El regalo de Navidad para las personas que padecen demencia

¡Parece que se acerca Navidad! Las estanterías de los supermercados están llenas de todo lo que se puede encontrar en Navidad.

Después de meses de distanciamiento por causa de la Covid, los amigos y las familias están planeando celebrar una Navidad ‘de verdad’, que incluye volver a oficiar juntos los servicios religiosos ‘auténticos’. Y la compañía, las celebraciones y el culto pueden suponer una bendición especial para las personas que viven con demencia. 

Uno de los mayores dones es la forma en que el Espíritu Santo magnifica nuestra comprensión de todas las cosas espirituales (2 Corintios 4:18). La demencia afecta al cerebro y a la cognición, pero no toca el alma y el espíritu de una persona, y en la época navideña, especialmente, el Espíritu Santo puede liberarse a través de nuestra adoración y nuestros cantos espirituales.

Hay un reflejo de esto en la letra de Oh Santa Noche, que dice: “El mundo estuvo mucho tiempo en pecado y error, hasta que Él apareció y el alma sintió su valor”.

Este año la Navidad reunirá a personas que no se han visto durante mucho tiempo y es posible que se hayan producido algunos cambios entre los familiares mayores. Los expertos prevén un aumento de la demencia por el efecto Covid y se sabe que el sentimiento de soledad aumenta la vulnerabilidad a la demencia. 

Pero los olvidos y la apatía pueden deberse a un “deterioro cognitivo leve” (DCL), una condición que, de nuevo, puede ser provocada por el estrés y la soledad. El DCL es reversible en la mayoría de los casos.

Si sus reuniones navideñas incluyen a alguien con demencia o DCL, deseará que esté contento. Disfrutarán más del tiempo si su entrada sensorial no está sobrecargada. Una silla cómoda en un rincón, con una mesita auxiliar para tomar una taza de café y un plato apetitoso es mejor que estar en el centro de una habitación abarrotada con altos niveles de ruido.

Un ejemplo excelente de cómo incluir a una persona con discapacidad sin presionarla ocurrió en torno a una cama de hospital. Marie, de más de 60 años, se estaba recuperando de una operación importante.

Tenía una familia numerosa de seis hijos y una tarde llegaron al hospital y, tras saludarla con un cariñoso abrazo, buscaron unas sillas y se sentaron alrededor de su cama y charlaron entre ellos, con alguna palabra o gesto ocasional hacia su madre. 

Ella se sentía claramente incluida, pero no se esperaba que tuviera que hacer un esfuerzo para participar, aunque lo hizo algunas veces, por supuesto.

Estaba feliz de tenerlos allí y de verlos en familia. Cada uno de ellos trajo un pequeño regalo y lo puso en su mesita de noche, lo que hizo que pareciera Navidad.

En el tiempo de Navidad, a través del culto, de los conocidos y queridos himnos y la liturgia, lo profundo llama a lo profundo y el Espíritu Santo habla a nuestros espíritus. Nos sentimos “extrañamente confortados”, según la expresión con la cual John Wesley describió una experiencia. 

Toca la esencia de lo que somos y puede hacer que nuestro espíritu se eleve. La comunicación de espíritu a espíritu traspasa un cerebro dañado y hace que un alma sienta su valor. 

También puede ayudar a la persona a salir de la penumbra, con facultades que aparentemente había perdido. Sucede también en otras épocas del año, naturalmente, pero hay más estímulo en la época de Navidad, con sus servicios religiosos, el culto y la lectura de las Escrituras. Es algo precioso ser tocado por el Espíritu Santo.     

También puedes encontrar un pequeño programa de Estimulación del cerebro y el alma para personas mayores (BSBS, por sus siglas en inglés) en Navidad, producido por la organización benéfica hermana de Faith in Later Life, Pilgrim's Friends. Estamos recibiendo buenos informes sobre los resultados que se están viendo y la versión navideña es adecuada para un grupo pequeño o para una pareja.

Otro recurso estupendo para compartir juntos es un nuevo libro de ilustraciones, La palabra de Dios en el mundo de Dios, diseñado por Ruth Ranger, que es una campeona de la “Iglesia de Fe en la vida posterior” y cuyo padre está en uno de los hogares de los Amigos del Peregrino. Mirar las imágenes y decir los versículos de las Escrituras en voz alta puede ser una bendición para alguien que vive con demencia.

Este artículo se publicó por primera vez en la web de la Alianza Evangélica Europea y se ha reproducido con permiso.