La Reforma y el Cristianismo en el Siglo XXI y Entre la luz y las tinieblas (M. García Ruiz)

Cuando el apóstol Pablo, mi amigo en la distancia, termina de escribir el capítulo nueve en su segunda epístola a los corintios, exclama: “Gracias a Dios por su don inefable”.

Cuando yo empiezo a redactar este artículo, respetando y pidiendo perdón a quienes piensen otra cosa, proclamo con un torrente de alegría: ¡Gracias a Dios por el don de Máximo García!

Muerto José Grau, el único teólogo serio, profundo que le queda al protestantismo español es Máximo. ¿O no? Está escrito en su biografía que ostenta una licenciatura en Teología por la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica. Es doctor en Teología por la Universidad de Salamanca. Pertenece a la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII. ¿Hay quien dé más?

La Teología es el pensamiento aplicado a la religión. Quienes han cuestionado algunas interpretaciones bíblicas en los libros de García quisieran una religión sin pensamiento.

Yo preguntaría a éstos qué entienden por la libre interpretación de la Biblia, tan alabada por Lutero, el monje que se rebeló contra el Papa y discutió los dogmas que la Iglesia católica profesaba en su tiempo.

“La Reforma y el Cristianismo en el siglo XXI” consta de cinco capítulos, una conclusión y tres anexos.

Mariano Blázquez, Secretario Ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, en un prólogo brillante como sol de agosto, alude al ambiente que rodeó aquella Reforma religiosa del siglo XVI y sigue: “De manera esquemática y accesible Máximo nos ofrece una panorámica que puede permitirnos una impresión global de este importante evento”.

La maestría del teólogo arranca en los siglos XIV y XV. Le importa mucho situar el relato histórico dentro de su propio contexto y habla de la Europa prerreformada.

Cinco páginas del libro  para Martín Lutero, el monje rebelde, con las luces y las sombras que tuvo en vida. Otras diez para la Reforma consolidada en Europa.

Original y documentado el capítulo dedicado a la Reforma en España. En mi biblioteca de cinco mil volúmenes duermen varios sobre el tema. Máximo discurre en torno a la Reforma en nuestro suelo, la del siglo XVI y la del siglo XIX. ¡Interesantísimo! Como también lo es la enumeración de iglesias españolas derivadas de la Reforma. Nos gloriamos en decir que todos nosotros venimos del siglo primero, lo que es en parte verdad, pero también es verdad que nosotros todos, absolutamente todos, luteranos y pentecostales, por ejemplo, somos hijos de la Reforma.

De este libro me gustan los apéndices: el Cristianismo en nuestro siglo, las 95 tesis completas atribuidas a Lutero y el cuadro estadístico del protestantismo español. Genial.

El escritor inglés del siglo XIV, William Langlad, excéntrico y absurdo, dijo que la teología le causó tedio en infinitas ocasiones. ¡Pobre! ¡A mí no! Este libro donde Máximo García mezcla historia y teología lo considero tan bueno que sugiero a todos los líderes de iglesias compren un ejemplar, lo pongan en la mesita junto a la cama y lean unas páginas antes de dormir.

Teología es la ciencia que trata de Dios y de sus atributos.

Poesía es expresión artística de la belleza por medio de la palabra sujeta a la medida y cadencia, de que resulta el verso.

Un teólogo, ¿puede ser a la vez poeta?

Sí, muchos lo son. Pongo un primer ejemplo: El alicantino Juan Bautista Cabrera, fundador de la Iglesia Española Reformada Episcopal, muerto en 1916.

Un segundo ejemplo: el madrileño Máximo García Ruiz, afortunadamente vivo, autor de “Entre la luz y las tinieblas”.

¿Cuánto tiempo hace que conozco a Máximo, 30 años, tal vez 40?

Nunca supe, ni siquiera lo pensé, que le diera al verso, que estuviera dotado de esa gracia y sensibilidad poética.

Confieso que me sorprendí, al tiempo que me alegré, cuando me mandó su libro de poemas.

Hasta donde yo llego, Máximo García ha escrito 28 libros de teología e historia, pero ninguno de poesía.

“Entre la luz y las tinieblas” tiene como prologuista a un escritor de lujo, nadie más y nadie menos que el poeta de fama internacional Alfredo Pérez Alencart. Alfredo nos recuerda que los 38 poemas que contiene el libro de Máximo fueron escritos por éste a lo largo de seis lustros, guardándolos para sí.

Entrañable la introducción, donde Máximo cuenta en verso retazos de su vida desde aquellos tiempos en los que España se desangraba en guerra civil.

Tardío si se quiere, el libro de Máximo García Ruiz tiene poemas reveladores. Su poesía es humanísima, cordial. Cuando otros poetas riman ternezas a la novia, Máximo despierta inquietudes vitales y poderosas, siempre en las circunstancias personales de quien las creó.

He aquí una muestra con su poema “Muerte”.

Muerte,

Ayer te vi venir,

Arrogante y descalza.

Con la cabeza altiva

Y la mirada baja.

Tus pasos no se oían

Y en el semblante

Me pareció observar

Un rictus de cansancio

Y destemplanza.

No te paraste,

Ni te importó la angustia

Que brotó de mis ojos,

Preguntando aún sabiendo

La respuesta final.

Fue como una cita

Prefijada hace tiempo,

Mezclándose el oficio

Rutilante y anodino

Con el beso fatal.