El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La Biblia emplea frecuentemente esta imagen de la luz para referirse a la espiritualidad humana.
Viven sobre fondos rocosos umbríos del litoral pero cuando se iluminan artificialmente muestras bellos colores. No hacen ostentación de sus encantos.
El secreto del éxito de los corales radica en la solidaridad.
La filosofía naturalista es capaz de lograr que mentes brillantes sean incapaces de ver aquellas múltiples propiedades del universo, que indican claramente la existencia de una inteligencia creadora.
Hoy vivimos también en la sociedad de la apariencia, en la que predomina la estética sobre la ética y la moralidad.
Esta solución catastrofista la venían proponiendo los creacionistas con su referencia al diluvio universal. Y la paleontología no tuvo más remedio que darles la razón en este sentido.
Los cristianos, en cierto sentido, somos también hoy como una especie en peligro de extinción.
¿Cómo es posible que un universo formado fundamentalmente por materia incapaz de razonar produzca seres dotados de razón, con tendencia a la finalidad, con capacidad para reproducirse y constituidos por códigos químicos como el ADN?
Durante las últimas semanas un coro de niños y niñas de Uganda está de gira por España. Son 28, pero representan a los más de 200 chicos que viven juntos en Entebbe, cerca de la capital Kampala.
¡Qué poco nos cuesta amarnos a nosotros mismos, a la vez que odiamos aquellas actitudes erróneas que nos llevan a pecar!
Hoy por hoy, no existe una explicación adecuada al supuesto beneficio evolutivo de la reproducción sexual, tanto en las plantas como en los animales.
La razón filosófica puede conducirnos a la necesidad del Creador pero sólo la experiencia íntima de la fe es capaz de revelarnos la belleza y la bondad del Dios personal que se manifiesta en Jesucristo.
Al acomodar las creencias y decisiones morales a las preferencias personales, se desvirtúa casi siempre el mensaje de Jesucristo.
La cosmovisión naturalista, con su defensa del uniformismo absoluto, es solamente una creencia que no se desprende de la realidad.
¿Es que, acaso, la naturaleza piensa? Yo creo que, más bien, alguien diseñó inteligentemente toda la naturaleza.
El fotógrafo Kevin McElvaney ha publicado el proyecto #RefugeeCameras. Entregó cámaras de usar y tirar a varios refugiados, para que contaran su historia en primera persona.
Tess Asplund se plantó frente a una manifestación de corte racista en Suecia con el puño en alto. La imagen “muestra una de las luchas de nuestro tiempo”, opina el activista Daniel Poohl.
Con sólo posarse sobre los pétalos de una flor saben si ésta es tóxica o, por el contrario, puede servirles de alimento.
Algunos científicos dicen que nunca hubo un Dios, se salen de lo estrictamente científico y malinterpretan tanto a Dios como a lo que significa “crear”.
Para los judíos contemporáneos de Jesús, los abismos del mar representaban muchas cosas negativas, en especial, el paganismo de los pueblos gentiles que les rodeaban.
Un cúmulo de indicios que apuntan hacia la existencia de un Dios personal creador y estructurador del mundo.
¡Hemos de aprender a desarrollar más recursos espirituales para vivir en un mundo repleto de tiburones escépticos y malvados!
Una creación a partir de la nada o un universo sin comienzo requieren por igual la existencia de un Dios creador trascendente.
La ciencia es posible porque el cosmos es creación inteligente y el ser humano criatura hecha a imagen y semejanza del Creador.
La actitud ingenua de los pequeños peces, que se olvidan de la buena costumbre de huir prudentemente, me hace pensar en la vida cristiana.
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