado que una nación reducida a servidumbre pudiera reconquistar siquiera su nombre.
Dios hecho hombre viene al mundo a nacer del modo mas humilde que pueda existir, nacido para morir, para morir por nosotros y lograr así nuestra salvación.
Él es el que debe tener el lugar principal en nuestra mesa.
El cielo irrumpía en la tierra, el hijo de Dios se presentaba físicamente, y empezaba la historia definitiva para cada uno de nosotros.
Parar en medio de la rutina para considerar y aprender a contar nuestros días, lo que se ve y también aquello que no es perceptible a nuestros ojos para adquirir sabiduría.
Texto que Alencart dedica a todos aquellos creyentes en el mensaje del Amado galileo. “Absténganse fariseos y demás ‘parricidas’ ataviados de epidérmica pureza”, señala el autor.
Lo que muchos creyentes en muchas iglesias realizan, aunque bíblico, está hecho por la inercia, por la costumbre, por la religiosidad, por compromiso.
Quizás dedicamos muy poco tiempo para analizar el impacto liberador que tiene nuestro mensaje.
Dios puede trazar y traza caminos donde no los hay.
En el matrimonio en la voluntad de Dios hay lugar para el disfrute y el contentamiento.
Nuestro trabajo quedará diluido y, tal vez oculto; pero la Gloria de Dios brillará, es la única que tiene que brillar.
Me fui pensando en cómo, a veces, nos enseñan los que sufren.
De las aceitunas, los olivos y el aceite existen alrededor de 300 referencias en la Biblia.
Habla este himno de un amor que nunca nos dejará, el amor de Dios.
Si en este libro hay una sabiduría divina, debería ayudarnos, a los que creemos, a andar dentro de nosotros mismos, descendiendo a los estratos más profundos del corazón.
Desde la crispación y el “calentón” difícilmente conseguiremos que brille Cristo, que era manso y humilde y cuya principal preocupación eran aquellos que estaban delante de Él.
A veces noto cómo me inclino hacia una u otra situación sin pararme a pensar en la que se sufre justo al lado de esta.
Si este mundo discurriera de acuerdo a la visión de Dios y no a la de los hombres que incluso a veces pretenden que lo representan, sería un lugar infinitamente mejor.
Nuestro Dios nos ama a nosotros muy por encima de todo el trabajo que estemos haciendo para Él.
Sabemos que somos amados. No por lo que somos o hacemos, sino porque quien nos ama quiere hacerlo.
Un amor de pareja que sólo tiene una dimensión erótica no es amor; pero el amor, para serlo, también tiene que tener una dimensión erótica.
Los levitas argumentaban con la ley en la mano y el padre respondía con la mano en corazón.
Es significativo que el nombre de la sulamita . en hebreo, correspondería al vocablo “Sulamit”, que es, exactamente, el femenino de Salomón.
Caricaturas de la vida real, de Forges.
La ternura es algo imprescindible en la vida de los seres humanos.
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