Las vecinas de Raab

A una vecina de Raab la ramera no le pasó desapercibido la entrada y salida en su casa de hombres que no parecían de la ciudad.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]

Esos hombres eran espías de Israel que Raab protegió porque veía inminente la invasión de su ciudad.

Esta vecina era una persona mayor, una buena vecina que vio nacer a Raab y le deseaba toda suerte de bien.

—Piensa Raab que podrías acabar en prisión si ocultas algo a nuestro pueblo. Y todos queremos tu bien, no pongas en riesgo tu libertad. Soy tu vecina que siempre te ha cuidado —dijo sentidamente la mujer.

Raab se planteó lo arriesgado de su acción y ¿quién la iba a querer más que las personas de su vecindario? ¿Eran más de fiar los desconocidos de Israel?

Pasaron los días y Raab reunió a toda su familia en su casa porque la invasión de Jericó por Israel era inminente.

Otra vecina advertida de ello, le preguntó a qué se debía todo ese movimiento de gente. Raab, por supuesto no se lo reveló.

Pero también era una buena vecina de toda la vida, e incluso dudó de incluirla en su grupo familiar para protegerla de los invasores.

—Nos parece que estás poniendo en peligro tu vida. Si se enteran las autoridades que tramas algo, vendrán a por ti y te matarán. Te quiero como la niña de mis ojos, siempre te he cuidado y ahora lo sigo haciendo —le salió de dentro a esta vecina.

A Raab se le partió el corazón y a punto estuvo de advertir a las vecinas del peligro inminente en que estaban.

Pero el padre de Raab la arrastró del brazo y se lo impidió.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]

Todo sucedió en instantes.

Lo primero que hicieron los invasores fue identificar la casa de Raab por el cordón de grana colgado de la ventana y rápidamente los sacaron, a ella y sus familiares.

La última escena sorprendente de este relato es la de las dos vecinas bajando por la calle acompañadas de un pelotón de soldados dispuestos a registrar la casa ahora vacía de Raab.

Pero de camino les sorprendió la asolación de los muros de la ciudad que cayeron al sonido de las bocinas de cuernos de carnero.

[analysis]

[title]Por un año más[/title]

[photo][/photo]

[text]¡Protestante Digital te necesita! Tenemos por delante un gran reto económico. Por eso, hoy te invitamos a ser parte comprometida de esta misión y desafío para asegurar y potenciar la continuidad de Protestante Digital y Evangelical Focus en 2024.

Puedes encontrar más información en apoya.protestantedigital.com.

[/text][/analysis]