El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
‘La muerte no existe’: conversanción de Leopoldo Cervantez-Ortiz con el poeta Santiago Montobbio (II)
“No hay definiciones de la poesía en mis poemas, puedo decir así de inmediato, como respuesta, que me salga muy espontánea, y porque siento que lo que hay es una vivencia de la poesía y no definición de ésta”.
Los libros y programas educativos retratan a los ciudadanos no musulmanes como extraños, anti-patriotas, e inferiores.
Julia Santibáñez regresa al escenario de las novedades poéticas con Ser azar (2016), un poemario breve, pero intenso, tutelado por la figura de Miguel Hernández.
El primer espacio donde Holl ubicó la fuerza cultural de la Reforma es el de la religión y la vida secular, siguiendo la clásica tendencia de la época.
Zaragoza significaba para Don Quijote un mítico destino que cambia en el capítulo LIX de la segunda parte.
Razón sobrada asiste a Don Quijote cuando dice que aunque los atributos de Dios son todos iguales, más resplandece y campea el de la misericordia que el de la justicia.
El interés de Holl por Lutero aumentó y estudió su comprensión de la naturaleza y el significado de la religión, la reconstrucción de la ética cristiana, la importancia del reformador para la historia y el desarrollo de la exégesis y la hermenéutica, entre muchos temas.
Si aquellos comportamientos de curas eran perfume, Dios nos libre del hedor.
Aún queda mucho por explorar en el texto sagrado, muchos misterios que desentrañar y muchas bellezas por descubrir. Parecidas características se dan en el Quijote.
“Según la teoría moral calviniana la Ley moral tiene tres oficios distintos: delator, político y didáctico. El oficio delator o teológico de la Ley moral tiene por fin mostrar al cristiano que está en pecado y que no puede ser justo sin la ayuda de Dios”.
¿Qué pensó del clero de su época el insigne autor del Quijote? ¿Qué eran los curas, según Cervantes?
Los escritos bíblicos no callan los defectos de sus autores ni se pintan a sí mismos intachables, cuando hubieran podido hacerlo. Otro tanto ocurre en el Quijote.
Estamos ante el Calvino político, en pleno desarrollo de sus capacidades en esos cuatro géneros literarios y teológicos para exponer sus ideas ante el momento tan exigente que le correspondió vivir.
A Don Quijote no se le puede encasillar en religión alguna. Lo demás son ganas de marear la perdiz.
Tanto la Biblia como el Quijote son libros que ejercen influencia universal.
“Por desgracia, ni las iglesias en su conjunto, ni las personas tienen interés en el pasado, con raras excepciones”, reflexiona la historiadora brasileña de confesión bautista Rute Salviano Almeida.
Calvino tuvo muy presentes las persecuciones contra los hugonotes en su país y las guerras religiosas posteriores.
Mientras el Quijote se limita a analizar nuestra condición humana, la Biblia, después de analizarla por el ojo escrutador de Dios, nos dice cuál es el remedio divino a todas nuestras calamidades.
El dilema calviniano, bien planteado por la autora, consistió en “presentar una doctrina política que permitiera salvar la libertad espiritual y eclesial y consiguiera reforzar, al mismo tiempo, la sujeción del cristiano a los poderes públicos”.
Las cuatro últimas secciones del libro de Marta García-Alonso, se ocupan de temas por demás polémicos en el pensamiento teológico y social del reformador francés.
Cervantes Ortiz ha publicado libros teológicos, pero también antologías poéticas que, desde la vertiente cristiana, merecen el mejor de los reconocimientos.
La Biblia es la revelación divina de nuestra peregrinación terrena y habla el lenguaje de la eternidad.
“Cada época tiene su Calvino político”: así da inicio el séptimo apartado del estudio preliminar de Calvino. Textos políticos, en donde la doctora Marta García-Alonso hace una brillante revisión de la manera en que se ha interpretado la doctrina política del reformador francés
El Quijote es un gran libro escrito por un gran hombre; la Biblia es un gran libro escrito por grandes hombres, pero inspirado por Dios.
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