El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Dos de los mitos que rodean la vida de Lutero, han producido hipótesis contradictorias sobre el valor que tuvieron en el pensamiento y la acción del futuro reformador.
Uno de los temas álgidos del 500 aniversariode la Reforma, es el que tiene que ver con el papel desempeñado por el reformador Lutero.
En “Sobre dioses y caquis”, ese deslumbrante ejercicio de memoria y autocrítica que acompañó la recuperación de su tesis doctoral, describió el avance de su experiencia.
¿Y si yo hiciese la insólita sugestión de que la teología es un juego de abalorios? ¿Y que Hermann Hesse, tal vez, se haya inspirado en aquello que los teólogos han hecho?
El concepto de antropofagia le sería más cercano para expresar la manera en que se apropió de autores como Riobaldo, Gabriel García Márquez o Eliot.
Dios se le había desvelado como creador, como poeta en el mejor sentido del término y él asumió el riesgo de salir de la jaula de la teología dogmática para encontrarse con él.
Se podría establecer toda una teoría de la lectura basada en metáforas bíblicas, como el que inició Ezequiel y continuó el vidente de Apocalipsis: “comer” o “devorar” el rollo o el libro es la disposición que se espera de todo aquel que se acerca a las Sagradas Escrituras.
Mediante el acceso al contenido de la Biblia, cada cultura ha vaciado en ella su forma de ver el mundo.
El conocimiento del contenido de la Biblia es fundamental para moverse en medio de las producciones literarias. Es el libro total, que lo abarca todo.
“La Biblia, más que un libro, es una literatura”. La variedad de géneros y estilos, de temas y relatos, hacen de la Biblia un auténtico venero, un océano de posibilidades para ver desplegada la experiencia humana en todas sus variantes.
En días pasados falleció en la ciudad de México la abogada y pastora Margarita Islas Marín. Como homenaje póstumo presentamos esta entrevista realizada en los días cercanos a ese momento tan significativo en su vida.
"Fragmento del prólogo a El fundamentalismo teológico e ideológico y sus implicaciones en la naturaleza y misión de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, de José Luis Velazco Medina, de inminente aparición"
Fraire visualiza misterios en los recovecos de la existencia que le fue concedida.
Sólo esta luz, de Isabel Fraire es un libro diáfano, directo, que atraviesa la realidad con una mirada vuelta bisturí.
Acercarse una vez más a la última semana de vida de Jesús en los evangelios representa la oportunidad renovada de releer la manera en que los autores del texto sagrado consignaron su visión teológica de los acontecimientos.
El teólogo argentino esboza una visión de la “omnipresencia de la política” como algo que rodea y constituye a la existencia humana en todos sus ámbitos.
El dilema que enfrentaron los cristianos evangélicos, inédito hasta buena parte del siglo XX, consistió en ser fieles al mensaje de Jesucristo y, al mismo tiempo, a la urgente necesidad de resultar pertinentes en medio de una realidad cruda y terrible.
Este extenuante volumen da fe, desde las bases mismas de las comunidades, de una sólida presencia protestante que se ha consolidado con los años y que ha definido el rostro de Tabasco como una entidad en la que arraigó profundamente la religión evangélica.
Mención aparte merece José Coffin Sánchez (1881-1957). Se caracterizó porque, junto a sus labores eclesiásticas, “emprendió obras de carácter social, como la lucha contra el alcoholismo y la ayuda de los menesterosos”
Este enorme libro (462 pp.), escrito contra viento y marea, ha corrido la suerte de otros insignes esfuerzos por rescatar las raíces eclesiales del presbiterianismo mexicano, es decir, ha tenido que ser elaborado prácticamente como una “edición de autor”.
Poesía carnal, epidérmica, que no niega su filiación y la prolonga, pues los ecos del Cantar de los Cantares y de la obra de Gioconda Belli (por supuesto, sus textos de alusión bíblica), por citar sólo dos referencias, se hacen sentir a medida que se avanza en la lectura.
La novela cumple el propósito de atrapar al lector en una red de acontecimientos simultáneos que lo seducen al mismo tiempo que lo introduce a uno de los episodios que marcaron profundamente la historia reciente.
Se ha destacado mucho el impacto de Thomas Merton y Teilhard de Chardin en el estilo expresivo de Cardenal, pero lo cierto es que desde una época muy temprana se anunciaba lo que vendría a cristalizar en el Cántico cósmico.
El Cántico cósmico expone muy bien la gran obsesión estético-literaria que se fue transformando en la conciencia de Cardenal para llevarlo hacia ese gran poema extenso (cerca de 600 páginas) que concentraría todas las influencias, hallazgos e intuiciones de su dilatada trayectoria literaria iniciada en los lejanos años 40.
Vida en el amor se trata del libro más gozoso, más compasivo y más armónico del poeta, en el que salta a la vista el júbilo del místico reciente que ha descubierto que ese amor avasallante es el centro ontológico del universo.
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