El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
No sólo debemos conocer sobre Jesús, sino confiar en él. Eso marca la diferencia.
No estamos aquí meramente para abrirnos paso por la vida porque sea algo que valga la pena. Todo lo que hacemos debería estar motivado por una perspectiva que tenga a Dios en cuenta.
Delante de Dios, todos y cada uno de sus hijos somos especiales.
Una lección de vida: si hay alguien necesitado a nuestro lado, debemos preocuparnos por él.
Nuestra vida sería diferente si la gente nos comprendiese más y si nosotros hiciéramos un esfuerzo por comprender más a los que nos rodean.
Aunque Jesús fue muy claro al respecto, nos gusta mucho más el dinero de lo que pensamos.
El conocimiento es un medio para la conducta correcta y no un fin en sí mismo.
En muchas ocasiones, lo que pensamos determina lo que ocurre en la vida.
Hace poco volví a leer la historia de David y Goliat, y cambió totalmente mi perspectiva; la que fuera una historia para niños se transformó en todo un aprendizaje para mi vida.
Echemos un vistazo al plan de Pedro para el crecimiento espiritual.
Nunca nos debe preocupar lo que nuestros enemigos digan, sean quienes sean, no importan sus nombres.
Como creyente en Cristo, ¿te sientes abrumado a veces por una sensación de fracaso y frustración? Pues bien, no eres el único.
Tener sentido en la vida significa vivir disfrutando cada momento, siendo como uno es, quizás en muchas ocasiones siendo una persona de lo más normal.
Somos sal y luz: ambas se dan, pero también se gastan; ambas potencian la belleza de Jesús.
El dinero brinda el potencial para marcar una diferencia, no simplemente para ganarnos la vida.
El secreto de la asistencia no es otro que el saber trabajar para los demás aunque ellos sean los que se lleven el honor de conseguir los puntos.
Jesús enseña varias lecciones fundamentales para nuestra vida en la parábola del sembrador.
Pablo nos dijo que pusiéramos nuestra esperanza en Dios, reconociendo que el dinero es un sustituto tentador pero terriblemente inadecuado.
¿Por qué los jóvenes se van de las iglesias? La respuesta desde el punto de vista de un joven.
Aunque a su alrededor las personas le mandaban callarse, Jesús escuchó el clamor de un ciego.
El contentamiento no trata acerca de la autosuficiencia sino de la suficiencia en Cristo.
Este domingo a las 8:30 de la mañana se emitirá el programa grabado en el Pazo de Congresos, al que asistieron 1.500 personas.
Desgraciadamente, seguimos alimentando el odio y rechazando a otros porque no son como nosotros.
Jesús no sólo enseñaba para convencer, sino para dar vida. Mostró que se preocupaba por cada persona en particular.
Si es difícil encontrar respuestas para las preguntas normales de la vida, mucho más lo es si queremos conocer lo que hay más allá de la muerte.
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