El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Jesús me estará esperando en la cima porque no confié en mis mérito,s sino que acepté su invitación para entrar en el Reino de Dios.
Los libros proféticos (XXII): Daniel (I): el hombre íntegro que creció y profetizó en el exilio (Daniel 1-3).
En el himno expresaba cómo la cercanía de Dios permitía sobreponerse a las mayores desgracias, porque Él era realmente el que podía otorgar descanso y paz.
Los libros proféticos (XXI): Ezequiel (IV): el profeta que anuncia la Verdad y la restauración de Israel.
Yo también puedo dar testimonio de que hay victoria en Jesús incluso en las situaciones más difíciles.
Los libros proféticos (XX): Ezequiel (III): el Dios que es soberano universal de todos los tiempos (c. 25-32).
Aquellos que han decidido entrar en el Reino deberían tener presenteque el Padre conoce sus necesidades incluso mejor que ellos mismos.
Los libros proféticos (XIX): Ezequiel (II): el desastre de Israel y Judá anunciado desde el exilio (c.11-24)
Libros proféticos (XVIII): Ezequiel (I, c.1-10). Tras salir del templo la gloria de YHVH se detuvo un instante antes de irse por completo. De manera reveladora, ese mismo itinerario siguió Jesús en su última Pascua.
La Biblia dice que podemos tener certeza y seguridad porque fue Jesús – no nosotros – quien ganó la salvación por nosotros.
La vida cristiana es una batalla y además lo es de manera continua, pero su metodología no es la de los ejércitos humanos sino la del corazón de Dios.
Porque él vive, como dice la canción, yo no temo al mañana. Sé que él es mi futuro y que mi vida vale más y más sólo por él.
No deja de ser llamativo que aquellos esclavos utilizaran canciones que hablaban de Jesús y de la esperanza, consuelo y alegría que representaba.
Los libros proféticos (XVII): Jeremías (VIII): el mensaje (V): profeta para las naciones (c. 46-52).
Fue Jesús y nadie más quien vino a buscarme cuando estaba perdido y para salvarme del peligro interpuso su sangre preciosa.
Los libros proféticos (XVI): Jeremias (VII): el cumplimiento del mensaje de las profecías (c. 33-45).
La Biblia es muy clara al señalar que la única roca sobre la que se pueden asentar los creyentes es Dios.
Libros proféticos (XV): Jeremías (VI): los ataques y el cansancio del profeta (c.12-32).
Los libros proféticos (XIV): Jeremias (V) y su mensaje: los pecados del pueblo de Judá (c. 2-11)
Fijar los ojos en Jesús es una guía de conducta y también un camino a la esperanza porque él es “el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14: 6)
¿Adónde podría yo acudir sino al Señor?
Los libros proféticos (XIII): Jeremías (IV): capítulo 1, Dios llama a Jeremías como profeta.
El panorama puede resultar deprimente. Pero aquel que conoce a Jesús no debe dejarse anegar por esa situación.
El Hombre de pecado se coloca en lugar de Dios y que será la Palabra de Dios la que irá recortando su reino hasta que tenga lugar la segunda venida de Cristo.
Lo que resulta atractivamente hermoso en Jesús es su persona, su conducta y sus enseñanzas.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.