El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Entre 1843 y 1870, exhibió anualmente sus obras en el Salón de París. Su tema central sería Lutero, el reformador, debido a la influencia de la fe de sus ancestros.
Bajo el título “La fortaleza de la debilidad”, se lanzó un desafío a que las iglesias recuperen su esencia y llamado; ser canal de preparación para sus miembros en el lugar de trabajo, y que Jesús sea el Señor de todo.
Jamás conoceremos realmente a Dios como un Dios compasivo si no logramos comprender, con el corazón y la mente, que puso su morada entre nosotros,
Nuestra esperanza no se basa en lo que podamos lograr en este mundo, sino en lo que Dios está haciendo en Cristo.
Los autores de los evangelios canónicos vieron cumplidas en Jesús el Cristo las visiones mesiánicas de Isaías.
Este momento histórico podría ser usado por el Espíritu Santo para traer un cambio social profundo.
La psicología o cualquier otra disciplina no deberían nunca suplantar la acción de la Palabra y el Espíritu.
La Navidad es una fiesta cristiana si los celebrantes son cristianos y hacen de la encarnación de Cristo el centro del festejo.
Lo más importante de los verdaderos avivamientos es el cambio profundo que ocurre más allá del lugar de culto.
Una exposición ilustra el impacto social de los reformadores con imágenes de la España actual. Sus vidas, cree el fotógrafo Juan Pablo Serrano, muestran que “Dios utiliza a personas corrientes y sencillas”.
Las células referidas en la obra puede considerárselas luteranas, porque guardaban algunos vínculos doctrinales con el movimiento de la Reforma Protestante.
Russell Moore: “Una iglesia que adora a Jesús se pone a lado de mujeres y niñas vulnerables. Una iglesia que adora el poder las ve como desechables”.
¿Qué creían los tres grandes reformadores acerca de la Navidad?
En el caso de América Latina, al gran crecimiento cuantitativo protestante no le ha seguido lo que desde adentro de las comunidades de fe se llama discipulado.
El actor y pastor Samuel Gallegos encarna al reformador alemán en el monólogo basado en la obra de teatro Lutero o el criado de Dios (1999), de Francisco Prieto.
Sé que Dios está haciendo algo nuevo entre los evangélicos en este país y que los grupos minoritarios somos una parte de lo que Dios está haciendo.
La obra de Nieto muestra la sensibilidad y conocimiento que posibilitó al autor una mirada diferente a la información acuciosamente recabada.
En el sitio donde muchos fueron juzgados de luteranos, en buena parte de los casos sin serlo, se hizo presente quien fue considerado por la Inquisición el heresiarca mayor.
Lutero escribió como pocos acerca de mucho. Sus libros no tienen la divulgación que amerita una obra que no deja estamentos sociales sin alcanzar, partiendo del mensaje de la Biblia.
La prensa popular ha presentado a los evangélicos como todos pro-Trump, sin tomar en cuenta que los evangélicos no-blancos tienen perspectivas más complejas.
Más de 600 personas disfrutaron con la Orquesta y Coro de la Reforma Protestante, que interpretó obras de Bach, Mendelssohn, Tallis y Lutero.
El exvicepresidente de la Generalitat Carod-Rovira guía un acto cultural con líderes evangélicos y periodistas, leyendo una a una las 95 tesis en catalán.
Solemne acto en la histórica Iglesia luterana de habla alemana en Madrid, un lugar que une la cuna germana de la Reforma y el suelo español.
Esta no es la historia de un gran hombre, sino de un gran Dios que ama profundamente a criaturas tan miserables y atormentadas como aquel monje.
¿Qué es lo que dirían Martín Lutero y los demás reformadores, al ver las corrientes que recorren a quienes aseguran creer la Palabra de Dios pero niegan los fundamentos más básicos de la misma?
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.