El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Si las causas de esta subida, que ya afecta a millones de personas en zonas cercanas al mar, tienen algo que ver con nuestro estilo de vida, debemos reflexionar seriamente sobre lo que la palabra de Dios nos dice acerca de nuestro estilo de vida tan consumista e insostenible.
Las manifestaciones de jóvenes son el grito desesperado de una generación que ve su futuro amenazado por el deterioro del planeta.
Suponiendo que hubiera un cambio de mentalidad de una economía para consumir a una economía para vivir, a todo lo más que se llegaría es a paliar los efectos nocivos que hemos desencadenado sobre nuestro entorno.
¿Nos comunica Dios algo a través de los desastres naturales, aunque muchos de ellos sean causa de la irresponsabilidad del hombre?
El tiempo cronológico, pues, nos obliga a posicionarnos sobre el sentido que le damos a nuestra existencia.
Dicen que los efectos del cambio climático se pueden corregir todavía y otros que no. Sin embargo, el cambio paradigmático se presenta como un avance y un progreso.
Los expertos advierten que el aumento de temperatura podría seguir en caso de no tomar medidas urgentes.
¿Estamos simplemente criticando los debates sobre el medio ambiente que se están planteando en público, o existe una agenda bíblica sólida para el compromiso?
La Generalitat responde con una serie de compromisos al movimiento estudiantil contra el cambio climático. “Nos parece muy simbólica y seguiremos reclamando esa acción necesaria y urgente”, dicen activistas en defensa del medio ambiente.
Un millón de especies están en peligro de extinción, advierte un informe de la ONU. Ruth Valerio, de la ONG cristiana Tearfund, comparte ideas sobre cómo cuidar la creación en el día a día.
Los cristianos tenemos que trabajar para traer un cambio pausado, invertido y que vaya desde la base hasta la parte superior, además de ser a su vez sostenible durante un periodo extendido y que pueda alcanzar a todas las generaciones.
Desde la comida al transporte, pasando por las vacaciones. Comportamientos que durante décadas no se habían cuestionado, ahora son vistos como antinaturales.
El organismo busca “inspirar y empoderar a los creyentes”. Entre las prioridades de actuación se incluyen “la participación en los procesos globales de formulación de políticas, la mitigación del cambio climático y la sostenibilidad”.
Texto escrito el 8 de mayo de 2010.
Son capaces de ver su camino en el cielo y seguirlo fielmente. No sólo nos dan ejemplo a las personas sino que evidencian la sabiduría de un Dios omnipotente.
Quizás se nos está dando un toque de atención y esperanza, y quizás es una oportunidad de aportar de forma directa una teología de la creación humilde y rica (una que nos anime a pasar a la acción).
Grandes capitales a lo largo del mundo han acogido marcha de jóvenes reclamando medidas concretas en favor de la preservación del medio ambiente.
La vida es un constante fluir igual que el de un río. En ocasiones nuestro Señor mueve ficha y nosotros no entendemos. Pero en Su mente y corazón somos amados.
Más del 40% de las especies de insectos existentes están amenazadas, según un estudio científico. Los pesticidas agroquímicos, el cambio climático y la aparición de especies invasivas, las principales causas.
Y era extraño que, a pesar de posicionarse del lado de lo divino, las cosas les iban de mal en peor.
El Nuevo Testamento identifica ‘deuda’ con ‘pecado’; de allí que al perdonar Dios los pecados del hombre, le está condonando su deuda.
Los medios de comunicación social le dan un sitio predominante al acto de regalar. Lo hacen porque el comercio y la industria necesitan cada vez más de la publicidad para vender.
Hemos de reconocer que, desde que nacemos, nos van incorporando automáticamente a costumbres generacionales ya establecidas, o a nuevos hábitos ‘progresistas’.
Si la ‘cristiandad’ festeja la Navidad con figuras mitológicas babilónicas renovadas en el tiempo, no es para asombrarse que los cultores de la ‘perspectiva de género’ hagan lo mismo.
Eric Ducharme hace inmersiones vestido con una cola de sirena. "Cuando me pongo la cola me siento transformado", dice. A los 13 años, ya fabricaba colas de sirena con bolsas de basura.
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