La saga corrupta que no termina

Al escribir este segundo artículo sobre la necesidad de aplicar correctivos en nuestra vida personal y en los colectivos en los que nos movemos me llegan dos informaciones ⁽⁰¹⁾. Una de ellas ya habrá dado la vuelta al mundo al publicarse. Es la que refiere a la destitución del presidente Mariano Rajoy en España por causa del famoso ‘Caso Gürtel’. La Justicia española en su sentencia  del 24 de mayo concluyó que la actividad de la citada trama corrupta produjo "beneficios cuantificables al Partido Popular" (PP), por lo que considera que la formación conservadora "debe ser condenada como partícipe a título lucrativo".

Esta condena al partido del presidente dimitido dio lugar a la moción de censura propuesta por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El Parlamento, por el voto de la mayoría de sus integrantes, puso fin entonces al gobierno presidido por Rajoy desde el 2011. La sentencia dictada por la Audiencia Nacional de España condenó al PP y a 29 de sus funcionarios. Sumando las penas, estos deberán cumplir 351 años de cárcel entre todos ⁽⁰²⁾.

 Debemos dejar en claro que la corrupción no distingue nacionalidades, ideologías, facciones políticas, cargos administrativos, empresas, profesiones, religiones o CV personales. Está tan arraigada que genera encarnizadas peleas entre los mentores y celosos guardianes de los enormes intereses económicos puestos en juego. Por su parte, el ‘cuarto poder’ - la influyente industria de la información - saca tajada de esta realidad, bombardeando a la sociedad con titulares y comentarios emitidos sin pudor alguno. No da lugar ni tiempo a la sana y necesaria reflexión para que la ‘libertad de expresión y prensa’ respete valores morales y no caiga en la manipulación de la conciencia colectiva. 

La segunda noticia, es lo que le ocurrió a alguien de nuestra amistad al adquirir con su tarjeta de débito dos pasajes aéreos intercontinentales por poco más de 1.000 € a una empresa líder que anuncia y opera por Internet. Le facturaron por más de 6.000 € y la dejaron sin saldo en su banco. Cuando reclamó donde correspondía, le dieron a rellenar un formulario y le dijeron que el trámite podría insumir alrededor de 45 días. Mientras tanto, esta persona no pudo regresar a su trabajo pues no es dentro de España; ha quedado sin nada para vivir el día a día y enfrenta la posibilidad de perder su fuente de ingresos. Es decir, que está en la ruina ⁽⁰³⁾.

La corrupción cubre las altas esferas de la sociedad y se ensaña con cada ser humano a nivel personal. No hace diferencias por sexo, edad, etnia, o nivel social. A todos nos ataca por igual. El asunto es ¿cómo defendernos de la corrupción?

El objetivo de estos artículos es que abramos bien los ojos, veamos todo lo que hay de este sistema mundano dentro y fuera de nosotros que ofende a Dios y a otros semejantes.  

Para corregirlo y eliminarlo necesitamos poner en práctica las enseñanzas de la Palabra de Dios. Ella estimula al amor fraternal y la ayuda mutua, y nos hace agentes de cambio tanto en la congregación local como fuera de ella. Todo ello, en obediencia a la fuente de la sabiduría, redunda para la sola gloria de Dios. 

Lo primero que debemos aceptar, es que nadie está libre de culpa. La Biblia enseña que la primera rebelión es el pecado que nos separó de Dios; que lo sepamos o no, pecamos porque somos pecadores y que todos pagamos las consecuencias si practicamos el pecado como forma de vida ⁽⁰⁴⁾. En este contexto, en el artículo anterior vimos al Apóstol Pablo dirigiéndose a los miembros de la iglesia en Corinto, cuando les decía respecto del engaño y consecuencias del pecado:

“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores, heredarán el Reino de Dios”. ⁽⁰⁵⁾

Ya hemos analizado las cinco primeras características de “los injustos que no heredarán el reino de Dios”: fornicación, idolatría, adulterio, afeminación, y homosexualidad. A continuación cubriremos la primera de las otras cinco: 

 6.  Hurto. El octavo mandamiento en la Ley dada por Dios a Moisés es corto y contundente: “No hurtarás”. ⁽⁰⁶⁾ Los cuatro primeros mandamientos tienen que ver con la relación del humano y Dios; los otro seis, con la relación entre humanos. Después de darle la honra a nuestro padre y a nuestra madre, de no matar y de no adulterar, viene este de no hurtar: de no quedarse con ningún bien ajeno para beneficio propio. La acción de hurtar se diferencia de la de robar, por llevarse a cabo intentando que la víctima no se dé cuenta. 

En el AT se menciona a Raquel, cuando hurtó las imágenes idolátricas de Labán, su padre, sin que nadie lo supiese; lo hizo con un buen fin, que su padre entrase en razón. Sin embargo, hurtó y mintió. El fin nunca justifica los medios. Porque, como Jesús enseñó, ya en el NT, los hurtos, como toda otra acción injusta, son producto de los malos pensamientos que anidan en el corazón del pecador ⁽⁰⁷⁾.

Cuando vino Jesús, los judíos estaban evadiendo los Mandamientos con conductas hipócritas, explotando al prójimo sin compasión. Les advirtió que estaban viviendo en pecado, y que él no había venido a abolir la Ley de Dios sino a cumplirla. En una ocasión, en clara referencia a ella les advirtió cuatro veces: “Oísteis que fue dicho”; y en otras seis añadió: “Pero yo os digo”. 

Con ello demostró – entre otras cosas – que hurtar y robar no se diferencian; que todos los humanos somos ladrones delante de su Padre; denunció la hipocresía de los religiosos, mostró la profundidad del orden divino, y dejó sentada la autoridad con la que hablaba ⁽⁰⁸⁾. 

Podríamos dar cientos de ejemplos sobre acciones que nos convierten en ladrones. Los niños que en la escuela se quedan con algo que pertenece a otros compañeros; los empleados que se llevan a su casa artículos de papelería o de limpieza; las personas que se apropian de las iniciativas o acciones exitosas de terceros para obtener un reconocimiento; las que se valen de la tecnología y la falta de supervisión para quedarse temporal, o definitivamente, con sumas de dinero ajeno, como ocurre con empresas multinacionales prestadoras de servicios (telefónicos, sanitarios, energía eléctrica y gas, transporte aéreo, etc.).

Cuando el hurto es parte de un sistema corrupto, no solo es culpable el ideólogo del delito sino también los partícipes necesarios. Así, los que trabajan para un ladrón sin resistirse con tal de no perder un salario u otro beneficio, no pueden justificarse y echarle la culpa al que les paga.

Judas Iscariote era el tesorero del grupo íntimo de Jesús; llevaba la bolsa en la que todos ellos guardaban los donativos de las mujeres y varones discípulos. De allí usaban para vivir mientras seguían al Maestro. Pero Judas hurtaba de ella ⁽⁰⁹⁾. Los que se complotaban para apresar y apedrear a Jesús por blasfemo nunca imaginaron que recibirían la lección más grande de sus vidas. Les pasó a aquellos que le exhibieron la moneda romana para tenderle una trampa.

“Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.”  ⁽¹⁰⁾ - les dijo Jesús. 

Muchos hay que celebran esta respuesta pero usan de manera equívoca. Aquí Jesús desnuda sus malos pensamientos y les demuestra que ellos son ladrones; pues hurtaban para pagar los impuestos que les exigía el Emperador romano; o aun retenían ese dinero con engaños para no pagar. Pero, peor aún, también le hurtaban a Dios al no obedecerle, buscando atraer para sí mismos el respeto, la reverencia, la obediencia y la gloria que solo le pertenecen a Él.

Les enfadaba que hablase de sus antepasados como los que habían robado sus ovejas:

“Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores.” ⁽¹¹⁾

Cuando Jesús le anunció a Zaqueo que había llegado la salvación a su casa, este funcionario enriquecido se dio cuenta de su condición corrupta, se arrepintió y su vida cambió radicalmente  pues pasó de ladrón a benefactor de los pobres y desposeídos ⁽¹²⁾. ¡Vaya cambio! Un no judío, despreciado por los judíos, odiado por ser recaudador contratado por los invasores romanos, es convertido en un hijo de Abraham, el padre de los que creen en Jesucristo ⁽¹³⁾. Y a los que buscan con afán hacer fortunas en la tierra, no importando si para ello deban robar, aún hoy Jesucristo les recomienda:

“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde ladrones entran y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen, y donde ladrones no entran ni hurtan, porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”  ⁽¹⁴⁾

Conclusión

Decir ‘yo no hago mal a nadie’ puede ser el mayor de los autoengaños. Siempre podemos dañar a alguien de palabra o de hecho. No decir toda la verdad, o solo decir parte de ella para favorecernos, es hurtarle a la verdad; esto nos convierte en ladrones. ¿Cuánto de esto no estamos llevando consciente o inconscientemente a nuestras congregaciones?

Quiera nuestro Padre Celestial, cuyo amor es tan grande, frenarnos con su Espíritu para convencernos de pecado, antes de pecar.

Seguiremos próximamente, si el Señor lo permite, con las otras cuatro características de los injustos que no entrarán al reino de Dios: 7. Avaricia. 8. Embriaguez.  9. Calumnia. 10. Estafa.

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Notas

Ilustración: la fotografía muestra el sitio denominado ‘La Rosadita’, en alusión a la Casa Rosada, sede del gobierno argentino. Durante la gestión del matrimonio Kirchner (doce años) se cometieron ilícitos de todo tipo con dineros del Estado. Los que trabajaban en esa cueva fueron enjuiciados y algunos de ellos ya están presos. https://www.clarin.com/politica/ademas-rosadita-red-cuevas-financieras-uso-baez-lavar-plata_0_ryPS8DLeZ.html

01.  http://protestantedigital.com/magacin/44796/La_correccion_es_buena_si_comienza_en_casa

02.  https://mundo.sputniknews.com/espana/201806011079199976-rajoy-deja-cargo-presidente/   De acuerdo con la contabilidad oficial del PP (desde 2004 a 2011) su financiación procedía en un 90 % de subvenciones públicas, con endeudamiento de 80 millones de euros y beneficios de 40 millones de euros, en total. Un balance oficial negativo - el publicado por el PP - no puede generar recursos para pagos extras, como se reconoció se hacía. 

03.  Este autor ha trabajado por años en la defensa de los afectados por el robo sistemático que empresarios, comerciantes y profesionales especialistas en quedarse con lo ajeno practican a diario. Es co-autor del primer libro de Proconsumer editado en la República Argentina en base a la Ley 24.240 de defensa de los consumidores. El avasallamiento que se opera sobre los consumidores es liderado por las compañías ‘de servicio’: telefónicas, bancos, electricidad, agua, gas, operadores aéreos, agencias de turismo, etc. Hay estudios de ambiciosos abogados contratados por las mencionadas para asustar a los ‘deudores’, a los que ofrecen ‘rebajas’ para no hacerles juicio (cosa que no tiene respaldo jurídico). Está de moda recibir llamadas telefónicas de esos emporios de ‘asesores legales’ que representan a inversores. Estos compran paquetes de deudores a un bajo precio y viven de lo que logran esquilmar a los que no dejan descansar con sus amenazadoras llamadas telefónicas y cartas postales. Una vez que consiguen que sus víctimas accedan a transar cambian radicalmente y se manejan con mucha educación. Ya lograron lo que buscaban: dinero.

04.  Romanos 3:23; 5: 12.

05.  1ª Corintios 6: 9,10.

06.  Éxodo 20:8

07.  Génesis 31:19; Mateo 15:19; Marcos 7:22.

08.  Mateo 5:21, 27, 38, 43;

09.  Juan 12: 6.

10.  Lucas 20:19 - 26.

11.  Juan 10: 8a.

12.  Ibíd. 19:1 -10.

13.  Gálatas 3: 3-9. Pablo enseña en sus cartas que Jesucristo dio pleno cumplimiento a la promesa de su Padre a Abraham e Isaac (el Antiguo Pacto), al ser Él quien estableció el Nuevo Pacto en su sangre.

14.  Mateo 6:19 -21.