El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Lo que hacemos merece la pena; el lugar en el que Dios nos ha puesto es la antesala del cielo, a pesar de que no nos lo parezca.
Estamos tan acostumbrados a las sombras que nos parece que no pueda existir la luz. Pero esa es la buena noticia que trae Jesús.
Lo que ocurrió el cuarto día o etapa creacional fue que dicha luz llegó por primera vez a la superficie de nuestro planeta y empezó lentamente a transformarlo.
Cuando los cristianos se unen para testificar de su fe en Jesucristo, se convierten en luces centelleantes que iluminan el mundo.
El texto de Génesis pone de manifiesto que Dios intervino directamente al hacer la expansión y separar las aguas en la segunda etapa creadora.
El que viene no fallará, la luz nunca se apagará, el resplandor de su gloria va a deshacer las tinieblas, los miedos, las angustias.
Es evidente que la fuente de la luz del primer día de la creación era el Sol, que ya había sido preparado por Dios mucho antes.
Esperar contra toda esperanza es el único quehacer auténticamente humano, según el dramaturgo.
Si deseas que tu vida tenga el impacto que Dios quiere que tenga mientras te encuentras en la Tierra, sazona tu vida con sal y brilla con fuerza a través de tanto tu proclamación como tu conducta.
Que la radiación solar sea idónea para la vida en la Tierra depende de varias “coincidencias” extraordinarias y altamente improbables que se dan en la naturaleza.
Se limitaba a iluminar la sombra que proyectaba su propio cuerpo sobre el suelo y las paredes.
Debemos ser luz en el lugar en el que estamos, viviendo de una manera diferente, radiante, radical, porque así brilla la luz.
Cuando la iglesia no toma en serio su función de sal y luz, contribuye a la descomposición de una sociedad de forma decisiva.
La luz simboliza a Dios o a su Palabra, mientras que la oscuridad se refiere a toda oposición a Dios.
Este poderoso tridente está compuesto del mandamiento, la enseñanza y la reprensión, aportando cada uno de ellos un elemento esencial para el bien de quien los hace suyos.
La cultura popular, desde Dylan a Springsteen, se hace eco de las palabras de Jesús sobre la sal para conservar o dar sabor, y la luz para alumbrar en las tinieblas.
Le molestaba la luz, no había quien la apagase, era insoportable.
Son muchas las veces que me pregunto si estoy impactando a alguien de algún modo. Me refiero a una conducta de vida que ilumine a otros en medio de su oscuridad.
Al rechazar a la Luz, el mundo se quedó con su luz, que es oscuridad, en la cual el príncipe de las tinieblas gobierna a su antojo.
En mi opinión, los lentos movimientos de los girasoles gritan a los cuatro vientos la palabra “diseño”.
La luz es la mensajera que nos revela las características de los cuerpos celestes y nos habla de planetas, soles, galaxias, supercúmulos de estrellas y agujeros negros.
Decidimos aprovechar la oportunidad para explorar este tema del miedo. Queríamos ver si el mensaje cristiano tiene algo que ofrecer.
Una de las cosas que he aprendido a través de los años sirviendo a los cristianos perseguidos es que ellos siempre son luz a pesar de la oposición que puedan encontrar.
Joaquín quiere dar a conocer su saber, y no pierde ocasión para atribuirlo a la Gracia de su Señor.
La luz brilla en medio de la oscuridad y ejerce una influencia benigna sobre todas las actividades humanas.
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