El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Podría decirse que los hongos saprófitos convierten la muerte en vida y contribuyen a reciclar la materia orgánica de la biosfera.
A pesar del mal en este mundo, las sabias huellas del Altísimo pueden todavía rastrearse en seres tan minúsculos y perfectos como este oscuro lagarto canario.
El pueblo de Israel veía las moscas con desprecio y como algo muy negativo, igual que nosotros hoy.
Es evidente que hay cambio y adaptación en la naturaleza, pero el puro azar es incapaz de crear tanta información sofisticada.
Los vivos colores que muestran las larvas de orugas de la mariposa nocturna se interpretan como advertencia cromática para posibles aves u otros depredadores.
A pesar del mal existente, la creación sigue alabando a Dios y evidenciando su infinita inteligencia.
El Señor Jesús se refiere a las zorras para enseñar que éstas tienen su guarida pero el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
La Biblia explica que Dios usó una zarza espinosa que ardía sin consumirse para manifestarse a Moisés ya que ningún ser humano puede ver directamente al Altísimo.
El texto de Deuteronomio que se refiere a la vid de Sodoma se inscribe en el contexto de la impotencia de los ídolos frente al Dios de Israel.
La vid se ha considerado siempre en la Biblia como una de las tres plantas fundamentales de la cultura mediterránea: vid, olivo e higuera
Las grandes hojas del “árbol paraguas” están perfectamente dispuestas para escurrir las gotas de agua de las frecuentes lluvias que se dan en las selvas australianas.
En la Biblia, las víboras aparecen siempre como símbolos negativos por el peligro que entraña su veneno.
La vegetación de Israel y de la actual Palestina ha sido alterada a lo largo de los siglos por influencia humana pero todavía es posible reconocer tres ecorregiones principales
Las famosas vacas de Basán, son comparadas por el profeta Amós con las mujeres ricas de Samaria que “oprimían a los pobres y quebrantaban a los menesterosos”.
El varano, igual que el resto de los lagartos y reptiles, era un animal impuro y no se podía comer.
Según la Ley, los transeúntes hambrientos podían comer toda la uva que quisieran en los viñedos ajenos pero no tenían permiso para llevársela (Dt. 23:24).
La Biblia describe al unicornio como un animal impresionante por su gran fuerza y naturaleza indómita. No se refiere para nada al mítico caballo blanco medieval.
Jesús se compara a sí mismo con el grano de trigo, que primero debe caer en la tierra y morir, para después resucitar.
Los humanos de los tiempos bíblicos debieron estar más familiarizados con las tortugas terrestres que con las acuáticas.
En la Biblia, se afirma que alma de la tórtola es símbolo de dulzura y debilidad. La Ley permitía que los pobres pudieran ofrendar animales poco costosos como las tórtolas.
Este fruto aparece en Levítico en relación a la fiesta de los Tabernáculos, y se refiere en realidad al árbol de la cidra o toronja.
Además de ser usados para el sacrificio (Ex. 29:1-37; 1 Cr. 29:21), los novillos o becerros formaban parte de la dieta del pueblo, sobre todo en las fiestas importantes.
Una de las curiosidades biológicas que presenta esta rata-topo de Tierra Santa es su extraordinaria resistencia al cáncer.
El lugar donde el Señor se apareció a Abraham, no eran probablemente encinas o robles sino terebintos.
Hay dos términos en la Biblia que se traducen por “tela de araña”, uno aparce en Isaías y otro en Job.
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