El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los escritores de los evangelios y de las epístolas fueron siempre muy conscientes de cuáles eran sus propias ideas y cuáles las expresadas por su Maestro.
Si hubiera que aplicarle un apropiado calificativo a la mentira sería el de destructiva, porque efectivamente su efecto es destructor.
La batalla por la Verdad es “la buena batalla”, aquella por la que vale la pena luchar hasta sus últimas consecuencias, la carrera por excelencia.
La verdad es una de esas nociones fundamentales de las que no se puede prescindir, por un lado, pero, por otro, con las que es muy difícil convivir.
En el mundo evangélico existe más de una leyenda urbana, mito popular, bulo, que nos proponemos abordar en esta nueva serie.
El buen anciano desterrado tenía un hijo que envió a aquel mundo para vencerlo y deshacer las obras del ilegal.
La justicia y la paz se besaron.
La intensidad de la sinceridad no es el criterio que se puede usar para determinar que una creencia sea cierta.
Una crítica de la película Anatomía de una caída, de Justine Triet (2023).
‘Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.’ (Proverbios 3:3).
Las ventajas y beneficios que se obtienen por medio de la mentira, a la corta, hacen que sea un recurso bien extendido en este mundo.
A muchos no les importa tener una doble vida con tal de alcanzar sus objetivos y vivir bien. Caiga quién caiga.
Sólo se combate la mentira desde la verdad, nunca desde la confusión.
Aquello en lo que nos estamos convirtiendo determinará nuestra capacidad de lidiar con las crisis en Europa.
La fidelidad de Dios nos abraza de tal manera que aprendemos a vivir en la verdad. ¡Y a vivir de verdad! No necesitamos engañar a nadie ni mucho menos a nosotros mismos.
Igual que antaño, va a haber quienes valientemente se van a oponer al falso sistema de cosas dominante, triunfando sobre el mismo.
Somos atacados en muchas ocasiones, no sólo por las circunstancias o por las personas que no nos quieren, sino también desde dentro de nosotros mismos, cuando no sabemos qué hacer.
Juan el Bautista es llevado a la muerte por Herodes: un tirano que tiene su lugar en esta historia por la impactante escena que Mateo relata y que ha inspirado a músicos y cineastas contemporáneos.
La verdad se sostiene a sí misma, no siéndole añadido nada ni siéndole restado nada, según quién sea su declarante.
Su fe no era el judaísmo de su padre, ni el catolicismo que su madre cambió por la “ciencia cristiana”. Paul Newman era un devoto miembro de la Iglesia Unitaria Universalista.
La verdad permanece, transforma, libera, nos hace sentir seguros y saber que tenemos algo a lo que aferrarnos.
Ni el convencimiento fervoroso, ni la fe sincera, ni la confesión hecha una y mil veces cambiará la mentira en verdad. La verdad es que se puede estar “muy sinceramente” equivocado.
La libertad, fuera de una verdad que es Jesús, que nos compromete en el seguimiento al Maestro, es una libertad sosa, sin luz, egoísta y vana.
La figura de Orwell se nos antoja todavía a la de un profeta sombrío, cuando lo cierto es que la realidad ha ido más allá de sus más oscuros vaticinios.
Sin verdad no hay confianza, ni comunicación genuina, ni comunidad real, ni democracia verdadera. Solo manipulación.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.