El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El 20 de noviembre fue designado Día Internacional de los Derechos del Niño por la ONU. Muchos ya nos preguntamos: ¿De quién es el derecho de educar a los niños: de los padres o del Estado?
Frente a la actual sucesión de catástrofes se oye a muchas personas protestar contra Dios, los políticos o la suerte. Sienten como si estuviesen siendo defraudadas en su buena fe.
A los que hemos sido aceptados por Jesucristo para salvación y vida eterna Él nos ha encomendado una misión irrenunciable; que requiere integridad espiritual, moral y ética
Se juntaban todos los días para compartir las maravillas que Dios estaba haciendo en ellos; se reunían para gozarse en Él. La perseverancia en la comunión hizo al sitio; no la inversa.
Los recién convertidos comenzaron a desprenderse de los bienes materiales que tenían. Lo que era imposible para los hombres, no lo fue para Dios.
Jesucristo, el ‘Yo Soy’ hecho carne, excluye todo ‘yoismo’ entre sus seguidores. El milagro de Su iglesia es ser un pueblo unido, salvado solo por Gracia y para Su sola gloria.
Reducir la comunión al ámbito y programa eclesiales, y a los días de reunión, es no haber comprendido el propósito de la salvación en Jesucristo.
Dado que el vocablo ‘comunidad’ recibió usos muy amplios a lo largo del tiempo, es necesario poner suma atención al investigar su significado en relación con el Hijo de Dios.
La total entrega que caracteriza a los seguidores de Jesucristo resulta de conocer y depender de la fuente que les provee todo lo necesario para una vida diaria sostenible.
Se reconozca o no, la reconciliación fue introducida por Dios hace varios milenios luego de la caída en pecado de la primera pareja humana, y de su expulsión del jardín de Edén.
A lo largo de su ministerio terrenal el Maestro de Galilea enseñó que el arrepentimiento es la huella profunda que debe marcar la vida de toda persona que desee seguirle, para vivir eternamente.
El pecador confunde roles; sin conocer a Dios exige lo que cree merecer; pero no asume primero que es imperioso arrepentirse, para que Dios restablezca la relación cortada y lo reconcilie con Él.
Tener fe en Jesucristo, creer en Él, no es una acción generada por el ser humano, sino en el ser humano. No se puede creer a menos que el Espíritu de Dios abra nuestro oído. La Palabra de Dios lo hace.
El nominalismo cubre una extensa gama de expresiones ‘cristianas’ que van desde una ‘doble vida’ basada en el interés meramente personal, a otras que pueden definirse como ‘fanatismo religioso’.
Ocupémonos en descubrir el efecto del nominalismo en las iglesias locales en tanto familias de fe, y en los creyentes viviendo como sal y luz en el mundo, para actuar en consecuencia.
Las falsas doctrinas de la prosperidad no son novedad. Al fariseísmo, los mercaderes de indulgencias y los falsos maestros hoy les suceden los ‘sembradores de dinero’.
Estafar va, desde engañar por dinero, pasa por no cumplir con promesas electoralistas, por dar libertad a convictos, hasta vender falsas doctrinas de prosperidad y la salvación misma.
Decir la verdad ya es un hecho poco creíble; mientras lo falso va en constante ascenso. El que difama maneja la mente colectiva con total impunidad.
Basta con fijarnos en estadísticas sobre el consumo del alcohol en el mundo para comprender que al hablar de la adicción al alcohol estamos frente a un mal histórico, no pequeño y en constante desarrollo.
"La avaricia es un pozo sin fondo que agota a la persona en un esfuerzo interminable por satisfacer sus necesidades, sin llegar nunca a conseguirlo. La avaricia y la paz se excluyen mutuamente.” Erich Fromm
Cuando el hurto es parte de un sistema corrupto, no solo es culpable el ideólogo del delito sino también los partícipes necesarios.
Son numerosas las manifestaciones de creyentes denunciando la corrupción política y social. ¿Dan a su vez testimonio que en sus propias iglesias corrigen los pecados del sistema mundano que denuncian?
“A vivir en paz nos llamó Dios” afirma el Apóstol Pablo. Aquel judío transformado por Cristo pasó de perseguir a los discípulos del Mesías, a anunciar al mundo el Evangelio de Paz.
La gente que es llamada y apartada del mundo, lo es para ser enviada a servir en el mundo.
La tarea central de los Apóstoles consistió en dar cumplimiento a la misión que el Señor Jesucristo les había encomendado personalmente.
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