El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El cristianismo es la cosmovisión que mejor nos cuenta la historia completa, la historia verdadera de por qué hay algo en lugar de nada, de por qué tememos a la muerte y porque necesitamos amor.
En lugar de no creer, prefirió ser puente entre conocimiento y fe, expresando que “la ciencia sin religión está coja; la religión sin ciencia está ciega”.
El argumento definitivo e irrebatible contra todos aquellos que dudan o niegan la existencia de Dios es que “Yo era ciego y ahora veo”. La razón topa con el sentimiento.
Los datos oficiales muestran que el número de personas no religiosas ha aumentado más del 13% desde 2010.
Los que no creen en Dios creen que la ciencia atea explica su inexistencia afirmando que Dios no ha hecho al hombre, sino al revés, el hombre ha hecho a Dios.
Dios sigue buscando gente que piense, razone y decida entregar toda su vida a él, porque cuando conocemos al Creador, nuestra vida también tiene sentido.
El 54% de la población ve la práctica religiosa como un factor importante en la vida, y el 37% cree que la persona con fe es mejor ciudadano.
Un avivamiento no se hace, sino se produce por intervención divina. Cada avivamiento en la historia parece ser el resultado de unos pocos que tienen hambre y sed de Dios.
La paradoja de este libro es que a pesar de todo lo que dice en contra suyo, después de leer la novela, dan ganas de leer la Biblia.
Los movimientos neo-paganos y humanistas encuentran su lugar como reacción al cristianismo. Los inmigrantes han cambiado el panorama de un país en el que la mayoría todavía están registrados como luteranos.
En la mayoría de los centros docentes de Occidente se presenta la ciencia como enemiga de la religión ya que los descubrimientos de ésta supuestamente harían imposible o innecesaria la existencia de un Creador.
Una macroencuesta entre jóvenes de varios países de Iberoamérica identifica los intereses, dificultades y esperanzas de la juventud, donde la religión tiene un papel menos relevante que en generaciones anteriores.
Coloquio íntegro con posturas enfrentadas, entre creyentes, ateos y agnósticos, en la Universidad de Castilla-La Mancha, sobre la existencia de Dios, el problema del sufrimiento o las razones de la fe.
Un informe de la Oficina de Planificación Social y Cultural muestra que solo el 33% dice creer en Dios. Pero “los creyentes experimentan un sentido más pleno que los no creyentes”.
La Fundación Ferrer i Guàrdia concluye en su último informe que la pandemia ha acelerado la pérdida de religiosidad en la sociedad española, especialmente entre los menores de 34 años.
Nos centramos en dos temas de actualidad de esta semana.
Un informe de 2022 del Centro para el Estudio del Cristianismo Global muestra que los pentecostales son la denominación cristiana de más rápido crecimiento en todo el mundo.
Las iglesias y organizaciones cristianas se ven afectadas por las culturas y prácticas seculares. En muchos casos, las decisiones ministeriales se toman de acuerdo con criterios gerenciales, y no según las normas trascendentales de la Biblia. Por Steve Sang-Cheol Moon.
El 51% no cree en Dios, según una encuesta de ámbito nacional. El 68% cree que la religión puede ayudar a transmitir valores positivos a los jóvenes.
El ser humano se ha considerado suficientemente maduro para prescindir de Dios.
El misterio de Dios no permaneció oculto. Cristo es la revelación del misterio de Dios, que en otras generaciones no se dio a conocer.
¿Es ateo cristiano el que admite la existencia de Dios pero no la incorpora a su vida?
A Dios se le puede ignorar, pero no se le puede suprimir. A Dios se le puede combatir, como hace el ateísmo, pero no se le podrá vencer.
Ateos, agnósticos y no religiosos se incrementan hasta representar casi un 40% de la población, según el último barómetro del CIS, que sigue sin distinguir entre las religiones minoritarias.
No ha llegado a entender el ateísmo que la eternidad no es espacio de tiempo, sino tiempo sin fin al otro lado de la cortina terrestre. Perpetuidad que tiene principio, pero que no tiene fin. Vida del alma más allá de la tumba.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.