Dios, quien conoce nuestro “límite de carga”, restringe el peso que nos permite llevar.
El segundo principio es la verdad acerca de la capacidad de soportar. En 1 Corintios 10:13, continúa diciendo, “Pero el es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir”. Dicha declaración garantiza que Dios nunca permite más cosas de las que podamos soportar. Es como una carretera que tiene una señal antes de llegar a un puente que dice, “Límite de carga: 5 toneladas”. Dios, quien conoce nuestro “límite de carga”, restringe el peso que nos permite llevar.
Uno de los estados en los que vivimos tenía una política de devolución de botellas. Por cada botella de bebida gaseosa que se devolvía, se recibían 10 centavos. Ni Martita ni yo teníamos predilección por devolver botellas. Esto hizo que se acumularan en la cochera dejando una verdadera cuenta de ahorros en botellas de refrescos. Una noche, cuando las pilas de botellas habían llegado a una altura intolerable, decidí devolverlas. Nuestro hijo Mateo, entonces en edad preescolar, me siguió al garaje y dijo generosamente, “Papá, ¡déjame ayudarte!” (¿Por qué cuando los hijos son demasiado pequeños para ayudar quieren hacerlo y, cuando finalmente crecen lo suficiente como para colaborar, no tienen interés?) “Claro Mati”, fue mi respuesta. Este precioso niñito tomó dos cajas de botellas y luchó por meterlas en el automóvil.
Entonces partimos hacia la tienda de comestibles. Cuando llegamos, conseguí un carrito, apilé las botellas adentro y con otras bajo los brazos comencé a caminar hacia la tienda. Mati llevaba dos cajas. A mitad de camino, las puso en el suelo, me miró y exhausto dijo, “Papá, no puedo más. Son demasiado pesadas”. Le respondí, “Escucha Mateo. Tú comenzaste la tarea. Querías ayudar. Ahora vamos, sigue adelante y hazlo bien. Levanta esas botellas. Contaré hasta cinco”.
¿Cree usted que dije eso? ¡Ni en broma! Como padre, entendía las limitaciones de mi hijo. Levanté las cajas de Mati y las puse en el carrito. Ahora bien, si yo, siendo un padre terrenal y de naturaleza caída, hago eso por mi hijo, cuánto más mi Padre celestial que me conoce íntimamente estará dispuesto a impedir que suceda algo que supere mi capacidad de soportar. Tú puedes estar seguro de esto: Si Él permite que la tribulación llegue a tu vida, será algo que puedes soportar.
No significa que nuestra tribulación a veces no resulte insoportable, porque a menudo parece que es así. La clave es que podemos estar seguros de que, si Dios, que nos conoce íntimamente (y Él nos conoce mejor de lo que nosotros mismos nos conocemos), la permitió, podemos tener la tranquilidad de que efectivamente no sobrepasará nuestra capacidad de soportarla.
Esta promesa garantiza que, aunque tal vez nos doblemos, jamás nos quebraremos.
Nuestras vidas solo se debilitan y se quiebran de manera fatal cuando, al reaccionar mal, permitimos que la amargura le añada peso a la carga que llevamos.
Existe un aspecto particularmente estratégico en este principio que no podemos atrevernos a dejar de lado. Todos hemos tenido ocasionalmente la sensación de que Dios no ha hecho nada por nosotros durante mucho, mucho tiempo. Lo vemos obrando en las vidas de los demás, pero gran parte de nuestra existencia parece extrañamente carente de acciones sobrenaturales. Tendemos a amargarnos y pensar que, si bien Dios está actuando en algún lugar, “¡Él no está obrando en mi vida!”
De hecho, si Dios no hiciera nada más que redimirme, ya sería muchísimo más de lo que merezco. Este es motivo suficiente para darle alabanza y gloria por el resto de mi vida. Pero, más allá de eso, Él sigue activo cada día de mi vida al permanecer como centinela a las puertas de mi existencia sopesando, midiendo y excluyendo cualquier cosa que exceda mi límite de carga. Estas son las cosas que desconozco. Habitualmente, cuando me voy a dormir, me gusta agradecer a Dios por las cosas que hizo por mí ese día y que desconozco. Cuando no tengas nada en tu lista de agradecimientos, agradécele a Dios por haber garantizado que tus luchas sean soportables y haber impedido situaciones que habrían sido golpes mortales.
(Continuaremos en próximos artículos.)
(Artículos extraídos y adaptados del librito Anclas en la Tormenta, escrito por Joe Stowell y publicado por Ministerios Nuestro Pan Diario en su serie Tiempo de Buscar. Puedes encontrar este y otros libritos sobre diferentes temas en: http://nuestropandiario.org/2009/09/serie-tiempo-de-buscar/
El link para la descarga de este librito en concreto es: http:// http://d254u7jd4zosxo.cloudfront.net/files/2011/01/J9586_Anchors_ESP.pdf?7489a8
Si deseas más información, puedes escribirnos a [email protected].
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o